Los pediatras de AP proponen implicarse en el alivio de los sufrimientos de enfermedades irreversibles como alternativa a la eutanasia

La Sociedad Española de Pediatría Extrahospitalaria y Atención Primaria (SEPEAP) se ha manifestado públicamente ante las recientes medidas de despenalización de la eutanasia de menores en Bélgica. Coincidiendo además con la celebración del 15 de febrero como día internacional del cáncer infantil, los pediatras de Atención Primaria han mostrado su participación en el debate por la nueva decisión belga de ampliar la ley que regula la muerte asistida en su país.

El Dr. Antonio Rodríguez Nuñez, pediatra y asesor de la Junta Directiva de la SEPEAP, afirma que “la atención a las enfermedades de los niños ha mejorado de forma considerable en las últimas décadas”, y a pesar de que no se haya conseguido eliminar el sufrimiento de todo tipo de enfermedades, “los avances técnicos han permitido que cada vez más niños sobrevivan a enfermedades mortales”. Se ha avanzado en el tratamiento de problemas derivados de la prematuridad extrema, enfermedades como el cáncer infantil, así como traumatismos o encefalopatías, entre otros.

Asimismo, resalta que uno de los fines de la medicina consiste “en caso de no poder curar, al menos sí aliviar”, y en este caso, los pediatras tienen como objetivo mejorar significativamente la calidad de vida del niño enfermo, para que éste se integre en su medio familiar, social y escolar, pese a que sufran enfermedades crónicas o incurables.

En cuanto a la nueva regulación de eutanasia infantil de Bélgica, el Dr. Rodríguez Nuñez afirma que la capacidad del paciente es un elemento clave, y el consentimiento informado debe estar sujeto a la capacidad del paciente que “no siempre es fácil de reconocer”. Además, recuerda que la única legislación en la que se consideraba hasta ahora la eutanasia infantil era en Holanda, poniendo como límite para su aplicación los 12 años de edad. La regulación belga no ha establecido una edad de límite, pudiendo aplicar la eutanasia en niños pequeños y bebés. Desde hace años, se puede utilizar en situaciones de acuerdo entre profesionales y familiares, la “limitación del esfuerzo terapeútico”. No obstante, para la decisión de provocar la muerte de un niño, esta cuestión se complica y “hace muy difícil su aplicación en los niños pequeños, si el proceso de consentimiento informado se realiza de forma adecuada”.

En este debate, el Dr. Rodríguez Nuñez, además experto en bioética y Vocal de la Comisión Gallega de Bioética, ha afirmado que se deberían detectar los problemas clínicos tratables o controlables con los recursos técnicos disponibles, para eliminar las peticiones por la inexistencia de cuidados insuficientes. Asimismo, se debería explorar posibles “cursos intermedios de acción”, como la intensificación de cuidados paliativos, o que estos tuvieran lugar en el domicilio del niño para que éste se encuentre acompañado por sus seres queridos, rodeado de la intimidad y calidez de su hogar. La importancia de buscar otras posibilidades frente a la eutanasia infantil, puede llegar a suponer que se “consiga una calidad de vida lo suficientemente digna como para que ni el paciente ni su familia vieran en la muerte la única opción”.
..Débora Rey

Opinión

Multimedia

Economía

Accede a iSanidad

Síguenos en