La Federación de Asociaciones Científico Médicas Españolas actualiza una guía para adaptarla a la nueva variante del virus Ib

Esta guía está específicamente dirigida a los profesionales médicos para facilitar una mejor identificación de los casos

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Foto: ISTOCK

Redacción
La Federación de Asociaciones Científico Médicas Españolas (Facme) ha presentado este viernes una actualización del documento titulado ‘Diagnóstico diferencial de las lesiones cutáneas de mpox’, con el propósito de adaptarlo a la nueva variante del virus Ib.

Esta guía está específicamente dirigida a los profesionales médicos para facilitar una mejor identificación de los casos. Los autores del texto señalan que el diagnóstico diferencial de estas lesiones “puede ser complejo, abarcando tanto enfermedades infecciosas como no infecciosas”.

En la actualización, Facme señala que desde el brote de 2022, la mayoría de los casos se han transmitido a través de una vía localizada (inoculación dérmica, durante o no las relaciones sexuales). Esta circunstancia ha hecho que la manifestación clínica sea variable, aunque destacan que la enfermedad sistémica se divide en dos fases.

En la fase invasiva se presentan lesiones en el área de inoculación, que pueden ser únicas o múltiples, localizadas frecuentemente en los genitales

En la primera fase, la invasiva, se presentan lesiones en el área de inoculación, que pueden ser únicas o múltiples, localizadas frecuentemente en los genitales, aunque también pueden aparecer en la garganta, el rostro, la región perianal o periungueal. Estas lesiones, denominadas pseudopústulas, no contienen pus ni líquido, sino que son firmes y no drenan. Son bien definidas, profundas, suelen estar umbilicadas y pueden tardar semanas en cicatrizar completamente.

Estas lesiones, según se explica, tienden a ser más graves y necróticas en personas inmunosuprimidas. Además, pueden ser dolorosas (causando proctalgia severa si afectan el área anal, y odinofagia severa si comprometen la faringe). También es común que estén acompañadas de edema circundante y linfadenopatía regional.

La fase eruptiva se desarrolla pocos días después de la aparición de las primeras lesiones en el área de inoculación

En cuanto a la segunda fase, conocida como la fase eruptiva, esta se desarrolla pocos días después de la aparición de las primeras lesiones en el área de inoculación. Durante esta fase, pueden surgir pequeñas lesiones secundarias, que evolucionan desde mácula eritematosa a pápula, vesícula, pústula y, finalmente, costra.

Los autores describen estas lesiones como pruriginosas y explican que tardan varios días en sanar completamente. Pueden aparecer en el rostro, cuero cabelludo, extremidades, palmas, plantas y tronco. Es común que las lesiones no se encuentren en el mismo estadio de desarrollo, lo que provoca que la presentación clínica varíe dependiendo de la fase de la infección en la que se encuentre el paciente cuando acude a consulta, ya sea la fase invasiva o eruptiva. El proceso completo de la enfermedad dura entre dos y cuatro semanas desde la aparición de los síntomas.

La guía también incluye una descripción de otras lesiones causadas por diferentes patologías para que los profesionales puedan distinguirlas de las causadas por mpox

El documento también incluye una descripción de otras lesiones causadas por diferentes patologías para que los profesionales puedan distinguirlas de las causadas por mpox. Entre ellas se encuentran varicela, sarna nodular, sífilis secundaria, herpes simple y molusco contagioso, entre otras.

Esta actualización ha sido elaborada por un grupo ad hoc de Facme, liderado por la Academia Española de Dermatología y Venereología (AEDV), con la colaboración de la Sociedad Española de Enfermedades Infecciosas y Microbiología Clínica (Seimc). El documento se ha presentado en la reunión de seguimiento sobre la infección por mpox, organizada este viernes por el Ministerio de Sanidad.

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