Redacción
Un urólogo del Hospital Clínico San Carlos, perteneciente a la red sanitaria pública de la Comunidad de Madrid, coordina un proyecto europeo que aplica big data para el diagnóstico y tratamiento de personas con cáncer de próstata, el más prevalente en hombres, en el que participan médicos, pacientes, ingenieros y data manager para ofrecer respuestas a las cuestiones más importantes sobre esta enfermedad y mejorar la toma de decisiones, optimizando el cuidado de los pacientes y de sus familiares.
El proyecto, denominado Pioneer Big Data, forma parte de la red europea de excelencia en el área de la investigación en cáncer de próstata y busca dar respuesta a preguntas que se escapan a la evidencia científica, ya que “mediante la recopilación y el análisis de grandes cantidades de datos sanitarios anonimizados de miles de pacientes en todo el mundo, pretende descubrir patrones ocultos y perspectivas sobre la enfermedad que no pueden ser respondidas mediante los ensayos clínicos convencionales”, explica el urólogo del Hospital Clínico San Carlos, y coordinador del proyecto, Juan Gómez Rivas.
Este proyecto ha descubierto que aproximadamente el 25% está infratratado y no recibe el tratamiento estándar
Una de las preguntas de este proyecto de investigación ha ayudado a caracterizar a los pacientes con cáncer de próstata metastásico en la vida real, y se ha descubierto que, aproximadamente el 25% está infratratado y no recibe el tratamiento estándar, al estar tan sólo con una línea de tratamiento, según los resultados presentados en varios congresos científicos internacionales, como los de las asociaciones europea y americana de Urología y la Sociedad Europea de Oncología Médica. “Con este estudio hemos observado que los pacientes que forman parte de los estudios clínicos suelen ser más mayores y tienen más comorbilidades y efectos adversos de lo que dice la literatura médica, existiendo diferencias entre éstos y los pacientes en un contexto real”, explica el urólogo del Clínico San Carlos, Juan Gómez Rivas.
La plataforma empleada para desarrollar el proyecto representa un avance significativo en la lucha contra el cáncer de próstata a nivel mundial, ya que une diversas fuentes con más de tres millones de datos demográficos, epidemiológicos, genómicos, tratamientos, registros médicos electrónicos o ensayos clínicos entre otros, procedentes de hospitales, institutos de investigación o biobancos, y ofrece una visión general y amplia sobre esta enfermedad. Este enfoque “no sólo ofrece la visión descrita anteriormente, sino que también contribuirá a mejorar nuestra comprensión sobre ella y ayudará a desarrollar estrategias de tratamiento más precisas y personalizadas para los pacientes, usando datos de vida real”, continúa Gómez Rivas.
Esta plataforma tiene la capacidad de predecir si los pacientes de cáncer de próstata van a fallecer en los próximos años, con un 75% de precisión, combinando datos reales con la información de big data
Uno de los desarrollos que ha permitido esta plataforma hasta el momento es el de un modelo predictivo para ayudar a seleccionar el tratamiento más eficaz para los pacientes según sus características, que tiene la capacidad de predecir si van a fallecer en los próximos años, con un 75% de precisión, combinando datos reales con la información de big data.
El coordinador de este estudio, y urólogo del Hospital Clínico San Carlos, de la Comunidad de Madrid, Juan Gómez Rivas, enumera las ventajas que podría ofrecer este proyecto: “supone avanzar en la investigación al tener acceso a gran cantidad de datos anónimos, lo que facilitará una investigación profunda que puede llevar a conocer mejor la enfermedad y proponer nuevas perspectivas sobre su progresión y opciones de tratamiento más eficaces”.
Va a posibilitar una personalización de la atención sanitaria en función de las características de cada paciente de cáncer de próstata
Por otro lado, “va a posibilitar una personalización de la atención sanitaria en función de las características de cada paciente gracias a la determinación de perfiles de riesgo genético, conocer mejor el impacto de las comorbilidades y la esperanza de vida y la actualización de los principales tratamientos, además de una colaboración entre diferentes instituciones y actores del sistema sanitario, lo que podría permitir un enfoque más integral y colaborativo para el abordaje de esta enfermedad”, prosigue Gómez Rivas.