Redacción
La terapia de protones de intensidad modulada (IMPT) tiene ventajas tanto biológicas como físicas sobre la radioterapia tradicional que utiliza fotones (IMRT) según indican datos preliminares de un ensayo de Fase III multiinstitucional dirigido por investigadores del Centro Oncológico MD Anderson de la Universidad de Texas de Estados Unidos. Esta terapia se utilizaría como parte del tratamiento de quimiorradiación para pacientes con cáncer de orofaringe (cabeza y cuello).
Dr. Steven Frank: “Los resultados de este ensayo proporcionan evidencia de IMPT como un nuevo enfoque de tratamiento estándar para el tratamiento de tumores de cabeza y cuello”
A diferencia de los fotones, los protones tienen masa y el cuerpo humano puede detenerlos. Esto permite que la radiación de protones se administre específicamente al área objetivo, limitando la cantidad que llega a los tejidos normales cercanos. Este ensayo que inscribió a 440 pacientes en 21 sitios en los Estados Unidos representa el ensayo aleatorizado de fase III más grande hasta la fecha para investigar la terapia de protones en comparación con la radiación tradicional.
El Dr. Steven Frank, profesor de Oncología Radioterápica y director ejecutivo del Instituto de Terapia de Partículas del Centro Oncológico MD Anderson de la Universidad de Texas afirmaba “Los resultados de este ensayo aleatorizado multicéntrico de fase III proporcionan evidencia de IMPT como un nuevo enfoque de tratamiento estándar para el tratamiento de tumores de cabeza y cuello”. Frank será el encargado de presentar estos resultados en la Reunión Anual de 2024 de la Sociedad Estadounidense de Oncología Clínica (ASCO). “Esto es importante para los pacientes, ya que representa una opción curativa y desintensificada en comparación con la radioterapia tradicional” añade el doctor.
Respecto a la tasa de supervivencia libre de progresión, la terapia de protones no fue estadísticamente inferior al tratamiento a la radiación tradicional
Con una mediana de seguimiento de tres años, la tasa de supervivencia libre de progresión (SSP) fue del 83 % y del 83,5 % para la terapia de protones y el tratamiento de radiación, respectivamente, y la terapia de protones fue estadísticamente no inferior a la radiación tradicional. Hubo una reducción significativa de la desnutrición con IMPT, ya que el 24 % de los pacientes mantuvieron su nutrición con menos del 5 % de pérdida de peso durante el tratamiento en comparación con el 14 % de los que recibieron IMRT. Además, hubo una reducción significativa de la dependencia de la sonda de alimentación con IMPT del 28 %, en comparación con el 42 % con IMRT.
“Resultados alentadores como estos demuestran los beneficios de la terapia de protones y, con suerte, ayudarán a allanar el camino para un mayor acceso para los pacientes que lo necesitan” concluye el Dr. Frank.