Redacción
El diagnóstico de Covid persistente en España tiene un tiempo medio de espera de más de cinco meses desde el último diagnóstico de Covid-19 hasta su identificación como persistente, según un análisis de Cegedim Health Data España. Esta condición, también conocida como post-covid, afecta especialmente a las mujeres y a los mayores de 60 años, lo que resalta la necesidad de una mayor atención clínica y de un diagnóstico más temprano.
El Covid persistente se presenta el doble de veces en mujeres que en hombres y ha visto un cambio en el rango de edad de los afectados. En 2022, esta enfermedad se registraba principalmente en personas de entre 40 y 44 años. Ahora, la mayor prevalencia se observa en pacientes de entre 60 y 64 años. Esta tendencia ha despertado preocupación entre los especialistas, quienes destacan la importancia de un seguimiento adecuado para atender a los pacientes de manera efectiva.
El diagnóstico tardío de la condición se podría relacionar con la variabilidad de los síntomas. Estos van desde fatiga, dolores corporales y dificultades para respirar, hasta tos persistente y disfunciones cognitivas como confusión, pérdida de memoria y falta de concentración. Además, las alteraciones psicológicas, como ansiedad o depresión, suelen estar presentes en los pacientes. Tanto es así que el 7% de los afectados ha de iniciar tratamiento con ansiolíticos después de la infección y la aparición de los síntomas crónicos.
La salud mental podría estar vinculada a la aparición de Covid persistente
De acuerdo con los datos preliminares del análisis, la salud mental podría estar estrechamente vinculada a la aparición de Covid persistente. La cronificación de esta condición se presenta un 20% más en pacientes que ya estaban siendo tratados con ansiolíticos antes de contraer el virus, en comparación con aquellos que no lo estaban. Con estos datos, el Dr. Carlos Iglesias, director médico de Cegedim Health Data España, sugiere que sería interesante realizar estudios más completos para analizar esta posible asociación.
Aunque la variante FLiRT, predominante este verano en España y gran parte de Europa, ha provocado menos casos de Covid persistente, la disminución de casos no reduce la importancia clínica de este síndrome. “Es esencial dar el seguimiento adecuado a los pacientes con esta afección”, comenta el Dr. Iglesias, enfatizando la necesidad de más datos a largo plazo para entender completamente la cronificación del Covid-19.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que entre el 10% y el 20% de los afectados por el SARS-CoV-2 experimentan efectos prolongados que persisten desde la infección inicial. Así, tener acceso a información detallada sobre estos síntomas persistentes en distintos perfiles de pacientes será clave para mejorar la comprensión y el manejo de esta afección, cuya repercusión económica y en salud pública sigue siendo significativa.