El Pain Institute of Spain, a la vanguardia en la lucha contra el dolor crónico mediante formación innovadora y especializada

Con más de 100 especialistas formados anualmente, el PIOS impulsa nuevas estrategias para enfrentar el dolor crónico, una condición que afecta a más del 20% de la población española

Redacción
El dolor crónico, una condición que afecta a millones de personas en todo el
mundo, ha experimentado un cambio en su abordaje clínico en los últimos años.
Las técnicas intervencionistas han ganado protagonismo como una opción
preferente frente a los tratamientos farmacológicos tradicionales, que a menudo
vienen acompañados de efectos secundarios indeseables. En el centro de la
transformación se encuentra Manuel Herrero, especialista comprometido con la
formación de profesionales y fundador del Pain Institute of Spain (PIOS),
institución dedicada a mejorar la calidad del tratamiento del dolor.

Este ha visto una evolución importante en los últimos años, con un cambio de
paradigma que ha favorecido el uso de técnicas intervencionistas sobre los
tradicionales tratamientos farmacológicos. Según Manuel Herrero, especialista en
el área, “la mayor parte de los médicos que nos dedicamos al tratamiento del
dolor consideramos que el intervencionismo es la mejor opción que podemos
ofrecer a nuestros pacientes”. Esta preferencia se basa en la experiencia
acumulada que señala que los tratamientos farmacológicos, aunque efectivos en
comparación con placebos, no siempre ofrecen un control del dolor satisfactorio
para los afectados. Los tratamientos farmacológicos, explica Herrero en una entrevista con iSanidad, “ofrecen al paciente una mejora de los síntomas, pero en un porcentaje alto de casos, a costa de sufrir efectos secundarios como sedación, dificultad de concentración, náuseas, y estreñimiento”. Estos efectos pueden tener un impacto significativo en la calidad de vida del perjudicado, reduciéndola considerablemente y, en ocasiones, exponiéndolos a nuevos riesgos derivados del
uso crónico de estos fármacos, especialmente si no hay un seguimiento médico estrecho. En contraposición, las técnicas intervencionistas buscan aliviar el dolor sin necesidad de recurrir a medicamentos o minimizando su uso al máximo.

La prevalencia del dolor crónico, en aumento

Sin embargo, a pesar de los avances en los tratamientos, Herrero subraya que
persisten importantes carencias en la formación de los médicos. “Las limitaciones
en la información y conocimientos disponibles sobre la enfermedad siguen siendo
necesidades no cubiertas”, comenta, destacando la falta de acceso a una
formación reglada en el manejo del dolor. La prevalencia del dolor crónico está
en aumento, en parte debido al envejecimiento de la población. Además, no ha sido acompañado por una expansión en la capacitación especializada en España.La institución se creó con la misión de abordar esta necesidad. “La idea fundacional de PIOS fue desarrollar una comunidad donde poder ofrecer una formación reglada y organizada, teórico-práctica, para unificar esa búsqueda de los médicos a una formación de calidad”, señala Herrero. Su propia experiencia
personal lo motivó a establecer este proyecto, tras haber enfrentado muchas dificultades para obtener la formación necesaria durante su residencia.

Herrero: “Cuanto más tiempo se tarde en tratar de forma correcta un dolor crónico, este puede volverse más refractario y difícil de controlar”

El infradiagnóstico del dolor también es un desafío significativo en el campo,
resultando en “un tratamiento subóptimo, inexistente o erróneo de la patología del
paciente”. Herrero enfatiza que “cuanto más tiempo se tarde en tratar de forma
correcta un dolor crónico, este puede volverse más refractario y difícil de controlar”. Para él, un diagnóstico correcto depende de que el médico tenga “los conocimientos anatómicos y fisiopatológicos adecuados y un mínimo de destreza en técnicas intervencionistas”.

El futuro pasa por la IA

Mirando hacia el futuro, Herrero destaca el potencial de la inteligencia artificial (IA)
y las nuevas tecnologías para transformar el abordaje del dolor. “La IA se está
utilizando para desarrollar sistemas de diagnóstico médico avanzados que ayudan
a detectar y diagnosticar enfermedades de forma más eficiente y precisa”, explica.
Además, están emergiendo dispositivos de vigilancia que miden signos vitales y
detectan signos de dolor en el cuerpo humano, permitiendo a los médicos actuar
más rápidamente.

El reconocimiento del dolor como un área de capacitación formal es otro de los
objetivos que Manuel Herrero espera ver materializado en un futuro cercano. La
Sociedad Española del Dolor (SED) está trabajando para que el Ministerio de
Sanidad cree un Diploma de acreditación en dolor, lo que, según el especialista,
“daría una garantía de seguridad al paciente” y ayudaría a homogeneizar el tratamiento del dolor en España, siguiendo los estándares internacionales.

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