Fátima Del Reino
En el Congreso de la Sociedad Europea de Oncología Médica (ESMO) se han destacado importantes avances en el campo de la oncología, subrayando la creciente necesidad de terapias agnósticas, aquellas que se centran en características moleculares comunes a diferentes tumores, independientemente de su localización. Estas terapias representan un enfoque innovador y cada vez más necesario en el tratamiento del cáncer, permitiendo abordar incluso tumores raros que, de otro modo, no recibirían atención debido a la falta de pacientes suficientes.
Según Federica di Nicolantonio, profesora de la Universidad de Turín (Italia), “deberíamos poner en marcha más estudios agnósticos pensando en el posible beneficio para nuestros pacientes”. Este enfoque ha demostrado resultados prometedores en estudios como el Roma, donde se han identificado rutas potenciales para personalizar las terapias basadas en perfiles moleculares comunes en tumores avanzados.
“Deberíamos poner en marcha más estudios agnósticos pensando en el posible beneficio para nuestros pacientes”
Además, el uso de la inteligencia artificial (IA) está transformando el diagnóstico oncológico, proporcionando información precisa sin necesidad de secuenciación genética, un aspecto que podría revolucionar la detección y tratamiento de tumores en el futuro.
La inteligencia artificial y su papel en el diagnóstico de cáncer
La inteligencia artificial ha surgido como una herramienta crucial en la medicina oncológica. Como señaló di Nicolantonio, su uso permite un diagnóstico más preciso al integrar datos moleculares y del microentorno tumoral. Esta tecnología, que complementa los avances en secuenciación genética, ofrece la capacidad de identificar características críticas de los tumores de manera rápida y eficiente, lo que es vital en la toma de decisiones terapéuticas.
En los próximos años, la combinación de inteligencia artificial y el conocimiento sobre perfiles moleculares será esencial para combatir el cáncer con mayor eficacia, asegurando tratamientos más personalizados y ajustados a las particularidades de cada tumor.
Seguimiento constante en el cáncer de recto: una necesidad para la preservación del órgano
El cáncer de recto, especialmente en su fase localmente avanzada, requiere un seguimiento constante por parte de los profesionales de la salud para evaluar si es viable evitar la cirugía. Según David Sebag-Montefiore, del Hospital Universitario de Leeds (Reino Unido), el estudio NO-CUT ha demostrado que un 26% de los pacientes no han tenido recaídas sin necesidad de operarse, lo que abre la puerta a una mayor preservación del órgano.
“Los efectos secundarios de la cirugía varían en función de la localización del tumor y otras variables”
El enfoque denominado “preservación del órgano” permite, en ciertos casos, evitar los efectos secundarios de la cirugía. Sin embargo, la clave es la vigilancia activa, ofreciendo más opciones de tratamiento sin comprometer la seguridad del paciente. “Los efectos secundarios de la cirugía varían en función de la localización del tumor y otras variables. La cuestión no es que se ofrezca a todos los pacientes la posibilidad de evitarla, sino de ofrecerles más opciones de tratamiento, con evidencias científicas“, explicó Sebag-Montefiore.
Las innovaciones farmacéuticas prometen aumentar aún más el porcentaje de pacientes que pueden evitar la cirugía, con algunas proyecciones elevando esa cifra al 60% o más, lo que supondría un avance significativo en la calidad de vida de los afectados por este tipo de cáncer.
La investigación oncológica sigue avanzando a pasos agigantados, y tanto las terapias agnósticas como la inteligencia artificial y el seguimiento activo de los pacientes están llamados a transformar la forma en que se combate el cáncer en los próximos años.