Redacción
La consulta por habones y angioedema es común en servicios de urgencias y medicina general, presentando un desafío diagnóstico significativo. Estas condiciones, que pueden ser manifestaciones clínicas de diversas patologías, requieren un enfoque detallado y minucioso para asegurar un tratamiento eficaz y evitar recurrencias. La Dra. Esther Lourdes Pérez González, médico especialista en alergología del Hospital Universitario Quirónsalud Madrid, ofrece en Doryos una guía exhaustiva sobre la evaluación y tratamiento de estas afecciones.
Según indica la especialista, los habones, también conocidos como urticaria, son pápulas circunscritas rodeadas por eritema que causan prurito y son transitorias, desapareciendo en un lapso de entre una y 24 horas. El angioedema, por otro lado, afecta a la dermis profunda y al tejido celular subcutáneo, causando una hinchazón más duradera, de hasta 72 horas, en zonas de piel laxa como los labios y los párpados. Esta hinchazón suele asociarse con una sensación de hormigueo o dolor más que prurito, y presenta un eritema mínimo o ausente.
La anamnesis y la exploración física, claves para una correcta valoración
Así, la alergóloga tiene como objetivo principal dar a conocer las múltiples causas que pueden llevar a un paciente a presentar habones o angioedema. Además, enfatiza la importancia de registrar datos cruciales en la historia clínica para facilitar una valoración más precisa en la consulta de alergología. Pues, el manejo clínico adecuado puede variar significativamente según la información obtenida durante la anamnesis y la exploración física, determinando así el éxito del tratamiento y la prevención de nuevos episodios.
La especialista ha realizado una revisión exhaustiva de protocolos y recomendaciones, complementada con la experiencia clínica acumulada en la consulta de alergología. La recopilación de casos clínicos permite ilustrar cómo el manejo de habones y angioedema puede variar según los datos específicos recogidos durante la evaluación inicial.
Cuando un paciente presenta habones o angioedema en la consulta de urgencias o medicina general, es fundamental realizar una anamnesis detallada y una exploración física exhaustiva. Esto incluye identificar el momento de aparición de las lesiones, posibles desencadenantes (como alimentos o medicamentos), y la presencia de síntomas asociados (como disnea, sibilancias o dolor abdominal). Un diagnóstico preciso puede ayudar a determinar si se trata de una urticaria aguda, posiblemente secundaria a una hipersensibilidad tipo 1 a un alimento, u otra condición subyacente.
La urticaria aguda afecta al 18-20% de la población en algún momento de su vida
La urticaria aguda es una condición benigna y autolimitada, afectando a entre el 18 y el 20% de la población en algún momento de su vida. Aunque suele resolverse espontáneamente, puede persistir con brotes recurrentes. Por ello, es crucial diferenciarla de otras patologías que también pueden manifestarse con habones o angioedema. Por ejemplo, la especialista señala que en el Hospital Universitario Quirónsalud Madrid, se sigue un protocolo detallado para asegurar que cada paciente reciba una evaluación completa, incluyendo pruebas específicas cuando se sospecha una alergia mediada por IgE.
Así, la colaboración entre los servicios de atención primaria, urgencias y la consulta de alergología es esencial para mejorar la atención a los pacientes. La especialista incide en que una correcta y detallada anamnesis en las primeras etapas del tratamiento es vital para un diagnóstico preciso. Información sobre el tipo de lesiones, su duración, desencadenantes posibles y antecedentes familiares de alergias son datos fundamentales que deben ser registrados con precisión.
El manejo de habones y angioedema requiere un enfoque multidisciplinario y detallado. La correcta identificación y tratamiento de estas condiciones no solo alivia los síntomas del paciente, sino que también previene recurrencias y mejora su calidad de vida.
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