Redacción
El equilibrio de la microbiota intestinal es crucial para una buena digestión, absorción de nutrientes, fortalecimiento del sistema inmunológico, prevención de enfermedades y el desarrollo adecuado del sistema nervioso. Durante el verano, se recomienda que la microbiota intestinal esté preparada para enfrentar un mayor número de patógenos, especialmente en la etapa infantil. Una dieta rica en probióticos es fundamental para reducir los síntomas de problemas gastrointestinales, como los trastornos funcionales asociados al dolor abdominal no especificado.
Es recomendable que la microbiota intestinal esté preparada para enfrentar un mayor número de patógenos durante el verano, especialmente en la etapa infantil
“Los probióticos son muy beneficiosos para restaurar el equilibrio de la microbiota intestinal y pueden ser un remedio efectivo para la diarrea infantil, la intolerancia a la lactosa o los síntomas del Síndrome del Intestino Irritable (SII)”, destaca la Dra. Ana Ortiz, gerente del área de Salud de Farmasierra.
El yogur y el kéfir son ejemplos conocidos de alimentos probióticos, pero también existen otros como los pepinillos, las aceitunas, el queso crudo, el pan de masa madre y el suero de mantequilla. Estos alimentos no solo contribuyen a la salud intestinal, sino que también aportan una variedad de vitaminas, aminoácidos y proteínas. Además, su efectividad se potencia cuando se combinan con alimentos prebióticos, que alimentan a las bacterias probióticas, creando un efecto simbiótico que mejora naturalmente la microbiota intestinal. Verduras como las alcachofas, cebollas, puerros y espárragos, así como cereales integrales como el arroz, son considerados prebióticos.
Dra. Ana Ortiz: “La suplementación con probióticos ayuda a mejorar todo el conjunto de síntomas gastrointestinales crónicos o recurrentes”
En caso de que la dieta no aporte suficientes probióticos, la Dra. Ortiz recomienda, además de tener una alimentación equilibrada, “la suplementación con, por ejemplo, la cepa Bifidobacterium longum 35624, que ayuda a mejorar todo el conjunto de síntomas gastrointestinales crónicos o recurrentes relacionados con el Síndrome de Intestino Irritable, y en los trastornos gastrointestinales funcionales que cursan con dolor abdominal no especificado”. Así, la suplementación adecuada puede ser una herramienta efectiva para mantener la salud intestinal de los niños durante el verano.