Redacción
Las lesiones medulares tienen diversas causas, siendo los accidentes de tráfico y las caídas desde altura las más comunes, junto con tumores, infecciones y enfermedades neurológicas degenerativas. En España, se registran entre 500 y 1.000 nuevos casos de lesiones medulares traumáticas cada año, según estimaciones. El Dr. Rafael Llombart, especialista en Cirugía Ortopédica y Traumatología de la Clínica Universidad de Navarra y miembro del Comité de Comunicación de la Sociedad Española de Columna Vertebral (GEER), explica que, aunque los accidentes de tráfico han sido históricamente la principal causa, las caídas, especialmente entre personas mayores, están aumentando debido al envejecimiento de la población y las mejoras en seguridad vial.
Por este motivo, cada 5 de septiembre se conmemora el Día Mundial del Lesionado Medular, una fecha clave para concienciar sobre la importancia de mejorar la calidad de vida de quienes sufren esta grave afección. La GEER destaca la creciente preocupación por el aumento de estas lesiones entre la población joven, y subraya la necesidad de intensificar los programas de prevención de accidentes y aumentar el conocimiento público sobre este tipo de traumatismos.
El 80% de las lesiones se producen en personas de entre 16 y 45 años
El Hospital Nacional de Parapléjicos de Toledo, que ha tratado a más de 14,000 personas, informa que el 80% de las lesiones se producen en personas de entre 16 y 45 años, con un incremento significativo durante los meses de verano, asociado a accidentes de tráfico y actividades deportivas.
La Encuesta de Discapacidad, Autonomía Personal y Situaciones de Dependencia del INE, publicada en 2022, revela que casi 150,000 personas viven actualmente con lesiones medulares en centros y residencias, una cifra que se ha quintuplicado en la última década. Este aumento, según el Dr. Llombart, podría deberse a mejoras en la supervivencia y el diagnóstico, así como a una ampliación en las definiciones que incluyen ahora lesiones no traumáticas.
Los expertos insisten en la importancia de la prevención y subrayan que muchas de estas lesiones son evitables. La GEER hace un llamado urgente a la sociedad para adoptar prácticas seguras y responsables. “Este día nos recuerda que detrás de cada lesión medular hay una persona que merece nuestro apoyo y esfuerzo para mejorar su calidad de vida”, enfatiza el Dr. Llombart.
Se estima que el 85% de estos accidentes ocurren entre mayo y septiembre, afectando principalmente a hombres menores de 35 años
La prevención es especialmente crucial en playas y piscinas, donde los traumatismos por buceo pueden evitarse. Se estima que el 85% de estos accidentes ocurren entre mayo y septiembre, afectando principalmente a hombres menores de 35 años.
Identificar rápidamente los síntomas de una lesión medular es fundamental para garantizar una intervención médica oportuna. Los especialistas advierten que los signos a los que se debe prestar atención incluyen dolor intenso en la espalda, entumecimiento, debilidad muscular, dificultad para moverse y pérdida del control de la vejiga o los intestinos. Una respuesta rápida puede marcar la diferencia en el pronóstico y la recuperación del paciente.
Los especialistas advierten que los signos a los que se debe prestar atención incluyen dolor intenso en la espalda, entumecimiento, debilidad muscular, dificultad para moverse y pérdida del control de la vejiga o los intestinos
En el ámbito terapéutico, se están logrando importantes avances que ofrecen esperanza a los afectados. El Dr. Llombart destaca que el manejo de las lesiones medulares requiere un enfoque integral y multidisciplinario. Entre los progresos más prometedores se encuentran las terapias regenerativas, es decir, la investigación con células madre y terapias génicas muestra un gran potencial para la regeneración del tejido nervioso y la protección de la médula espinal; la estimulación epidural y transcutánea: que son técnicas que buscan reactivar circuitos nerviosos y mejorar la función motora, con resultados alentadores en la recuperación de movilidad; interfaces Cerebro-Computadora (BCI) que permiten a las personas con lesiones controlar dispositivos mediante señales cerebrales, un avance con un enorme potencial; exoesqueletos robóticos y prótesis avanzadas que facilitan la movilidad y mejoran la calidad de vida de los pacientes, al tiempo que reducen las complicaciones asociadas a la inmovilidad prolongada.
La GEER apoya activamente la investigación en este campo, especialmente en el Hospital Nacional de Parapléjicos, y organiza cursos para cirujanos con el fin de concienciar sobre la importancia de la cirugía y la estabilización precoz en lesiones traumáticas de la médula espinal. Estos esfuerzos son fundamentales para seguir avanzando en el tratamiento y la mejora de la calidad de vida de los pacientes con lesión medular.