Identifican genes que aumentan la vascularidad en el glioblastoma y empeoran el pronóstico clínico

Investigadores de la UPV identifican 21 genes responsables de la formación de vasos sanguíneos en el glioblastoma, asociados a una menor supervivencia y una mayor resistencia a tratamientos como la quimioterapia y la radioterapia

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Redacción
Investigadores de la Universitat Politècnica de València (UPV), pertenecientes al grupo BDSLab-Itaca, han dado un paso importante en la comprensión del glioblastoma (GB), el tipo de cáncer cerebral más común y agresivo. El equipo, en colaboración con el Instituto de Investigación Sanitaria La Fe, ha identificado un conjunto de 21 genes que juegan un papel crucial en la formación de vasos sanguíneos dentro del tumor. El proceso, conocido como vascularidad, está estrechamente relacionado con el crecimiento y la resistencia del glioblastoma a los tratamientos convencionales.

Los resultados de esta investigación, publicados en la revista científica Heliyon, revelan que estos 21 genes se correlacionan con un pronóstico desfavorable para los pacientes. “Una mayor vascularidad permite al tumor crecer más rápido y volverse más resistente a los tratamientos convencionales”, explica Víctor Montosa, autor principal del estudio. Este hallazgo resalta la importancia de la vascularidad en el glioblastoma y subraya la necesidad de desarrollar tratamientos más específicos que puedan mejorar el pronóstico de los pacientes.

Víctor Montosa: “Una mayor vascularidad permite al tumor crecer más rápido y volverse más resistente a los tratamientos convencionales”

El glioblastoma representa aproximadamente el 57% de todos los gliomas y el 48% de todos los tumores malignos del sistema nervioso central, siendo conocido por su rápido crecimiento y alta resistencia a tratamientos como la cirugía, la radioterapia y la quimioterapia. Esta agresividad se debe en gran medida a la capacidad del tumor para formar nuevos vasos sanguíneos, lo que le permite recibir un mayor suministro de nutrientes y oxígeno.

Para llevar a cabo la investigación, el equipo utilizó tecnología avanzada que incluyó imágenes por resonancia magnética y datos de secuenciación de ARN. En particular, se empleó el software de análisis de glioma ONCOhabitats, desarrollado por la UPV, que permite medir el flujo sanguíneo en el cerebro. Además, se utilizaron datos de la base de datos genética del proyecto TCGA-GBM, que incluye información detallada sobre glioblastomas.

“Analizamos 147 muestras de secuenciación de ARN, 15 de las cuales también contaban con imágenes de resonancia magnética. Esto nos permitió estudiar los perfiles genéticos relacionados con la vascularidad del tumor, identificando 21 genes que son especialmente activos en tumores con alta vascularidad”, comenta Juan Miguel García, responsable del grupo BDSLab.

El estudio destaca que estos genes no solo están relacionados con una mayor formación de vasos sanguíneos en los tumores, sino que también se asocian con una menor supervivencia en los pacientes. “Se han encontrado diferencias significativas en las tasas de supervivencia entre los pacientes con alta vascularidad y aquellos con moderada vascularidad”, afirma Montosa.

A pesar de estos avances, los investigadores señalan la necesidad de realizar estudios adicionales con muestras más grandes y metodologías más precisas para confirmar el potencial de estos genes como biomarcadores de pronóstico en glioblastoma. Estos hallazgos abren nuevas vías para mejorar los tratamientos y, en última instancia, ofrecer esperanza a los pacientes afectados por esta devastadora enfermedad.

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