Gema Maldonado
Lleva años preparándose, pero se inició a finales de 2023 y, siete meses después, el proyecto piloto de cribado de pulmón Cassandra, ha reclutado 170 personas de siete centros hospitalarios. Hasta ahora han realizado 59 pruebas de tomografía computerizada (TAC) de baja dosis, de los que ha salido un diagnóstico de cáncer de pulmón en estadio muy precoz (1A), seis casos con nódulos indeterminados que estarán en seguimiento y 13 casos de ateromatosis coronaria severa. “Sorprenden los resultados”, ha valorado el Dr. Juan Carlos Trujillo, cirujano torácico y uno de los coordinadores del proyecto, “se han necesitado 59 TAC para detectar el primer cáncer, es fácil que podamos detectar bastantes más casos en estadios precoces”.
Dr. Trujillo: “Sorprenden los resultados. Se han necesitado 59 TAC para detectar el primer cáncer, es fácil que podamos detectar bastantes más casos en estadios precoces”
Son datos muy preliminares y con una muestra de muy pequeño tamaño los que ha facilitado el también portavoz de la Sociedad Española de Cirugía Torácica (Separ) este martes en una jornada sobre detección precoz organizada por la iniciativa Lung Ambition Alliance (LAA) en el Congreso de los Diputados. Pese a lo pequeño de la muestra, que irá creciendo en los próximos meses, para los oncólogos, cirujanos y neumólogos que han participado en el encuentro ya resulta significativa.
Por el momento, solo están realizando las pruebas diagnósticas del proyecto, un TAC de baja dosis, espirometría y, en algunos casos, análisis de sangre, siete hospitales: tres madrileños, tres de Cataluña y el murciano Virgen de la Arrixaca. En los próximos meses se irán uniendo otros casi 40 centros más de 10 comunidades autónomas que está preparando la documentación necesaria. “En Donosti, Getafe (Madrid) y Salamanca están a punto de empezar”, ha señalado Trujillo.
Dr. Seijo: “No son criterios perfectos, hay estudios que muestran que un porcentaje de mujeres se queda fuera porque desarrollan antes el cáncer de pulmón”
Los resultados finales del piloto, que ideó Separ y al que se han unido otras 16 sociedades científicas que de alguna manera diagnostica o tratan el cáncer de pulmón, no llegarán hasta dentro de cinco años, con el objetivo de generar las evidencias científicas suficientes y la viabilidad necesaria para implantar en todo el Sistema Nacional de Salud (SNS) un cribado para este tipo de tumores como ya existen en el cáncer de mama o de colon.
Para ello, el proyecto Cassandra realiza una primera lectura mediante inteligencia artificial de las imágenes del TAC, cuenta con una base de datos consensuada y criterios de inclusión claros: personas a partir de 50 años, que hayan fumado a partir de 20 paquetes de cigarrillos al año y que lleven 15 años o más sin fumar. “No son criterios perfectos, hay estudios que muestran que un porcentaje de mujeres se queda fuera porque desarrollan antes el cáncer de pulmón”, ha reconocido el Dr. Luis Seijo, experto en la materia y coordinador también del proyecto Cassandra. Con el tiempo esperan intentar mejorarlos.
Un estudio europeo reciente sobre cribado en el que ha participado España muestra una supervivencia específica en cáncer de pulmón a los 10 y 20 años del 81% en pacientes detectados mediante TAC de baja dosis
Los especialistas llevan tiempo advirtiendo de que hay datos suficientes de estudios de otros países respecto a coste-efectividad para incorporar este cribado a la cartera común de servicios. A finales de 2023 se publicó la experiencia de cribado de la cohorte europea I-Elcap, en la que participa el Dr. Luis Seijo.
Los resultados indican una supervivencia específica en cáncer de pulmón a los 10 y 20 años del 81% en los pacientes a los que se les detectó un cáncer de pulmón mediante un TAC de dosis baja. El dato subía al 95% entre los diagnosticados en estadio 1A. La cohorte es amplia: se contabilizaron más de 89.000 personas y se diagnosticaron más de 1.250 casos de cáncer.
El Ministerio de Sanidad aún tiene ciertas dudas, aunque reconocen son “conscientes de que hay que avanzar en el cribado del cáncer de pulmón”
Pero el Ministerio de Sanidad aún tiene ciertas dudas, aunque reconocen son “conscientes de que hay que avanzar en el cribado del cáncer de pulmón”. La subdirectora General de Promoción de la Salud y Prevención, Estefanía García Camino, ha advertido de que se trata de un proyecto “complejo”, en el que falta por acordar, entre otras cosas, cómo coordinar a todas las comunidades en este momento para que avancen de forma homogénea.
“Entiendo que es difícil de entender desde fuera, pero un programa de cribado es mucho más complejo, implica tener muy bien definida la población diana, invitar a esa población a participar en equidad e implica recursos en todas las comunidades”, ha argumentado. Por otro lado, el informe preceptivo para poder introducir cualquier prestación en el SNS señaló “puntos que nos dicen que no hay suficiente evidencia científica”. Está pendiente la creación de un grupo de trabajo para resolver las dudas y organizar a las comunidades para que avancen de forma similar.
Para la consejera de Sanidad de Madrid, Fátima Matute, la “ausencia de voluntad política” del Ministerio es la causa de que no impulse el cribado
Las sociedades científicas esperan la formación de ese grupo desde hace más de siete meses, pero la falta de recursos en las áreas de Prevención y Salud Pública del Ministerio y las consejerías de Sanidad es, según García Camino, la razón del retraso. Sus efectivos están priorizando el desarrollo de un sistema de información para el cribado de cáncer de pulmón que les pueda servir también para otros cribados. Para la consejera de Sanidad de Madrid, Fátima Matute, la “ausencia de voluntad política” del Ministerio es la causa de que no impulse el cribado, y ha sacado pecho por ser la madrileña la primera comunidad en unirse al piloto Cassandra.
La pregunta ha lanzado en la jornada el Dr. Seijo es “cuánto estamos dispuestos a gastar en esta patología, que es la principal causa de muerte por cáncer”. Según los datos que ha dado, fruto de un estudio del Instituto de Salud Carlos III, el cribado de cáncer de pulmón tiene un coste de 2.500 euros por paciente y año ajustado a calidad de vida. “Estamos gastando muchísimo dinero en estadios avanzados y no vemos esta oportunidad de oro para salvar vidas en estadios primarios”, ha valorado.