Juan Pablo Ramírez. Director de iSanidad.
La comparación del seguro de salud con ciertos artículos de lujo como los yates que realizó Yolanda Díaz la semana pasada tras el Consejo de Ministros ha levantado ampollas en un sector que se siente maltratado desde hace tiempo. Con los datos en la mano, la declaración resulta tan simplista como desafortunada y esconde demagogia y desconocimiento a partes iguales.
La realidad parece bastante alejada de la interpretación de la vicepresidenta del Gobierno y ministra de Trabajo. Las cifras evidencian que la sanidad privada no tiene ese carácter exclusivo que se le atribuye a los productos de lujo. A día de hoy, más de 12,4 millones de españoles tienen contratado un seguro de salud privado. Estamos hablando del 25,4% de la población en España y de una cifra que ha crecido un 40% en la última década.
En el último año, los hospitales privados de España han gestionado el 24% de los ingresos hospitalarios, el 21% de las consultas médicas, el 24% de las urgencias y el 30% de las intervenciones quirúrgicas. La sanidad privada, por tanto, no solo ha influido, en la salud de los españoles sino también en la economía del país. Este sector representa el 3,1% del PIB y da empleo a más de 1,1 millones de profesionales en nuestro país. El incremento de los seguros de salud y de la actividad privada ha aumentado en un contexto marcado por el deterioro de las listas de espera, situación que ha empeorado a raíz de la pandemia hasta alcanzar cifras récord. Son datos que una vicepresidenta del Gobierno debería conocer.
Las cifras evidencian que el seguro de salud no tiene ese carácter exclusivo que se le atribuye a los productos de lujo
Sumar ha insistido esta semana en su propuesta para los Presupuestos Generales del Estado en el IVA de la sanidad privada. Veremos si la medida llega a puerto. Existen dos barreras. La primera la podrían encontrar dentro del Consejo de Ministros. El PSOE se muestra más cauto al respecto, quizás más pendiente de no pisar ningún callo que acabe por arruinar las negociaciones. El titular de Economía, Comercio y Empresa, Carlos Cuerpo, ha señalado que esta iniciativa se tndría que debatir primero. El segundo obstáculo se encuentra en la capacidad del Gobierno de encontrar apoyos suficientes para aprobar los presupestos de 2025. El país se encuentra hoy con los cuentas prorrogadas y la amenaza de una segunda prórroga está más que presente en la actualidad informativa.
Pero en caso de que el Gobierno lograra un respaldo suficiente, habría que ver si sus socios catalanes defenderían una propuesta de estas características. En la actualidad, un 34% de los catalanes tiene un seguro de salud privado, cifra que solo supera Madrid con un 40%. Se da la circunstancia de que Cataluña es la comunidad autónoma con un mayor volumen de conciertos con los hospitales privados. ¿Estarían dispuestos a provocar tal perjuicio en un sector tan asentado y tan presente en la salud de su población?
Se puede estar de acuerdo o no en la tributación de los seguros de salud, pero intentar menoscabar la confianza en la sanidad privada carece de sentido y más aún cuando no se cuenta con los apoyos necesarios en el Congreso de los Diputados para adoptar una decisión de estas características. No es el momento de debates estériles y especialmente con medidas que puedan impactarde manera negativa en la salud de la ciudadanía.