Redacción
La Sociedad Española de Salud Pública y Administración Sanitaria (Sespas) se ha adherido a las prioridades y recomendaciones de cara a las próximas elecciones europeas de 2024 elaboradas desde la Alianza de la Sociedad Civil EU4Health, organización que reúne a más de 30 organizaciones y sociedades de salud en Europa. El manifiesto recoge 10 prioridades clave, centradas en reforzar la formulación de políticas de salud pública en la UE, aplicar políticas más sólidas que mejoren la salud pública y romper los silos políticos.
La primera de ellas insta a la UE a establecer un Vicepresidente específico en la Comisión Europea para proporcionar a la salud un espacio y poderes legislativos en el Parlamento Europeo, y promover la salud pública, física y mental, la prevención y la equidad.
Insta a establecer un Vicepresidente específico en la Comisión Europea
En segundo lugar, se solicita que la promoción y prevención de la salud deberían contar con un presupuesto de la UE dedicado y ambicioso, y la salud debería reflejarse en todas las inversiones y discursos económicos. Estos deberían estar en línea con las expectativas de los ciudadanos, ya que dos tercios de los europeos quieren ver más acciones en salud y bienestar.
Asimismo, la sociedad civil de la salud debería participar más en la elaboración de políticas de salud de lo que lo hace actualmente. La tercera petición del manifiesto se centra en crear mecanismos colaborativos más sólidos. Así, a través de la adopción de una Estrategia de la Sociedad Civil, la UE debería desarrollar mecanismos para una creación colaborativa más sólida de políticas, programas y servicios, que permitan un verdadero empoderamiento de las personas y comunidades, incluida la participación de los pacientes.
La sociedad civil de la salud debería participar más en la elaboración de políticas de salud de lo que lo hace actualmente
También, la UE debería apoyar y habilitar el espacio para la sociedad civil a nivel de la UE y aumentar la participación de las Organizaciones de la Sociedad Civil (OSC) en la formulación de políticas en el ámbito de la salud y otros sectores, mediante la garantía de mecanismos de financiación específicos.
En quinto lugar, la UE debe intensificar y acelerar la coordinación entre los Estados miembro en todos los niveles de gobierno para abordar los determinantes subyacentes de la salud. Asimismo, incluir las enfermedades no transmisibles (ENT) en el mandato del Centro Europeo para la Prevención y el Control de Enfermedades (ECDC) permitiría el desarrollo e implementación de una visión a largo plazo sobre las ENT.
El acceso equitativo a la salud es el punto clave de la sexta prioridad. La acción de la UE debería centrarse en abordar y eliminar las desigualdades en salud, erradicar la discriminación y promover el acceso equitativo a la salud y al cuidado.
El acceso equitativo a la salud es el punto clave de la sexta prioridad
En séptimo lugar, las políticas de la UE deberían promover una atención médica integral, centrada en la persona y fomentar la participación y el compromiso del paciente. En esta misma línea, las nuevas tecnologías en salud deberían mejorar la gestión de enfermedades y aplicarse a las necesidades de las personas con consideraciones de calidad, seguridad y equidad. Los pacientes deberían poder acceder y tener control sobre sus propios datos.
Se necesita una verdadera Unión Europea de la Salud. Para ello se necesita, además de un Vicepresidente de la Comisión, un Comité del Parlamento Europeo para la salud. Las nuevas instituciones de la UE deberían impulsar un cambio positivo y una acción colectiva, fortaleciendo la solidaridad entre los Estados miembro.
La novena prioridad gira en torno a adoptar un enfoque integrado y holístico para fomentar entornos propicios para la salud, abordar las crisis e implementar acciones integrales en salud, medioambiente, mitigación y adaptación climática y derechos sociales.
La UE debería garantizar que todas las políticas consideren los impactos en la salud mental, la salud física y el bienestar
Finalmente, se recuerda que la UE debería garantizar que todas las políticas consideren los impactos en la salud mental, la salud física y el bienestar. Así, se deben implementar evaluaciones de impacto para la salud y la equidad en salud, iniciando y facilitando acciones en áreas de políticas públicas no relacionadas con la salud, para lograr mejores resultados en la salud física y mental de todas las personas.