Redacción
Entre el 20 y el 70% de los residuos generados en los hospitales proceden de los quirófanos. En las cirugías de prótesis de cadera, rodilla y hombro se generan más de 7 quilogramos (kg) de plásticos. A pesar de que una parte de estos residuos se puede reciclar, pocos centros hospitalarios lo hacen. Un estudio del Servicio de Cirugía Ortopédica y Traumatología del Hospital del Mar ha cuantificado la cantidad de residuos plásticos que se generan en cirugías de prótesis de cadera, rodilla y hombro. Los resultados revelan que el 40% de los residuos plásticos generados en las cirugías mayores en cirugía ortopédica se puede reciclar.
En las cirugías de prótesis de cadera, rodilla y hombro se generan más de 7 quilogramos de plásticos
Esta investigación, publicada en la revista International Orthopaedics, destaca la necesidad de implantar medidas más sostenibles en los quirófanos. El trabajo se basa en el análisis de cerca de 70 intervenciones realizadas en el Hospital del Mar y el Centro Esperança en 2021. En promedio, cada cirugía generó 7,3 kg de residuos plásticos, con un máximo de 7,6 kg en las operaciones de rodilla y un mínimo de 6,9 kg en las de hombro.
El Dr. Carlos Torrens, jefe de la sección de extremidad superior del Servicio de Cirugía Ortopédica y autor del estudio, destaca que es posible reducir estas cifras cambiando partes no esenciales de las herramientas sin comprometer la seguridad y efectividad de los procedimientos. Utilizar unas herramientas de plástico o unas metálicas, utilizar un abordaje u otro, o usar botellas de plástico para irrigar el área de la intervención y no otros sistemas, puede suponer una importante reducción de los residuos no reciclables generados. En este último caso, de más de un quilogramo.
Los autores del trabajo calculan que sustituir el plástico de un solo uso por materiales reciclables puede permitir ahorrar cerca de 160 kg de emisiones de CO2 por cada 100 cirugías o el equivalente a las emisiones de gases de efecto invernadero que se corresponderían con conducir un coche de motor de combustión durante más de 600 quilómetros (km).
Así, el estudio apunta que hay potencial para reciclar el 40% de los residuos generados. La legislación estatal obliga a descartar cualquier elemento que haya entrado en contacto con el paciente. Estos residuos se tratan en plantas de incineración. “Se trata de concienciar a los equipos, que entiendan que un pequeño cambio, un ahorro de pocos gramos, tiene un impacto muy importante sobre el medioambiente”, apunta el Dr. Torrens.
La investigación indica que utilizar materiales reciclables puede ayudar a ahorrar la emisión de cerca de 160 kg de CO2 a la atmósfera
También tienen una gran importancia las sábanas y otros materiales similares que se utilizan durante la cirugía. Suponen casi la mitad del peso de los residuos que se generan durante la cirugía. Incluso cambiar el empaquetado del material quirúrgico por parte de las empresas fabricantes puede tener impacto. A nivel mundial entre los años 1950 y 2015 se produjeron 8.300 millones de toneladas de plástico, una producción que se incrementa cada año.
La apuesta del Hospital del Mar por la sostenibilidad
Los quirófanos del Hospital del Mar ya disponen de contenedores para plástico, lo que reduce el material que se destina a incineración. Esta medida también se está implantando en los quirófanos del Centro Esperança, que también pertenece al Hospital del Mar. Desde el centro destacan que este esfuerzo forma parte de un compromiso más amplio con la sostenibilidad y los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la ONU.
Se calcula que entre el 20 y el 70% de los residuos generados en los hospitales proceden de los quirófanos
Entre las iniciativas destacadas del hospital se incluyen la instalación de islas de reciclaje y la participación en la red de distribución de agua caliente sanitaria y de climatización Districlima para reducir la huella de carbono, con un ahorro actual del 41% en las emisiones de CO2. Además, el nuevo edificio del hospital, que contará con 1.600 m² de placas fotovoltaicas y más de 2.700 m² de cubiertas vegetales, contribuirá a reducir la huella de carbono en más de 2.000 toneladas de CO2 anuales.