Desconocimiento de la enfermedad renal crónica: la mayoría de personas no sabe que hay que controlar la ingesta de líquidos en verano

Una encuesta poblacional realizada por la Alianza Boehringer Ingelheim y Lilly desvela la percepción sobre los principales retos que enfrentan las personas con enfermedad renal crónica avanzada en los meses de calor

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Redacción
El equilibrio y el reto que supone controlar la ingesta de líquidos en verano para las personas con enfermedad renal crónica, además de difícil, es desconocido para el resto de la sociedad. Según datos del Barómetro Interconectados sobre enfermedades cardio-renal-metabólicas, solo uno de cada ocho españoles ve ese control en la ingesta de líquidos como el principal reto que tienen que afrontar estos pacientes en verano, una época en la que las altas temperaturas pueden afectar a la salud renal.

Solo uno de cada ocho españoles ve el control en la ingesta de líquidos como el principal reto que tienen que afrontar estos pacientes en verano

Es uno de los datos que revela la encuesta de población que ha realizado en España la Alianza de Boehringer Ingelheim y Lilly, con el aval social de Alcer, Cardioalianza y Fede. El barómetro forma parte de la campaña de concienciación social Es Cosa de 2, que busca dar a conocer entre la población general, pacientes y su entorno más próximo esta enfermedad crónica y lo importante que es diagnosticarla de forma temprana con dos pruebas médicas sencillas: una de orina y otra de sangre.

El bajo nivel de concienciación sobre la importancia de la hidratación adecuada puede contribuir al empeoramiento de la enfermedad renal crónica y aumentar el riesgo de complicaciones asociadas con el calor. El control de la ingesta de líquidos solo se percibe como el mayor desafío en un 13% de los hombres y en un 11% de las mujeres.

El 86% de los participantes en la encuesta sobre enfermedad renal crónica no considera que sea complicado seguir una dieta baja en sal y potasio en verano

De igual forma, mantener una dieta adecuada es un reto crítico para las personas con enfermedad renal crónica durante todo el año. Su régimen alimenticio requiere una cuidadosa limitación de la ingesta de sodio, potasio, fósforo y líquidos. Sin embargo, el 86% de los hombres y de las mujeres en España que han participado en el barómetro no considera que lo más complicado sea seguir una dieta baja en sal y potasio durante el verano.

Además, alrededor del 17% de las personas de 25 a 34 años y aproximadamente el 15% de las de 55 a 65 años cree que para las personas con ERC el reto más difícil es mantener estas restricciones dietéticas durante la época estival. Durante las vacaciones, se aumentan las comidas fuera de casa, lo que complica el control de la dieta. La oferta de alimentos en restaurantes y eventos sociales a menudo no se ajusta a las restricciones necesarias, lo que puede llevar a desajustes en su control nutricional.

Dra. Pérez de León: “El mayor peligro es la deshidratación, especialmente en olas de calor. La hipotensión y la hipotensión ortostática pueden empeorar la función renal al llegar menos sangre a los riñones”

Solo el 20% de los encuestados considera que mantenerse fresco y evitar el sobrecalentamiento es el mayor desafío para las personas con enfermedad renal crónica durante el verano. El calor puede provocar un aumento de sudoración, lo que es particularmente peligroso para las personas afectadas. Además, estos periodos de temperaturas cálidas extremas pueden inducir la aparición de situaciones de riesgo como la hipertermia y el golpe de calor.

El mayor peligro es la deshidratación, especialmente en olas de calor. En este sentido, hay que tener especial precaución en pacientes de edad avanzada, que pierden el sentido de la sed y son más susceptibles a este riesgo, por lo que es importante que sus familiares y cuidadores sean conocedores de esta condición y estén pendientes de la adecuada ingesta de líquidos y una adecuada hidratación del paciente. La hipotensión y la hipotensión ortostática (mareo al levantarse del sofá o de la cama) pueden empeorar la función renal al llegar menos sangre a los riñones”, afirma la Dra. Noemí Pérez de León, médico de familia y coordinadora del grupo de trabajo de Nefrourología de Semergen.

El equilibrio y la recomendación es que estos pacientes se mantengan hidratados bebiendo agua en pequeñas cantidades a lo largo del día bajo la supervisión de su médico, para evitar la sobrecarga de líquidos. También es esencial controlar regularmente los niveles de electrolitos y seguir las recomendaciones dietéticas del especialista para mantener el equilibrio necesario.

Es esencial controlar regularmente los niveles de electrolitos y seguir las recomendaciones dietéticas del especialista

Más de uno de cada cinco españoles cree que lo más complicado de manejar para las personas con esta patología en verano es asegurarse de tener acceso a servicios de salud. Durante este periodo, los pacientes podrían no contar con su especialista médico habitual. Sin esta atención de calidad, los pacientes pueden enfrentar dificultades para acceder a sus tratamientos regulares, como diálisis y la monitorización continua que su condición requiere.

“La enfermedad renal crónica no es una patología estacional y debe abordarse a lo largo de todo el año. Sin embargo, en los casos más avanzados de ERC, existen potenciales riesgos asociados a la época estival como los retos de la ingesta de líquidos. Desde la Alianza de Boehringer Ingelheim y Lilly, trabajamos por educar y concienciar sobre esta situación para que las personas afectadas puedan disfrutar de la mejor calidad de vida. Para ello, es muy importante que se realice el diagnóstico precoz, que es muy fácil de realizar en las personas que ya tienen algunos de los factores de riesgo, como hipertensión, diabetes u obesidad”, apunta Arantxa García, Head of Medical Affairs de Boehringer Ingelheim y portavoz de la Alianza Boehringer Ingelheim y Lilly.

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