Redacción
La inteligencia artificial (IA) puede determinar con mayor precisión qué pacientes responderán a un tratamiento, ya sea farmacológico o no farmacológico, mejorando la eficacia y precisión del tratamiento. Esa es la hipótesis que se analizó en el webinar ‘Inteligencia Artificial en la práctica clínica: ¿una opción en dolor crónico?’, organizado por Grünenthal Pharma y Tonic App.
El propósito de esta formación era acercar la IA a los profesionales de la salud que tratan el dolor crónico. De esta forma, se mostró cómo la IA puede mejorar el diagnóstico y tratamiento de los pacientes y cómo integrarla de manera ética y racional en la práctica clínica.
El manejo de la migraña y la telerrehabilitación, algunos ejemplos de cómo usar la inteligencia artificial en el dolor crónico
Aplicaciones de la IA para tratar el dolor crónico
El Dr. Josué Fernández Carnero, profesor y director del Departamento de Fisioterapia, Terapia Ocupacional, Rehabilitación y Medicina Física en la Universidad Rey Juan Carlos, explicó que la IA podría ser muy beneficiosa para personas con migraña, ya que permite predecir episodios y establecer tratamientos anticipadamente.
Otra aplicación es la telerrehabilitación, donde se analiza el movimiento del paciente para asegurar que realiza los ejercicios correctamente. Además, la IA puede determinar la intensidad del dolor mediante el análisis de gestos faciales con una precisión del 95%, y es especialmente útil en pacientes con alzhéimer, autismo o niños. También se han hecho avances significativos en el tratamiento del dolor neuropático y lumbar.
Daniela Seixas (Tonic App): “Aquellos médicos que más adoptan la IA, suelen conocer menos sobre ella”
En la práctica clínica, permite el análisis y procesamiento avanzado de datos, la creación de modelos predictivos en investigación clínica y la optimización de procesos en la industria farmacéutica. Algunos algoritmos han automatizado tareas repetitivas con éxito similar al de los especialistas.
Desafíos de la IA en la práctica clínica
El Dr. Pablo Menéndez Fernández-Miranda, radiólogo del Hospital Universitario Rey Juan Carlos, destacó el desafío que enfrentan los profesionales sanitarios al adquirir nuevos conocimientos alejados de los propiamente médicos para usar racionalmente estas herramientas. Según el Dr. Menéndez, “los dilemas éticos que surgen de la participación de sistemas no humanos en el cuidado de los pacientes plantean un nuevo escenario con preguntas inéditas para la filosofía moral”, donde los desarrolladores de IA y los profesionales de la salud deben trabajar conjuntamente.
De hecho, estudios recientes indican que la principal preocupación de los médicos respecto al uso de la IA es la deshumanización de la profesión, señalada por un 40% de los profesionales. Otras preocupaciones incluyen la falta de regulación (35%) y la precisión de las respuestas (15%).
Daniela Seixas, CEO de Tonic App, subraya que hay una relación inversa entre la adopción de la IA y el conocimiento de los médicos sobre esta tecnología: “aquellos que la adoptan más, suelen conocer menos sobre ella”. En España, los médicos entre 25 y 35 años y los mayores de 65 son los que más utilizan la IA. Además, dos tercios de los 15.000 médicos que han comenzado a usarla son hombres.