Ceuta y Melilla, territorio comanche para el médico

Ambas ciudades llevan años soportando un sistema sanitario colapsado, sin médicos suficientes y con condiciones laborales que espantan a los profesionales

Luis de Haro. Director general de iSanidad
La ministra de Sanidad, Mónica García acaba de hacer un llamamiento para que las comunidades autónomas retengan a los médicos residentes con el fin de evitar la fuga de profesionales. Es un paso en la buena dirección que, sin embargo, todas las autonomías siempre han dado, no es nada nuevo. De todas maneras, resulta un sinsentido que dicha solicitud se haya extendido a Ceuta y Melilla. Es sabido que las competencias en Sanidad en estas dos ciudades no están transferidas, dependen directamente del Ministerio de Sanidad, con la propia García al frente.

Ceuta y Melilla deberían estar en manos de quien esté pensando continuamente en las urgentes necesidades de profesionales y pacientes de las dos ciudades autónomas

Este episodio pude ser un desliz, pero refleja una desconexión preocupante con la realidad de dos de los territorios vulnerables en términos de sanidad. Los gobiernos de Ceuta y Melilla no tienen capacidad para implementar políticas de retención de médicos porque no gestionan su propio sistema sanitario. Ese control, que recae directamente sobre el Ministerio, debería estar en manos de alguien que entienda la estructura de su cargo y sus responsabilidades. Pero sobre todo debería estar en manos de quien esté pensando continuamente en las urgentes necesidades de profesionales y pacientes de las dos ciudades autónomas.

La carta enviada por la ministra a las dos ciudades es un gesto que casi raya la sátira. Como ministra, Mónica García no solo tiene el poder de intervenir en Ceuta y Melilla, sino que tiene la obligación de hacerlo. Ambas ciudades llevan años soportando un sistema sanitario colapsado, sin médicos suficientes y con condiciones laborales que espantan a los profesionales. La mayoría, si puede, termina abandonando estos destinos. La situación no es nueva: los médicos de familia en Ceuta y Melilla atienden hasta 60 pacientes al día. Es una cifra desmesurada que deja en evidencia el déficit estructural. Especialidades tan delicadas como oncología se enfrentan a atender hasta 100 pacientes por semana, lo que roza el colapso y pone en grave riesgo la salud de la población.

Los médicos de familia en Ceuta y Melilla atienden hasta 60 pacientes diarios y en oncología se enfrentan a atender hasta 100 pacientes por semana

Lo más desconcertante de todo es que, a pesar de las promesas y los compromisos adquiridos para desconvocar huelgas sanitarias en Ceuta y Melilla, los cambios no llegan. A pesar de las fotos, las promesas se las lleva el viento, mientras la realidad sigue siendo una pena. Y ahora, la ministra que alzó la voz contra los “piratas de lo público” desde las Mareas Blancas de Madrid, parece haber perdido el norte en cuanto a sus propias competencias. No se puede pretender mejorar el sistema sanitario de Ceuta y Melilla sin siquiera conocer las herramientas que uno tiene en la mano. “La sanidad pública no se vende, se defiende” parece ahora una broma de mal gusto. Ambas localidades necesitan algo más que cartas, fotos y buenos deseos. Necesitan una acción concreta, una política que incentive a los médicos a quedarse y un plan real para contratar más personal sanitario. Así podrá cumplir con la defensa de una sanidad pública digna para todos.

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