Redacción
La combinación de tomografía computerizada (TAC) de baja dosis y la tomografía por emisión de positrones (PET) es una herramienta diagnóstica eficaz para detectar el cáncer de pulmón en edades tempranas entre receptores de trasplante hepático, según destaca una de las conclusiones de la tesis doctoral realizada por la radióloga de la Clínica Universidad de Navarra (CUN) Meylin Caballeros.
La tesis de Caballeros estudia los datos más exhaustivos conocidos hasta el momento sobre un programa de detección precoz y sus consecuencias sobre una población de 124 receptores de trasplante hepático. Según concluye, el empleo de esta técnica combinada “reduce los procedimientos invasivos innecesarios en su abordaje, mejorando también el tratamiento con intención curativa en la mayoría de los casos”.
La tesis ha confirmado que las personas con un trasplante hepático tienen mayor riesgo de padecer un cáncer de pulmón, y que su inclusión en un programa de cribado detecta la enfermedad en estadios “potencialmente curables”
La tesis ha confirmado que las personas con un trasplante hepático tienen mayor riesgo de padecer un cáncer de pulmón, y que su inclusión en un programa de cribado detecta la enfermedad en estadios “potencialmente curables”. En concreto, entre los 124 pacientes analizados entre 2007 y 2021, la incidencia del tumor fue del 9,7 por ciento, muy por encima de lo publicado para la población general, que ronda el 1,5 por ciento. “En el estudio basal se identificaron 31 nódulos sólidos de tamaño mayor o igual a 5 milímetros, de los cuales dos fueron cáncer. Durante el seguimiento se han diagnosticado otros diez cánceres más”, ha subrayado Caballeros.
Además de los 124 pacientes trasplantados hepáticos, los resultados de esta investigación han tenido en cuenta también el estudio de un grupo de control de 485 fumadores no inmunosuprimidos. Como ha explicado Caballeros, “comparando a estos fumadores con los trasplantados se ha observado que aquellos que consumen más de 35 paquetes de tabaco al año tienen más riesgo de padecer cáncer de pulmón y que, tras el diagnóstico del tumor, no hubo diferencias en la supervivencia entre ambos grupos. Este dato avala la utilidad del cribado entre esta población de pacientes”.
Además de los 124 pacientes trasplantados hepáticos, los resultados de esta investigación han tenido en cuenta también el estudio de un grupo de control de 485 fumadores no inmunosuprimidos
El estudio demuestra a su vez que los receptores de trasplante hepático tienen mayor prevalencia de factores de riesgo cardiovascular y de calcificaciones coronarias que los fumadores no inmunosuprimidos.