Impacto económico de las enfermedades alérgicas: coste directo de entre 1.800 y 6.600 euros por paciente al año

Según datos del registro europeo HEAD, que se puso en marcha en mayo de 2022 y cuenta con cerca de 800 pacientes

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Redacción
Las enfermedades alérgicas suponen un coste de entre 1.823 y 6.656 euros por paciente al año si solo tenemos en cuenta los gastos directos derivados de la asistencia sanitaria. Así lo muestra un estudio de los datos recopilados a través de un registro europeo promovido por la Academia Europea de Alergología e Inmunología Clínica (Eaaci), que ha reunido estos días a más de 8.000 expertos en su congreso de Valencia.

Las enfermedades alérgicas y el asma son una de las enfermedades crónicas más comunes en todo el mundo y suponen una carga sanitaria global considerable. Sin embargo, su impacto real es difícil de estimar debido a la falta de representatividad y al carácter incompleto de los datos disponibles”, explica la Dra. Ioana Agache, que preside el Comité de Investigación y Divulgación (ROC) de la Eaaci.

Por este motivo, la sociedad europea puso en marcha con la colaboración de las sociedades científicas nacionales de la especialidad de alergología el registro HEAD (Healthcare Economics and Allergic Diseases), que empezó a recopilar datos en mayo de 2022. Actualmente, hay inscritos 778 adultos y niños con una o más de las siguientes enfermedades: rinitis alérgica, asma, dermatitis atópica, alergia alimentaria, alergia a medicamentos y urticaria crónica. El estudio se inició con dos objetivos: describir los patrones de atención de las enfermedades alérgicas y el asma en toda Europa y evaluar su impacto en términos de uso de recursos sanitarios, los costes sociales, y desde el punto de vista de los pacientes y sus familias en cuanto a incapacidad laboral y costes personales.

Los pacientes adultos perdieron entre tres y cinco días de trabajo y los niños entre 14 y 24 días de colegio por culpa de alguna alergia

En concreto, los costes totales medios por paciente y año fueron de entre 1.823,19 y 6.656,85 euros, con una horquilla de 1.394,976 y 516,05 euros de costes indirectos. Los costes directos se han estimado teniendo en cuenta las hospitalizaciones (entre 177,05 y 890,85 euros), la atención en urgencias (29,18-154,48 euros) costes por atención especialista (223,29-475,38 euros), por atención primaria (27,61-137,32 euros), por atención psicológica (4,85-136,84 euros), el coste de las pruebas diagnósticas (21,27 82,48 euros) y de los tratamientos (106,23-470,65 euros).

Las enfermedades alérgicas también tuvieron costes indirectos, como los gastos individuales del paciente por consulta (entre 50,85 y 183,79 euros), medicación (entre 416,94 y 1.093,66 euros), transporte (44,15-218,51 euros), gastos en seguros privados (61,79 y 298,99 euros) y control ambiental (99,33 y 955,23 euros). De media, los pacientes adultos perdieron entre 2,68 y 5,33 días de trabajo, los niños entre 14,88 y 24,09 días de colegio y sus familias perdieron entre 3,99 y 23,35 días. “La importante carga que suponen las enfermedades alérgicas en costes y en incapacidad laboral exige una acción inmediata para mejorar su gestión”, señala la Dra. Agache.

Directrices de la Eaaci sobre ciencias medioambientales para las alergias y el asma

La Eaaci ha presentado una nueva guía de directrices sobre ciencias medioambientales para las alergias y el asma, enfocándose en el impacto de la exposición a corto plazo a los contaminantes del aire exterior. “El tratamiento del asma aconsejado por las directrices de la Eaaci puede mejorar los resultados relacionados con el asma, pero se necesitan medidas globales de aire limpio para lograr un impacto significativo, ha señalado la Dra. Agache.

La guía proporciona recomendaciones para la prevención, la atención al paciente y la mitigación de la alergia. Su objetivo es ayudar a profesionales sanitarios y pacientes para individualizar y mejorar el tratamiento del asma, además de servir de referencia también para que los responsables políticos y legisladores establezcan normas y objetivos legalmente vinculantes para la calidad del aire exterior a nivel internacional, nacional y local. La guía evaluó los contaminantes del aire exterior a los que se hace referencia en la actual guía sobre la calidad del aire de la Organización Mundial de la Salud (OMS) como contaminantes simples o mixtos y plaguicidas de exterior.

La exposición a corto plazo a todos los contaminantes evaluados aumenta el riesgo de resultados adversos relacionados con el asma, especialmente los ingresos hospitalarios y las visitas a los servicios de urgencias, según la evidencia de carácter moderado. En cambio, hay pruebas limitadas sobre el impacto de la contaminación atmosférica relacionada con el tráfico y la exposición a plaguicidas de exterior, así como sobre las intervenciones para reducir las emisiones. Debido a la calidad de las pruebas, se han formulado recomendaciones condicionales para todos los contaminantes, así como para las intervenciones que reducen la contaminación del aire exterior.

Investigación traslacional en alergia y asma

En el congreso también se ha debatido cómo facilitar la traslación de los resultados de las primeras fases de los ensayos e investigaciones a la práctica clínica habitual para el beneficio de los pacientes. “Existen varios enfoques experimentales utilizados en la investigación traslacional en alergia. La mayoría de ellos están relacionados con una mejor comprensión de los mecanismos inmunitarios subyacentes a estas patologías. Sin embargo, hay algunos con un mayor potencial para ser trasladados a la clínica, como la citometría de flujo para los tests de activación de basófilos o el Elisa para medir los niveles de periostina”, explica María Escribese Alonso, vicedecana de Investigación de la Facultad de Medicina de la Universidad CEU San Pablo de Madrid y directora del Instituto de Medicina Molecular Aplicada-Nemesio Diez (IMMA-ND).

En su opinión, hay mucha investigación básica en alergia, pero “a veces los hallazgos son difíciles de trasladar a la clínica, ya que se necesita un largo periodo de tiempo, un presupuesto importante y una estrecha colaboración entre los investigadores clínicos y los básicos para validar los biomarcadores potenciales o las dianas terapéuticas identificadas”. En ese sentido, destaca que España es un gran país para la investigación en alergia. “Nuestro país promueve la investigación traslacional a través de las redes de colaboración en investigación, donde clínicos e investigadores tienen la oportunidad de colaborar con un objetivo común”.

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