Redacción
El centro de salud de Nuestra Señora de la Paz de la localidad sevillana de San Juan de Aznalfarache ha sido escenario de un preocupante incidente que ha encendido las alarmas entre el personal sanitario y que ha denunciado el Sindicato Médico de Sevilla (SMS). El pasado 25 de agosto, un hombre irrumpió en las instalaciones y, tras ser atendido, agredió y amenazó a una celadora y una médico de guardia.
El paciente llegó al centro con un intenso “dolor de muelas”. Aparentemente habría acudido también la noche anterior, en la que otro médico le trató la dolencia. De manera agresiva, el paciente reclamaba que se le tratase con Tranxilium, pues se lo pautó “el mongolo del médico de la madrugada anterior”.
El paciente y su acompañante, con una creciente actitud agresiva, provocaron que la doctora y la celadora tuvieran que refugiarse detrás del mostrador para evitar ser agredidas. Dando cabezazos, gritando y sin aceptar el criterio de la médico, intentó sin éxito conseguir la medicación que deseaba.
Tras ello, abandonaron el centro de salud para, pasados unos minutos, golpear el cristal de la entrada en repetidas ocasiones al grito de “¡Te voy a reventar la cabeza!”.
El sindicato demanda personal de seguridad en los centros de salud
Para poder solucionar el conflicto, tres patrullas de Policía Nacional tuvieron que trasladarse hacia el centro. “Una vez más, la carencia de personal de seguridad en los centros de salud genera una situación de riesgo manifiesto tanto para los sanitarios durante el ejercicio de su función como para los pacientes, por lo que desde el SMA-Sevilla reiteramos la necesidad de establecer las medidas necesarias para garantizar la seguridad de los profesionales”, señalan desde el Sindicato. Además, recalcan que la situación pone en peligro tanto a los sanitarios como a los pacientes.
Preocupación por la recurrencia de las agresiones
El pasado mes de julio, medios locales se hicieron eco de otro caso de agresiones en el mismo centro de salud. Según relata La Voz del Sur, una paciente acudió a la consulta de urgencias para conseguir una receta de Rivotril y Pregabalina. En aquel momento, la médica de guardia confirmó que la paciente tenía prescrita dicha medicación, pero que aún no le correspondía recibirla.