Redacción
Durante el verano, la exposición prolongada al sol y las actividades al aire libre conllevan un aumento en las consultas oftalmológicas por problemas oculares relacionados con la exposición prolongada al sol, el uso del aire acondicionado y el contacto con el agua de playas y piscinas.
El Dr. Miguel Cordero, jefe del Servicio de Oftalmología en HM Hospitales en Málaga, señala que el baño frecuente en piscinas y la exposición al sol y al polen incrementan la incidencia de conjuntivitis, cuyos síntomas incluyen enrojecimiento, picor, molestias y secreción ocular. Para prevenir esta afección, se recomienda evitar el contacto con alérgenos y mantener una adecuada higiene ocular.
Por otro lado, el uso inadecuado de lentillas puede aumentar el riesgo de padecer queratitis. “Se produce una inflamación de la córnea que puede tener diversas causas, y que en todo caso puede agravarse y/o precipitarse por un uso prolongado, así como por la exposición excesiva a los rayos solares y a los productos químicos presentes en el agua de las piscinas. Es fundamental usar gafas de sol con protección UV y limitar el uso de lentillas en piscinas y playas”, afirma el oftalmólogo.
Además, el clima seco y caliente de los meses de verano, junto con el uso prolongado de aire acondicionado en viviendas y vehículos, puede agravar los síntomas del síndrome del ojo seco. “Afecta a personas de todas las edades y se produce cuando el ojo no produce suficientes lágrimas de calidad o éstas se evaporan rápidamente. Se manifiesta con la sensación de irritación, ardor, secreción y dificultad para abrir los ojos al despertar. En casos más severos, existe dolor y visión borrosa”. Para prevenirlo, el Dr. Cordero recomienda el uso de lágrimas artificiales, evitar la exposición directa al viento y al aire acondicionado, mantener una adecuada hidratación y puede ser útil el uso de humidificadores.
El uso inadecuado de lentillas, la exposición al sol, polvo y polen, pueden aumentar la incidencia de muchas de estas afecciones
Utilizar gafas de sol adecuadas con protección UV y sombreros que tapen la zona de los ojos puede ayudar a prevenir la fotoqueratitis, también conocida como “quemadura ocular“. Se trata de una lesión superficial de la córnea causada por la exposición excesiva a la luz ultravioleta. “Los síntomas de esta afección incluyen dolor intenso, sensación de arena en los ojos y fotofobia”.
A todas estas patologías, se suman las consultas en el Área de Oftalmología relacionadas con traumatismos oculares. Las actividades deportivas y recreativas aumentan el riesgo de sufrir traumatismos oculares. “Lesiones causadas por objetos, caídas o golpes pueden dañar seriamente nuestra visión. Para evitarlos, debemos usar protección ocular adecuada durante la práctica de deportes y actividades al aire libre para evitar estos incidentes”, precisa.
Por último, el Dr. Miguel Cordero insiste en la importancia de realizar revisiones oftalmológicas periódicas y consultar a un especialista en caso de apreciar alguno de los síntomas comentados.