Redacción
En el marco del congreso anual de la Sociedad Europea de Oncología Médica (ESMO 2024) en una de las sesiones presidenciales se presentaron datos que muestran por primera vez los beneficios de un tratamiento basado en inmunoterapia, con durvalumab (Imfinzi) prolongando la supervivencia en comparación con la quimioterapia neoadyuvante sola en pacientes con cáncer de vejiga músculo-invasivo. Estos resultados se publicaron simultáneamente en el New England Journal of Medicine.
Los resultados, extraídos de un análisis intermedio planificado previamente del ensayo Niagara, de fase III, reflejan que añadir durvalumab a la quimioterapia neoadyuvante antes de la cistectomía radical y monoterapia con durvalumab después de la intervención, reportó mejoras clínicamente significativas en la supervivencia libre de eventos (SLE) y la supervivencia global (SG) en comparación con la quimioterapia neoadyuvante sola. En concreto, los pacientes tratados con el régimen perioperatorio mostraron una reducción del 32% en el riesgo relativo de progresión de la enfermedad, recurrencia, no cistectomía o muerte en comparación con el grupo de control. Cabe destacar que la adición de durvalumab neoadyuvante no comprometió la capacidad de completar la cistectomía radical.
Por otra parte, los datos presentados revelan que el régimen perioperatorio que añade durvalumab redujo el riesgo relativo de muerte en un 25% frente a la quimioterapia neoadyuvante con cistectomía radical.
Ninguno de los brazos ha alcanzado la mediana de supervivencia aún; se estima que el 82,2% de los pacientes tratados con la suma de durvalumab seguían vivos a los dos años en comparación con el 75,2% del brazo de control.
Cambio en la práctica clínica
Durante la presentación de resultados, el profesor Petros Grivas de la Universidad de Washington y el Centro Oncológico Fred Hutchinson (Seattle) indicó que “el ensayo Niagara está cambiando la práctica para los pacientes con cáncer de vejiga músculo-invasivo localizado, ya que cumplió con su criterio de valoración primario de SLE, mientras que la SG también se extendió significativamente, que es un criterio de valoración más difícil de cumplir“. Además, Grivas se mostró tranquilo con los datos de seguridad, precisando que “el perfil de toxicidad fue manejable y como se esperaba para los inhibidores de puntos de control y la quimioterapia, sin toxicidad sinérgica ni nuevos problemas de seguridad“.
En este sentido, Grivas expuso que todavía quedan preguntas sin resolver sobre el uso de la inmunoterapia en este tipo de cáncer, como si debe usarse en el entorno neoadyuvante y/o adyuvante. También hay dudas relativas a entender si los pacientes con respuesta patológica completa necesitan inmunoterapia adyuvante o no, así como la utilidad clínica del ADN tumoral circulante en este contexto. No obstante apuntó que hay varios estudios en curso con los que se pretende dar respuesta a estas preguntas.
Los datos reflejaron que el perfil de toxicidad fue manejable y consistente con los resultados ya disponibles
Según el Dr. Thomas Powles, director del Barts Cancer Centre (QMUL) de Londres (Reino Unido) e investigador principal del ensayo Niagara, “la quimioterapia neoadyuvante con extirpación de la vejiga ha sido la base del tratamiento de los pacientes con cáncer de vejiga con músculo invasivo durante casi veinte años; sin embargo, la mitad
de los pacientes siguen sufriendo recidiva“. “La adición de este fármaco antes y después de la intervención quirúrgica, redujo significativamente la probabilidad de recidiva y prolongó la supervivencia, un avance con potencial que podría transformar el tratamiento estándar para estos pacientes, que necesitan mejores resultados”, añade el Dr. Powles.
La adición de durvalumab a la qumioterapia antes de la cistectomía y como monoterapia tras la intervención mejoró tanto la SLE como la SG
Por su parte, Susan Galbraith, vicepresidenta Ejecutiva de I+D en Oncología de AstraZeneca, señala que “se trata de un régimen de inmunoterapia que prolongó significativamente la supervivencia global en el cáncer de vejiga músculo-invasivo, y valida aún más nuestra estrategia de adelantar el tratamiento del cáncer lo antes posible para maximizar el beneficio para los pacientes.”
En palabras de Laura Colon, directora de Oncología de AstraZeneca España, “este estudio pone de manifiesto nuestro compromiso con la investigación; nuestra mayor ambición es poder cambiar el abordaje del cáncer desarrollando tratamientos que arrojen los mejores resultados”.