Redacción
Los farmacéuticos afrontan la elecciones de la Unión Europea con el objetivo de ampliar sus camapacidades asistenciales en la próxima lesgislatura. En una entrevista con iSanidad, el presidente del Consejo general de Colegios Oficiales de Farmacéuticos, Jesús Aguilar, insiste en que la farmacia puede jugar un papel clave en salud pública. “Falta un reconocimiento profesional que se consolide en la progresiva incorporación del farmacéutico y de la farmacia en las estrategias sanitarias de las distintas administraciones”, subraya.
¿Qué diferencias fundamentales hay entre la farmacia española y la del resto de países europeos?
La diferencia fundamental está en esa cercanía y accesibilidad que ofrece nuestra red de farmacias comunitarias y que permite que el 99% de la población disponga de al menos una farmacia donde vive. Esa planificación sanitaria que hace que existan más de 2.000 farmacias en poblaciones de menos de 1.000 habitantes y, de ellas, más de 1.000 en núcleos de menos de 500 vecinos.
“En lo que coincidimos con el resto de farmacéuticos de Europa y del mundo, es en ese avance asistencial de las farmacias”
Ciudadanos que reciben la misma prestación farmacéutica independientemente de donde vivan. Además, esta fortaleza de la farmacia en el ámbito rural va más allá de su labor sanitaria y social, ya que según un informe que elaboramos con la consultora Analistas Financieros Internacionales (AFI), además de ser una infraestructura sanitaria esencial, contribuye a fijar población, en especial femenina y en edad de trabajar, y favorece el empleo. Estas farmacias aportan 23.600 empleos a jornada completa y, por cada euro que generan, el conjunto de la economía española se beneficia en 4,30 euros, mientras que por cada empleo se favorece la creación de otros 3,26 puestos de trabajo a jornada completa.
En lo que coincidimos con el resto de farmacéuticos de Europa y del mundo, es en ese avance asistencial de las farmacias, un movimiento global que está permitiendo que los gobiernos, en beneficio de los pacientes, vayan extendiendo nuevos servicios farmacéuticos en torno al medicamento y a la salud pública.
¿Qué más puede aportar la farmacia al sistema sanitario?
La sociedad ha cambiado y el sistema sanitario también. Tenemos un nuevo perfil de paciente, mayor, crónico, polimedicado y muchas veces dependiente, que demanda de nuevos servicios. Desafíos sanitarios y sociales a los que se debe hacer frente inmediatamente y en los que la profesión farmacéutica puede desempeñar un papel clave respondiendo a muchos de ellos.
“Debemos garantizar la seguridad y el acceso a los medicamentos y productos sanitarios”
El primero es reforzar la capacidad de la atención primaria, mejorando la continuidad asistencial al paciente contando con la Farmacia Comunitaria como una aliada fundamental. Desde el Consejo General llevamos años demostrando con evidencia que los farmacéuticos pueden ofrecer una respuesta eficiente con nuevos servicios de atención farmacéutica, como los de seguimiento y adherencia farmacoterapéutica, como de salud pública y como puede ser la detección y cribado de determinas enfermedades.
Otra aportación de la farmacia es como un activo para avanzar en políticas de cohesión social y territorial. Las farmacias son un recurso sanitario y social imprescindible para garantizar la cohesión territorial, por lo que es necesario poner en marcha el Programa de Farmacia Comunitaria Rural, fruto del acuerdo suscrito con los Ministerios de Sanidad, de Transición Ecológica y Reto Demográfico, y de Derechos Sociales y Agenda 2030.
Por último, debemos garantizar la seguridad y el acceso a los medicamentos y productos sanitarios. Ahí está, entre otros, la experiencia positiva en la dispensación colaborativa de medicamentos hospitalarios de uso ambulatorio entre la Farmacia Hospitalaria y la Farmacia Comunitaria. Otro problema es el incremento de los medicamentos que presentan problemas de suministro. Una situación que podemos solventar, en gran medida, facilitando la actuación del farmacéutico sustituyendo formas farmacéuticas o mediante la dispensación de medicamentos en situaciones excepcionales.
“Otro problema es el incremento de los medicamentos que presentan problemas de suministro. Una situación que podemos solventar, en gran medida”
¿Qué medidas está llevando a cabo el Cgcof para encaminar estos avances?
Este avance asistencial que está viviendo la profesión nace del impulso del conjunto de la Organización Farmacéutica Colegial que acompaña y ayuda a todos los farmacéuticos. En el caso del Consejo General, tuve la ocasión de hacer un breve balance al ser proclamada electa mi candidatura en las últimas elecciones y he de decir que seguimos cumpliendo con los tres ejes de estrategia corporativa Somos Farmacéuticos. Porque hoy somos más asistenciales, más sociales y digitales.
En el ámbito asistencial, hemos puesto en marcha, entre otros, la colaboración entre Farmacia Hospitalaria y Comunitaria con el programa JunTOS, para mejorar la atención farmacéutica a pacientes trasplantados; o la dispensación colaborativa, ya operativa en cinco comunidades autónomas. Además, la conexión asistencial de las farmacias es una realidad a través de Nodofarma Asistencial, al mismo tiempo que ya se ha comenzado a trabajar en la interoperabilidad con otras plataformas.
En cuanto al área social, hemos dado visibilidad a la cara b de la farmacia con iniciativas como la puesta en marcha tanto del Consejo Asesor Social y de la Estrategia Social de la Profesión Farmacéutica o la creación de los premios a la Innovación Social: Farmacéuticos y ODS: o los estudios que hemos realizado sobre salud mental y determinantes sociales en salud.
“Hemos dado visibilidad a la cara b de la farmacia con iniciativas como la puesta en marcha tanto del Consejo Asesor Social y de la Estrategia Social de la Profesión Farmacéutica”
Hoy podemos decir también que la farmacia es más digital. Así, la receta electrónica privada ya es una realidad y la receta electrónica interoperable para mutualistas está operativa en ocho comunidades autónomas. Además, nos estamos dotando de herramientas tecnológicas para mejorar la propia prestación farmacéutica, como nuestro Centro de Información sobre el Suministro de Medicamentos (Cismed) o Farmahelp, ambos con más de 10.000 farmacias ya adheridas.
¿Qué hay que hacer para que los farmacéuticos tengan el reconocimiento profesional que merecen?
Es de justicia poner de manifiesto que la farmacia suma un triple reconocimiento: institucional, social y académico. En primer lugar, el Premio Princesa de Asturias a la Concordia concedido a las profesiones sanitarias en 2020, y la Gran Cruz de la Orden Civil de Sanidad que se nos entregó en 2021 constituyen el máximo reconocimiento institucional al que se puede aspirar.
En segundo lugar, está el reconocimiento social constatado por los 2,3 millones de ciudadanos que cada día son atendidos en la red de 22.220 farmacias, y reflejado en diferentes sondeos en los que hasta un 94% de los españoles refrendan su confianza en la actuación de los farmacéuticos. Y, por último, la Medalla de Oro de la Real Academia de farmacia que supone el respaldo del mundo académico y científico.
“Falta un reconocimiento profesional que se consolide en la progresiva incorporación del farmacéutico y de la farmacia en las estrategias sanitarias de las distintas administraciones”
Un triple aval a las actuaciones que promovimos y seguimos promoviendo desde la Organización Farmacéutica Colegial. Es cierto que ahora falta un reconocimiento profesional que se consolide en la progresiva incorporación del farmacéutico y de la farmacia en las estrategias sanitarias de las distintas administraciones.
¿Qué pide la profesión farmacéutica a los partidos políticos que obtengan representación en la Unión Europea?
Desde la profesión farmacéutica esperamos que estas elecciones europeas sitúen de verdad a la salud como una prioridad en la agenda de la UE. Así, es necesario construir un espacio europeo de datos sanitarios seguro y eficaz, en cuyo diseño se debe contar con las organizaciones de profesionales sanitarios, que son quienes pueden garantizar un uso correcto y la calidad de los datos en beneficio de la seguridad de los pacientes. En este sentido, es fundamental garantizar la interoperabilidad de los historiales clínicos digitales cumpliendo el formato europeo y respetando, en la medida de lo posible, estructuras existentes como el sistema de receta electrónica privada.
“Desde la profesión farmacéutica esperamos que estas elecciones europeas sitúen de verdad a la salud como una prioridad en la agenda de la UE”
Otro de los desafíos es la garantía en el acceso a los medicamentos en condiciones de igualdad y equidad en un contexto de crecientes problemas de suministro. Aunque no existe una solución única, gran parte de los problemas se solventarían si se facilitase la sustitución de medicamentos por el farmacéutico y se mejorase la capacidad de predicción de posibles desabastecimientos teniendo en cuenta la información que proporciona la red de farmacias comunitaria.
Por último, es necesario ampliar las capacidades asistenciales de los sistemas sanitarios, incorporando a los farmacéuticos como agentes en salud pública, aprovechando el potencial de las farmacias para informar y educar en salud, creando redes de farmacias centinela y promoviendo programas de prevención y detección precoz de la enfermedad. En definitiva, una farmacia más fuerte nos ayudará a garantizar una Europa más saludable.
¿Cuál es el reto de la farmacia para los próximos 10 años?
El futuro pasa por la farmacia. Envejecimiento, cronicidad, polimedicación, crisis sanitarias, reto demográfico…Todos ellos son desafíos a los que hace frente nuestro Sistema Nacional de Salud y en los que contar con la farmacia sería garantía de éxito.
“La intervención del farmacéutico aporta eficacia y eficiencia y permitirá reforzar las capacidades de nuestro sistema sanitario”
La intervención del farmacéutico aporta eficacia y eficiencia y permitirá reforzar las capacidades de nuestro sistema sanitario como se está demostrando cada día y han avalado diferentes programas de investigación.
Estamos convencidos de la enorme aportación que puede hacer la profesión farmacéutica al fortalecimiento del sistema sanitario con medidas como una mayor integración en las estrategias de salud pública, mediante la creación de redes de farmacias centinela o aprovechando al máximo su potencial como radar social para detección de vulnerabilidades como la soledad no deseada, la violencia de género o los determinantes sociales de la salud.