El impacto de la periodontitis condiciona el desarrollo de depresión o alzhéimer

La localización geográfica de los pacientes puede afectar en la relación entre el microbioma y la aparición de la periodontitis

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Redacción
La depresión y la enfermedad de Alzhéimer son dos condiciones con mayor prevalencia en el mundo, igual que las enfermedades de las encías. “Comparten mecanismos fisiopatológicos comunes que hacen que la periodontitis, sobre todo por su relación con un estado neuroinflamatorio crónico, pueda contribuir de manera significativa a la aparición o progresión de las mismas”, señaló el Dr. Yago Leira, periodoncista, durante el Congreso de la Periodoncia y la Salud Bucal de SEPA.

El profesional ha liderado un informe científico del Grupo de Trabajo de la Sociedad Española de Periodoncia (SEPA) y la Sociedad Española de Neurología (SEN) en el que se evalúa la asociación entre periodontitis, enfermedad cerebrovascular y demencia. El estudio manifiesta que “la periodontitis no solo aumenta el riesgo de padecer ictus isquémico y demencia de tipo alzhéimer, sino que también se sugiere que diferentes intervenciones de salud oral pueden reducir el riesgo de sufrir estos desórdenes neurológicos”. Además, señala que marcadores de riesgo como la periodontitis sirven de gran ayuda para tratar de evitar, reducir o minimizar el impacto de estos desórdenes neurológicos.

Respecto a la depresión, aunque la evidencia científica es todavía escasa, apunta tendencias interesantes. “Estudios experimentales han observado que uno de los periodontopatógenos que es capaz de cruzar la barrera hematoencefálica causando neuroinflamación en un modelo combinado de depresión e infección periodontal es el fusobacterium nucleatum”, indica el Dr. Leira.

Dr. Leira: “Conocer las principales bacterias que puedan estar involucradas en la relación entre la periodontitis y estas enfermedades tan prevalentes pueden determinar el desarrollo de terapias antiinfecciosas específicas”

Se ha demostrado que la porphyromonas gingivalis, el  patógeno más estudiado de la enfermedad de Alzhéimer, junto con sus productos tóxicos (lipopolisacáridos y gingipaínas), puede causar neuroinflamación, neurodegeneración y muerte neuronal en modelos animales. Además, se ha detectado también en cerebros postmortem de pacientes con la enfermedad.

Asimismo, algunas bacterias periodontales como especies de treponema también se han podido detectar en cerebros de estos pacientes. Aparte, algunos estudios en animales revelan un papel relevante de la infección por treponema denticolaen la hiperfosforilación de Tau, proteína responsable de la formación de ovillos neurofibrilares (que son típicos de la enfermedad de Alzheimer).

Conocer las principales bacterias que puedan estar involucradas en la relación entre la periodontitis y estas enfermedades tan prevalentes pueden determinar el desarrollo de terapias antiinfecciosas específicas, dirigidas a bloquear o inhibir la producción o actividad de las mismas, pudiendo tener un efecto beneficioso en el curso de la depresión y el alzhéimer”, señala el Dr. Leira.

La microbiología oral varía según la ubicación geográfica 

Los cambios en el microbioma oral no sólo afectan a los tejidos periodontales, sino que también inciden en los cambios del microbioma intestinal. Esto induce también cambios en diferentes procesos metabólicos del organismo, aumentando el riesgo de enfermedades crónicas como la enfermedad cardiovascular, la diabetes o las enfermedades neurodegenerativas, entre otras.

Además, la Dra. Gloria Lafaurie, de la Unidad de Investigación Básica Oral de la Universidad El Bosque de Bogotá, en Colombia, resalta que la localización geográfica de los pacientes puede afectar en la relación entre el microbioma y la aparición de la periodontitis. Basándose en el resultado de un estudio global del microbioma subgingival en periodontitis, en el que se han analizado 32 artículos, la Dra. Lafaurie apunta “la necesidad de aclarar la importancia y el papel de estos microorganismos en la presencia y progresión de la periodontitis”.

Dra. Lafaurie: “Si una población migrante que llega a un país con más recursos no incorpora la dieta del lugar donde reside, ni mejora su condición social y tampoco adquiere nuevos hábitos de higiene y vida saludable, no se favorecerá su salud”

Una de las características más reseñables fue que, en general, el microbioma oral es mucho más diverso entre los sudamericanos, siendo mucho más frecuentes en esta población las especies de porphyromonas gingivalis que en los europeos. Además, “la emigración de sudamericanos a países europeos no modifica esto y no supone por sí mismo un factor de protección, porque esto depende más de su integración en la cultura y hábitos de alimentación locales”, señala la Dra. Lafaurie. “Si una población migrante que llega a un país con más recursos no incorpora la dieta del lugar donde reside, ni mejora su condición social y tampoco adquiere nuevos hábitos de higiene y vida saludable, no se favorecerá su salud”, remarca la especialista.

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