El trasplante autólogo, una vía prometedora para el tratamiento de las enfermedades autoinmunes

Esta técnica resulta eficaz en algunas enfermedades autoinmunes ya que proporciona remisiones prolongadas, reducción en la actividad de la enfermedad y mejora en la supervivencia libre de la enfermedad

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Redacción
El trasplante autólogo es una opción terapéutica para enfermedades reumáticas autoinmunes graves y refractarias, como la esclerosis sistémica, la artritis reumatoide y el lupus eritematoso sistémico. Esta técnica ha demostrado su eficacia en algunas enfermedades autoinmunes (EAS), proporcionando remisiones prolongadas, reducción en la actividad de la enfermedad y mejora en la supervivencia libre de la enfermedad. Sin embargo, “es importante señalar que la evidencia y los resultados varían según la enfermedad específica y, aunque representa una vía prometedora para el tratamiento de las EAS, también presenta una serie de desafíos importantes”, según la Dra. Cristiana Sieiro, del Servicio de Reumatología del Complejo Asistencial Universitario de León.

En el marco del II Curso SER de Reumatología Emergente. Nuevas perspectivas de futuro, que ha contado con la colaboración de GSK y Gebro Pharma, la especialista ha aclarado que “los pacientes que podrían beneficiarse del trasplante autólogo suelen ser aquellos con enfermedades autoinmunes graves y activas, que no han respondido adecuadamente a otros tratamientos convencionales o biológicos, y que presentan un riesgo significativo de progresión”. Además, ha recordado que se trata de un procedimiento en el cual se extraen células madre sanas de la sangre o la médula ósea de un paciente, las cuales se almacenan y se devuelven al paciente después del tratamiento. El trasplante autólogo de células madre reemplaza las células madre del paciente destruidas por el tratamiento con radiación o dosis altas de quimioterapia. De este modo se permite “resetear” el sistema inmunológico.

Los principales desafíos de esta técnica se encuentran los riesgos de infecciones debido a la supresión del sistema inmunológico

Entre los principales desafíos de esta técnica se encuentran los riesgos de infecciones debido a la supresión del sistema inmunológico, así como la mortalidad relacionada con el tratamiento. “Además, existe la posibilidad de desarrollar neoplasias sólidas y hematológicas y enfermedades autoinmunes secundarias después del trasplante. También hay un riesgo significativo de recurrencia de la enfermedad. Sin embargo, más allá de estos riesgos médicos inherentes, la experiencia del centro y del equipo trasplantador juega un papel crucial en el éxito y la seguridad del trasplante autólogo”, ha constatado la Dra. Sieiro.

En los próximos años, se espera la optimización de los regímenes de acondicionamiento pre-trasplante, así como mejoras en las técnicas de recolección y expansión de células madre, lo que permitirá una mayor eficacia y seguridad del procedimiento. Asimismo, la investigación en terapias celulares (células CAR-T, las células T reguladoras y las células madre mesenquimales) abrirá nuevas posibilidades más personalizadas, efectivas y seguras para abordar estas patologías.

La decisión de realizar un transplante autólogo  debe ser individualizada porque los resultados varían según la enfermedad específica

No obstante, ha precisado la Dra. Sieiro, “es importante que la decisión de realizar un trasplante autólogo sea individualizada porque los resultados varían según la enfermedad específica. Por ejemplo, en el caso de la esclerosis sistémica, existen datos más robustos respaldando la eficacia del trasplante autólogo de células madre hematopoyéticas (HCT) con resultados prometedores en términos de mejora de la afectación pulmonar y cutánea en estos pacientes. De hecho, estos datos han llevado a la inclusión del trasplante autólogo en las recomendaciones de tratamiento de la esclerosis sistémica por parte de Eular”.

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