Redacción
La esquizofrenia no se manifiesta igual en todas las personas, por lo que un tratamiento a medida resulta esencial. En este sentido, la llegada del nuevo antipsicótico brexpiprazol, comercializado con el nombre de Rexulti por la Alianza Otsuka-Lundbeck, contribuye a la personalización del tratamiento en esquizofrenia.
Para la Dra. Marina Díaz Marsá, vicepresidenta de la Sociedad Española de Psiquiatría y Salud Mental (Sepsm) “es importante poner al paciente en el centro y hacer una medicina más personalizada, pensando en el perfil y en las necesidades de la persona con la enfermedad, con el objetivo de ofrecerle el mejor tratamiento. Esto incluye, también, contar con su opinión y hacerle partícipe de las decisiones que se tomen. Forma parte de la humanización de la medicina y pretende que los tratamientos se adapten a las necesidades y síntomas de cada persona, teniendo como base una sólida relación médico-paciente”.
“Es importante poner al paciente en el centro y hacer una medicina más personalizada, pensando en el perfil y en las necesidades de la persona con la enfermedad, con el objetivo de ofrecerle el mejor tratamiento”
Una nueva opción terapéutica en esquizofrenia
Este nuevo antipsicótico oral, disponible en España desde el 1 de abril, está indicado para el tratamiento de la esquizofrenia en adultos, y cuenta con un mecanismo de acción diferencial, que modula la actividad serotoninérgica, dopaminérgica y noradrenérgica, que se refleja en su perfil de eficacia y tolerabilidad. Según el Dr. Giovanni Martinotti, profesor de Psiquiatría de la Universidad degli Studi G. d’Annunzio de Chieti, “se trata de un agonista parcial con mayor bloqueo del receptor D2, además de un potente efecto sobre los receptores de serotonina, tanto es así que tiene potencial sintomático antidepresivo, anti síntomas negativos y pro-cognitivo”.
Además, muestra mejoría en los 5 Factores Marder de la PANSS (Escala para el Síndrome Positivo y Negativo de la esquizofrenia) al año de tratamiento, es decir, en los síntomas positivos, negativos, pensamiento desorganizado, hostilidad/excitación incontrolada y ansiedad/depresión, lo que para el Dr. Martinotti representa “un impacto importante, ya que cuando este fármaco es prescrito estamos garantizando al paciente la mejor opción terapéutica en relación a su calidad de vida”.
“Se trata de un agonista parcial con mayor bloqueo del receptor D2, además de un potente efecto sobre los receptores de serotonina, tanto es así que tiene potencial sintomático antidepresivo, anti síntomas negativos y pro-cognitivo”
Eficaz en el tratamiento de los síntomas de la esquizofrenia tanto en la fase aguda como en la fase de mantenimiento en opinión del Dr. Martinotti, “puede cubrir todas las fases del trastorno, desde su inicio, cuando los pacientes pueden ser aún más receptivos y funcionales con la perspectiva de un excelente resultado a largo plazo”.
Como explica la vicepresidenta de la Sepsm, “los síntomas positivos, negativos y afectivos de la esquizofrenia impactan de forma muy significativa en la vida del paciente, dificultando las relaciones interpersonales y la adaptación al entorno”.
El buen perfil de tolerabilidad de este fármaco se refleja en la baja incidencia de efectos adversos sedativos y activadores (acatisia, inquietud, agitación, ansiedad, insomnio). Además, este nuevo antipsicótico oral previene las recaídas y promueve la mejoría de la funcionalidad.
“Los síntomas positivos, negativos y afectivos de la esquizofrenia impactan de forma muy significativa en la vida del paciente, dificultando las relaciones interpersonales y la adaptación al entorno”
¿Qué puede aportar esta nueva opción terapéutica?
Para el Dr. Martinotti, “la adherencia al tratamiento garantiza una menor posibilidad de recaídas. Con brexpiprazol es muy difícil que el paciente interrumpa la terapia durante la fase de estabilización, ya que los efectos secundarios son mínimos o inexistentes. Su buen perfil de tolerabilidad implica una fuerte mejoría en el funcionamiento y la calidad de vida”.
En este sentido, la Dra. Díaz Marsá destaca que “el innovador mecanismo de acción del fármaco, con menos efectos secundarios que otros antipsicóticos, manteniendo la misma eficacia en los síntomas de la esquizofrenia, puede favorecer la adherencia terapéutica y la calidad de vida a largo plazo”.
“Su buen perfil de tolerabilidad implica una fuerte mejoría en el funcionamiento y la calidad de vida”
La falta de adherencia terapéutica sigue siendo uno de los principales retos en el abordaje de la esquizofrenia. Entre el 40-50 % de las personas con este diagnóstico incumple el tratamiento prescrito. “Además, esta situación empeora a lo largo del tiempo, alcanzando tasas de hasta el 61% al transcurrir cuatro años con la enfermedad”, afirma la también jefa de Sección de Psiquiatría del Hospital Clínico San Carlos, quien recuerda que “la medicación antipsicótica es imprescindible para la evolución favorable de la esquizofrenia”.
Para esta especialista, “su acción moduladora de la actividad dopaminérgica, serotoninérgica y noradrenérgica hace que este antipsicótico sea especialmente eficaz en el tratamiento de los síntomas positivos y afectivos de la esquizofrenia. Además, su eficacia en la prevención de nuevos brotes psicóticos y recaídas puede evitar la aparición de síntomas negativos. Su uso es seguro e impacta positivamente en el control de los síntomas psicóticos, desregulación emocional, irritabilidad, ansiedad, impulsividad y déficit de cognición social asociada a esta enfermedad”.
“La medicación antipsicótica es imprescindible para la evolución favorable de la esquizofrenia”
En cuanto al perfil del paciente candidato a esta innovación farmacológica, el Dr. Martinotti considera que “si bien todos los pacientes con esquizofrenia pueden beneficiarse de este nuevo tratamiento, se dan condiciones preferenciales al inicio de la enfermedad, en el paciente joven, ante psicosis esquizofrénicas con síntomas afectivos o bien en pacientes con esquizofrenia y uso comórbido de sustancias”.
El programa de desarrollo consta de 13 ensayos clínicos: 2 ensayos fase II, 8 ensayos fase III y 3 ensayos fase IIIb en los que se ha evaluado su eficacia y seguridad en el tratamiento de la esquizofrenia en las fases aguda y de mantenimiento, así como su efecto sobre aspectos específicos del tratamiento de la enfermedad.
“Este antipsicótico oral se erige en una nueva alternativa para las personas con esquizofrenia con sintomatología positiva”
Según Susana Gómez-Lus, directora del Departamento Médico y de Acceso al Mercado de Lundbeck Iberia, “este antipsicótico oral se erige en una nueva alternativa para las personas con esquizofrenia con sintomatología positiva, es decir, delirios, alucinaciones y desorganización de la conducta, tanto residual como emergente, con posibles síntomas afectivos o problemas de tolerabilidad, ya que ofrece un control sintomático y promueve la mejora de la funcionalidad”.
En palabras de Lluïsa Arbat, directora del departamento médico de Otsuka Pharmaceutical España, “esta nueva opción terapéutica se suma al portfolio de la Alianza Otsuka-Lundbeck en esquizofrenia, con el fin de ofrecer alternativas que permitan personalizar el tratamiento a pacientes con diferentes perfiles y necesidades. En este caso, se trata de una formulación oral con un perfil receptorial diferente a otros tratamientos orales disponibles y que da respuesta a quienes manifiestan preferencia por esta vía de administración, complementado así nuestros tratamientos inyectables de liberación prolongada”.