Redacción
La reciente presentación del estudio VASA en el Congreso Ptcog de Singapur marca un hito en el tratamiento oncológico con protonterapia. La investigación, liderada por la Dra. Rosa Meiriño de la Clínica Universidad de Navarra, ha demostrado que este método avanzado de radioterapia no solo minimiza los efectos adversos en el sistema inmunológico, sino que también mejora significativamente la supervivencia de los pacientes con cáncer.
La protonterapia, a diferencia de la radioterapia convencional, utiliza protones en lugar de rayos X para destruir las células cancerosas. Este enfoque permite una mayor precisión en la administración de la dosis de radiación, lo que se traduce en menos daño a los tejidos sanos circundantes. Según el estudio VASA, uno de los aspectos más destacados de esta técnica es la reducción de la linfopenia, una condición que implica una disminución de linfocitos, esenciales para el funcionamiento del sistema inmunológico.
Durante el Congreso, la Dra. Meiriño expuso que los pacientes tratados con protonterapia presentan una menor incidencia de linfopenia en comparación con aquellos que reciben radioterapia tradicional. Este hallazgo es crucial, ya que una mejor conservación del sistema inmunológico no solo reduce el riesgo de infecciones y otras complicaciones, sino que también parece correlacionarse con una mayor tasa de supervivencia.
Los pacientes tratados con presentan una menor incidencia de linfopenia
El estudio VASA incluyó a un grupo diverso de pacientes, abarcando diferentes tipos de cáncer y etapas de la enfermedad. Los resultados mostraron que la protonterapia es particularmente beneficiosa para pacientes pediátricos y aquellos con tumores localizados en áreas sensibles donde el daño colateral de la radioterapia convencional podría tener consecuencias graves. Además, la menor toxicidad de la protonterapia facilita la combinación con otras modalidades de tratamiento, como la quimioterapia, sin aumentar el riesgo de efectos secundarios severos.
La Dra. Meiriño destacó la importancia de continuar investigando y refinando esta tecnología. “Aunque los resultados son prometedores, es esencial seguir realizando estudios a largo plazo para confirmar estos beneficios y explorar nuevas aplicaciones de la protonterapia”, afirmó. Asimismo, señaló la necesidad de hacer accesible este tratamiento a un mayor número de pacientes, dado que actualmente su disponibilidad está limitada a unos pocos centros especializados en todo el mundo.
Así, el estudio VASA representa un avance significativo en la oncología moderna, ofreciendo nuevas esperanzas a los pacientes con cáncer. La protonterapia no solo mejora la calidad de vida de los pacientes durante el tratamiento al minimizar los efectos secundarios, sino que también incrementa sus posibilidades de supervivencia. Con estos prometedores resultados se abre una nueva era en el tratamiento del cáncer, donde la precisión y la personalización del tratamiento son clave para vencer la enfermedad.
