Incorporar las terapias avanzadas, adaptarse a la automatización y el enfoque One Health, retos para las direcciones médicas

Según el Documento 40 Ideas Claves en Gestión de las Direcciones Médicas, realizado por la Fundación Española de Directivos de la Salud (Fundación Sedisa)

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Redacción
Actualmente, las direcciones médicas enfrentan varios retos significativos: adaptarse al nuevo paradigma de las terapias avanzadas, fomentar el uso de análisis de datos en investigación y salud; mejorar el manejo integral de enfermedades crónicas; promover la sostenibilidad y la prevención en la salud a través del enfoque One Health; enfocarse en la prevención como estrategia clave en la gestión sanitaria y colocar al paciente como eje principal de la atención médica. Así lo recoge el documento 40 Ideas Claves en Gestión de las Direcciones Médicas, realizado por la Fundación Sedisa, que recoge las conclusiones más relevantes del III Encuentro de Direcciones Médicas.

El documento ha contado con la participación de más de 30 profesionales, con el objetivo “de continuar difundiendo las necesidades y retos a las que se enfrentan las direcciones médicas”, destaca Joaquín Estévez Lucas, presidente de la Fundación Sedisa. “Hay una gran necesidad de actualizar el Plan de abordaje de las Terapias Sanitarias Avanzadas marcada por la participación creciente de los ensayos académicos relacionados con terapias avanzadas y la necesidad de expansión de estas terapias a otras áreas médicas, como el sistema nervioso y las enfermedades infecciosas”. Este reto supone un desafío, pero también una oportunidad para toda la organización. Un ejemplo de ello es la necesidad de coordinación de los servicios implicados en las terapias CAR-T, “apareciendo como necesario la constitución de un comité clínico”.

Por otro lado, “es de suma importancia asegurar la financiación, evitar desigualdades, consolidar el programa en los hospitales, evitar el miedo al alto coste, mejorar el proceso de derivación y mejorar aspectos regulatorios de calidad”. También es necesario tener en cuenta la importancia del farmacéutico hospitalario, que se posiciona con un miembro indispensable dentro del equipo.

La Fundación Sedisa realiza un documento con las ideas claves de la gestión de las direcciones médicas, tal y como se expuso durante el III Encuentro de Direcciones Médicas

Las nuevas tecnologías tienen un gran impacto en la sociedad, y también en el mundo sanitario. Por ello, “la medicina tiene que transformarse ya que es necesario adaptarse a la automatización y estar preparados para los cambios que se deben realizar en la formación médicas y las prácticas clínicas”. Es necesario poner en valor la investigación y la innovación, siendo necesario priorizarla en el ámbito de la gestión sanitaria.

Se debe implicar la corresponsabilización de todos los agentes, la atención a la cronicidad, la pluripatología, la salud mental, los cuidados paliativos, actuar con decisión, garantizar la equidad, incorporar el desarrollo tecnológico y que cuente con un liderazgo clínico”. Además de todo ello se debe pensar en los resultados reportados por el paciente (Proms) en pacientes con múltiples patologías, que permiten que existan una recolección bidireccional con los pacientes y se van a integrar herramientas de inteligencias artificial.

La cronicidad ocupa un papel fundamental en los desafíos de las direcciones médicas. “Se debe implementar un modelo de atención integral, garantizando la continuidad asistencial y la atención a la vulnerabilidad, destacar la importancia del trabajo multidisciplinar e interdisciplinar, la formación, la investigación y la necesidad de un cambio de pensamiento y valentía para transformar el sistema sanitaria”. El camino debe ser el de ir hacia un modelo de atención centrado en la persona destacando la transición hacia un enfoque de atención sociosanitaria, priorizando las necesidades individuales. “Este abordaje tiene que ir de la mano de la prevención, y diagnóstico temprano de enfermedades crónicas para ofrecer de los pacientes un mejor manejo de su enfermedad”.

Otros de los desafíos identificados son fomentar el uso de análisis de datos en investigación y salud, mejorar el manejo integral de enfermedades crónicas, enfocarse en la prevención y colocar al paciente en el centro de la atención

La resistencia a antibióticos es clave, sobre todo por su alto impacto en la mortalidad, lo que hace necesario poner en primer plano el abordaje One Health. “Se debe realizar una concienciación pública sobre la resistencia a los antimicrobianos, así como tener en cuenta la sanidad en el mundo animal, plantas, ecosistemas”. Los profesionales deben adquirir competencias digitales que les permitan adaptarse al cambio tecnológico y satisfacer las demandas en promoción del desarrollo promocional. “Afrontar el cambio que necesita el sistema pasa por el liderazgo gestor y la creación de espacios para trabajar en proyectos de mejora”.

No solo resulta esencial el papel de los directivos, sino que los pacientes tienen un papel esencial. “Deben considerarse agentes activos en su atención médica, teniendo en cuenta sus opiniones y determinantes sociales de la salud, así como darle más participación al paciente”.

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