Dra. María Ángeles Medina: “Los nuevos tratamientos en primera línea para leucemia linfocítica crónica están consiguiendo mejores resultados en salud”

Coordinadora de la Unidad de hematología y hemoterapia en el Hospital Costa del Sol de Marbella

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Cristina Cebrián
Irene Riera (Vídeo)
La investigación clínica que se está llevando a cabo sobre la leucemia linfocítica crónica ha abierto la puerta a nuevas alternativas terapéuticas que resultan más específicas y dirigidas a la eliminación selectiva de los linfocitos tumorales y que intentan modificar la evolución de la enfermedad.

Los clínicos que tratan esta patología están observando un aumento de la eficacia con las nuevas estrategias de tratamiento en primera línea. En concreto, se ha logrado aumentar la supervivencia libre de progresión (SLP) e incluso la supervivencia global (SG) en algunos casos, tal y como explica a iSanidad la Dra. María Ángeles Medina, coordinadora de la Unidad de hematología y hemoterapia en el Hospital Costa del Sol de Marbella y una de las coordinadoras de las XII Jornadas sobre Neoplasias Linfoides 2024, organizadas recientemente en Córdoba por Johnson & Johnson Innovative Medicine.

Además, la hematóloga destaca que los nuevos fármacos diana se toleran mucho mejor al resultar menos tóxicos, en comparación con los regímenes con inmunoquimioterapia (quimioterapia convencional y anticuerpos monoclonales) que se venían utilizando hasta ahora.

¿Qué resultados se están viendo tras la aplicación de nuevas estrategias de tratamiento en primera línea para la leucemia linfocítica crónica?
Con estos nuevos tratamientos estamos viendo un aumento de la eficacia. Es decir, hemos conseguido aumentar la supervivencia de los pacientes, tanto la SLP, como la SG en algunos casos. En general, esto se produce con regímenes de tratamiento mucho mejor tolerados porque son menos tóxicos, por lo que realmente se están consiguiendo mejores resultados en salud, si lo comparamos con los resultados previos que recibían estos pacientes.

En la última década se han aprobado los nuevos fármacos diana, dirigidos contra el linfocito tumoral de la LLC, y se ha conseguido utilizar regímenes libres de tratamiento con quimioterapia

¿Cómo ha cambiado el abordaje de la LLC con el uso de regímenes de tratamiento libres de quimioterapia, como los fármacos diana?
En los últimos 10 años el tratamiento de la LLC ha cambiado radicalmente. Antes se utilizaban regímenes con inmunoquimioterapia (quimioterapia convencional y anticuerpos monoclonales). En esta última década, dado que se ha profundizado mucho en el conocimiento de la enfermedad y se han aprobado los nuevos fármacos diana, dirigidos contra el linfocito tumoral de la LLC, se ha conseguido utilizar regímenes libres de tratamiento con quimioterapia. Se trata de fármacos dirigidos a la célula tumoral y esto ha cambiado radicalmente el tratamiento de los pacientes.

¿Qué ventajas presentan estas terapias para los pacientes, frente a tratamientos tradicionales como la inmunoquimioterapia?
Tienen múltiples ventajas. En primer lugar, la eficacia. Son fármacos más eficaces que aumentan la SLP y la SG en algunos casos, con lo cual tenemos mejores resultados. En segundo lugar, son fármacos mucho más seguros y menos tóxicos, por lo que el paciente va a vivir más tiempo y va a vivir mejor. Esto significa que va a tener que realizar menos visitas al hospital, va a tener menos efectos secundarios y va a poder conciliar mucho mejor su vida laboral y su vida familiar, con todo lo que conlleva su enfermedad. Con lo cual, el paciente también va a tener mucha menos sensación de enfermedad.

Los pacientes con edad avanzada también se benefician de este tipo de terapias porque estos tratamientos son válidos y se pueden administrar en pacientes mayores

En el caso de pacientes de edad muy avanzada, ¿de qué forma se benefician de esta innovación terapéutica?
Los pacientes con edad avanzada también se benefician de este tipo de terapias porque estos tratamientos son válidos y se pueden administrar en pacientes mayores. El motivo es que son menos tóxicos y, muchos de ellos, se administran por vía oral por lo que los pacientes mayores van a ser candidatos subsidiarios de recibir estos tratamientos, que muchas veces son limitados en el tiempo. Ya contamos también con  combinaciones de tratamientos que son limitadas en el tiempo, durante un periodo fijo, y que también permite usarlo en pacientes mayores con bastante seguridad.

¿Qué desafíos plantea el abordaje de la LLC en pacientes mayores que presentan otras comorbilidades y tratamientos de base?
Lo que ocurre con los pacientes mayores es que tienen comorbilidades, por lo que también toman otros medicamentos para tratar estos procesos que les acompañan. En este sentido, hay que tener cuidado a la hora de elegir qué tratamiento es el mejor para estos pacientes con LLC, de manera que sea compatible con el resto de tratamientos que el paciente ya toma. También debemos estar atentos para que no se produzcan toxicidades ni interacciones que imposibiliten la administración de ambos tipos de tratamiento. Todo esto supone un reto al que nos enfrentamos, pero, afortunadamente, se van desarrollando estrategias para poder tratar bien a estos pacientes.

Todavía hay muchos ensayos clínicos en curso que nos van a dar respuesta a muchas cuestiones pendientes sobre nuevas combinaciones y estrategias de tratamiento para la leucemia linfocítica crónica

¿Es posible establecer una medicina personalizada a cada tipo de paciente con LLC? ¿Qué hace falta para lograrlo?
Deberíamos conseguir, para todas las enfermedades, hacer una medicina de precisión, una medicina individualizada para cada tipo de paciente de manera que les administremos el tratamiento más seguro, pero también el más eficaz.

Tenemos que conjugar ambas cosas y para ello lo que hace falta es conocer bien cuál es el riesgo del paciente, cuál es el riesgo biológico, cuáles son sus alteraciones citogenéticas y moleculares que definen la enfermedad y conocer cuáles son todas las circunstancias que acompañan al paciente, como otras comorbilidades y otros tratamientos que se le administran al paciente.

Por último, debemos conocer las circunstancias sociales de cada paciente. Esto es, si puede acudir al hospital, si tiene apoyo familiar, etc. Todo esto va a condicionar el tipo de tratamiento que mejor podamos adaptar al paciente. Será como confeccionar un traje a medida para el paciente.

¿Qué retos plantea la individualización del tratamiento, teniendo en cuenta las características de la enfermedad y del propio paciente? ¿Cómo pueden superarse estos retos?
Quedan muchos aspectos por conocer sobre la LLC, ya que se trata de una   enfermedad heterogénea y debemos conocer bien cuál es el riesgo de cada paciente. Además, todavía hay muchos ensayos clínicos en curso que nos van a dar respuesta a muchas cuestiones que todavía tenemos pendientes sobre nuevas combinaciones y estrategias de tratamiento. Por tanto, los retos fundamentales son conocer bien el riesgo de la enfermedad y seguir profundizando en los datos de los estudios que todavía tenemos pendientes.

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