La Junta Directiva pilla a López Arribas “con las manos en la masa”

Los síntomas de corrupción del Colegio están identificados con Sonia López Arribas y Asun Rosado, que es la voz de Miguel Angel Sánchez Chillón. Ya se ha comprobado y se tiene la documentación necesaria para demostrarlo, por eso la presidenta se ha enfrentado al resto de la Junta Directiva, porque no le han seguido en su “desenfrenado gasto”.

Lo primero que hizo López Arribas fue engañar al resto de la Junta Directiva, a los compromisarios y al resto de la colegiación, al obligar a que entrara su “amiguito” Antonio Mora con un sueldo de 150.000 euros, aseguró que era una imposición del Ejército y que era miembro del CNI. Juntos se gastaron el dinero de los médicos en restaurantes, taxis, parkings, hoteles, móviles, tablets… y ahora ella no encuentra la forma de justificar tanto “desbarajuste”, no lo ha hecho y no lo puede hacer. Lo que sí puede hacer, y está haciendo, es revolverse “a muerte” para descalificar a quien la ha pillado.

Ella misma percibió que necesitaba alguien que la apoyara con sus “tejemanejes”, y se buscó a lo “más florido” de la profesión, alguien como Miguel Angel Sánchez Chillón, una persona muy hambrienta de ocupar el Colegio. El tándem Sánchez Chillón-López Arribas se ha convertido en todo un ejemplo de “honestidad”. Del primero ya se sabe que ha utilizado el dinero del Colegio para fines personales, sin pudor. Su pareja, Asun Rosado, lo ha reconocido y, en un tono “extraño”, parece considerarlo habitual.

El nuevo equipo que está montando Sánchez Chillón para llegar al Colegio está lleno de viejos amigos que están perdiendo con la nueva situación. En primer lugar López Arribas, que entre sus habilidades también parece encontrarse proponer contrataciones de personal con pagos en negro. También se cuenta con Antonio Mora, reputado gestor de sus propios intereses, Concepción Millana, que con la llegada del equipo actual perdió sus retribuciones colegiales anteriores, Asun Rosado, que tiene la desfachatez de asegurar que cuando más “tuits” envía es durante las horas de consulta y León Siboni, que en épocas anteriores tuvo también una trato preferencial para mejorar notablemente su situación económica.

El nuevo grupo tiene preparada la “estrategia del calamar”, es decir, recubrir todo de tinta oscura para que nadie vea lo que se está haciendo. Demandas, correos, tribunas de opinión, reuniones, espías, asambleas… siempre distrayendo para que nadie se fije en lo que sucede de verdad.

¿De verdad que estas personas son las que van a traer el prestigio profesional al Colegio?
..Dr. Julio González Iglesias

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