Redacción
La Asociación Española de Pediatría de Atención Primaria (AEPap) alerta de que, pese al incremento de la oferta MIR por parte del Ministerio de Sanidad y las CCAA para la especialidad de atención primaria pediátrica, el hecho de que los nuevos pediatras residentes se dirijan masivamente a los hospitales y no a los centros de salud está provocando un desequilibrio que “pone en peligro el futuro de la atención primaria pediátrica“.
“Desde la Asociación que presido siempre hemos considerado el aumento de las plazas MIR como una de las medidas necesarias para paliar la falta de pediatras. Pero la impresión que tenemos es que la mayor parte del incremento está siendo absorbido por los hospitales, en detrimento de la atención primaria, que incluso se encuentra con menos recursos“, señala el presidente de AEPap, el Dr. Pedro Gorrotxategi.
Una revisión de los datos oficiales, del Servicio de Información de Atención Primaria (SIAP) y el Sistema de Información de Atención Especializada (Hospitales) sobre las plazas de Pediatría de los servicios públicos hospitalarios y de atención primaria en los últimos 12 años indica que han aumentado en un 30% las plazas hospitalarias, y solo un seis por ciento las plazas de AP hospital en el mismo periodo. En términos absolutos, las plazas han pasado de 6.250 a 6.612 en atención primaria, mientras que en los hospitales se han incrementado desde 3.754 a 4.906.
“Si se diferencia entre pediatría de AP y pediatría pospitalaria, se observa que en atención primaria han disminuido un 4,5%, mientras que en hospitales han aumentado un 12,7%”
El presidente de AEPap apunta, además, que esta impresión de que la AP se vacía de pediatras para llenar los hospitales ha sido confirmada en la actualización del Informe de necesidades de médicos especialistas en España de reciente publicación (abril 2024). De acuerdo con este informe, de 2021 a 2023 el número de pediatras en la red pública ha aumentado un 3,3%.
Pero, si se diferencia entre pediatría de atención primaria y pediatría pospitalaria, se observa que “en Primaria han disminuido un 4,5%, mientras que en hospitales han aumentado un 12,7%“. Esa disminución en un nivel asistencial y aumento en otro no son justificables en relación con la actividad asistencial de uno y otro ámbito”, asegura.
“Un dato añadido es que, gracias a esta concentración de los nuevos MIR en los hospitales en los últimos años, los servicios hospitalarios han podido llevar a cabo el recambio generacional en mayor medida que en la atención primaria”
Las cifras que aporta este último informe es que los pediatras de AP en el sistema público son un total de 5.600, y los hospitalarios, 5.500. Por tanto, desde 2010 a 2023 se habría producido una disminución del 10% en primaria y un aumento de un 46% en hospitales. Para el doctore Gorrotxategi, se trata de “datos desconcertantes“, puesto que la actividad hospitalaria no ha aumentado en la misma proporción y, sobre todo, la actividad en AP no ha disminuido.
“Cada vez las consultas son más resolutivas, con métodos de diagnóstico rápido, ecografía, etc., lo que hace que las derivaciones a la atención hospitalaria sean menores“, explica. Un dato añadido es que, gracias a esta concentración de los nuevos MIR en los hospitales en los últimos años, los servicios hospitalarios han podido llevar a cabo el recambio generacional en mayor medida que en la atención primaria, con lo que las necesidades de pediatras en atención primaria son mayores y van a serlo en los próximos años.
“Todos estos datos nos indican que la pediatría de atención primaria está en peligro y que la monopolización por los hospitales de los nuevos residentes puede acabar con ella”
Teniendo en cuenta los datos del Informe de necesidades de profesionales médicos, en pediatría de atención primaria el 50% de los profesionales tienen más de 50 años y el 25 por ciento, más de 60. En cambio, en Atención Hospitalaria solo el 30% de los especialistas en Pediatría tiene más de 50 años, y menos del 15% tiene más de 60.
A la vista de estas cifras, el Dr. Gorrotxategi hace un llamamiento a las administraciones para que pongan en marcha medidas para redirigir a los nuevos pediatras a los centros de salud, pues “todos estos datos nos indican que la pediatría de atención primaria está en peligro y que la monopolización por los hospitales de los nuevos residentes puede acabar con ella”.