Juan León García
La renovación del parque tecnológico sanitario español es una historia de “éxito” en la que la colaboración entre distintos actores del sistema sanitario y la inyección de fondos provenientes del Plan Inveat (Inversión en Equipos de Alta Tecnología), con casi 800 millones de euros, han sido elementos clave, describe Francisco Vázquez González, presidente del Sector de Tecnología y Sistemas de Información Clínica de la Federación Española de Empresas de Tecnología Sanitaria (Fenin). Una vez finalizado este el pasado 31 de diciembre, la organización hizo balance a principios de este julio y, acto seguido, se reunió con la ministra de Sanidad, Mónica García, para seguir trabajando en nuevas líneas de inversión, como el esperanzador Plan de Acuerdos Marco de Equipos de Alta Tecnología Sanitaria del Ingesa (Plan AMAT-I).
¿Qué balance hacen desde Fenin tras finalizar el Plan Inveat?
El informe del Perfil Tecnológico Hospitalario, en esta edición, tiene alta vinculación a Inveat. Consideramos que ha sido un éxito rotundo porque hemos conseguido avanzar muchísimo con respecto al parque tecnológico que teníamos hace unos años, basado en el informe que se lanzó en 2019 y, posteriormente, en 2021, y donde se demostraba que el grado de obsolescencia era muy elevado.
Por otra parte, el nivel de colaboración entre el ministerio de Sanidad, las sociedades científicas y Fenin es muy bueno. Por eso consideramos que el plan fue exitoso y un paso adelante muy importante.
“Necesitamos que se siga invirtiendo y mirando a esas otras tecnologías que no han tenido cabida en el Inveat”
¿Qué aspectos ha mejorado claramente esta iniciativa para renovar el parque tecnológico sanitario de España?
Nosotros seguimos unas reglas europeas que nos propone Cocir (su homóloga a nivel europeo), las Golden Rules. Estas indican que el 60% de equipos deben tener entre 0 y 5 años; el 30%, entre 5 y 10 años, y el 10% o inferior, más de 10 años. Esos estándares son los que buscamos para el Sistema Nacional de Salud (SNS).
En muchos de los casos estamos, en la primera gama, muy cerca del 60%. Es un objetivo muy importante, aunque es cierto que para nosotros el objetivo final es la obsolescencia cero. Es decir, que no haya ningún equipo, o el menor número de dispositivos posibles, con más de diez años de antigüedad.
¿Cuáles son los aspectos que desde la industria creen que se podrían haber mejorado?
El Plan Inveat ha sido de un gran soporte, con mucho dinero (796 millones). Se han instalado más de 850 equipos (851 en concreto), pero no ha cubierto todas las tecnologías que tenemos en el parque instalado de nuestro sistema sanitario nacional.
Con lo cual, necesitamos que se siga invirtiendo y mirando a esas otras tecnologías que no han tenido cabida en el Inveat. Porque, si se mira el informe, en algunas de ellas no se llegan a cubrir las Golden Rules, y ese 60% de equipos con menos de cinco años está muy lejos de conseguirse.
“Los equipos de radiología convencional, mamografía y ecografía son áreas con carencia pero con tecnologías muy relevantes que es necesario que se invierta en ellas”
Radiología convencional es una de las áreas con carencia (está en un 25% respecto al 60% que buscamos); mamografía, que está muy por debajo del 60%; ecografía. Son tecnologías muy relevantes que es necesario que se invierta en ellas. No es que no se invierta en ellas por una cuestión económica (puede ser de limitación presupuestaria) sino que hay que decidir al final, y los equipos que se han adquirido a través de Inveat son de alta tecnología, y de mayor coste quizá.
¿Por qué se han priorizado unos u otros? La demanda asistencial ha pesado mucho en esa decisión, y las comunidades autónomas han jugado un papel muy relevante, porque ellas han sido las que han comunicado a Sanidad sus necesidades prioritarias. Y, a raíz de eso, fue cuando el ministerio ha decidido y elegido las tecnologías que en la capacidad presupuestaria tenían la capacidad de entrar.
Sobre el nivel de obsolescencia del parque tecnológico, que era alto antes de Inveat, ¿en qué posición coloca a nuestro país respecto a los vecinos europeos?
No tenemos una visión general porque la agregación de datos por equipos es muy diferente. Sí que es cierto que, habiendo dado un paso adelante muy relevante con tecnologías como resonancia magnética (RM), tomografía computarizada (TC) o aceleradores lineales, seguimos estando un poco por debajo a nivel europeo en los equipos de más de 10 años.
No tenemos el dibujo total porque no podemos agregar unas tecnologías con otras, pero podemos decir que estamos todavía con una necesidad de cubrir la obsolescencia de más de 10 años para posicionarnos en la media europea.
“Estamos todavía con una necesidad de cubrir la obsolescencia de más de 10 años para posicionarnos en la media europea”
¿En qué áreas médicas está más presente esta obsolescencia y en cuáles se ha dado un salto significativo?
El área de resonancia magnética, tomografía computarizada y aceleradores lineales. Son tres equipos muy relevantes en el día a día de la sanidad en España, y de mucha demanda asistencial. La ecografía es más generalista y tiene más ámbitos de cobertura en diferentes especialidades, mientras que estos son muy específicos, con un muy alto impacto en la Oncología.
¿Dentro de nuestro país hay brechas significativas entre comunidades?
No hay muchas diferencias entre autonomías, y parte del éxito de que sea así es la colaboración. Sanidad ha solicitado a las comunidades autónomas que les hagan su plan de necesidades. En paralelo, ha trabajado con las sociedades científicas y con Fenin (industria tecnológica) para generar un plan que cubriese el mayor espectro y capacidad de necesidades posible. Con lo cual, el estándar de las comunidades ha sido muy homogéneo, porque cada región ha decidido y ha cubierto sus necesidades.