Redacción
Sobre la aterosclerosis se saben muchas cosas, pero, hasta ahora, hay poca evidencia sobre si medir o monitorizar en personas asintomáticas la progresión de esta acumulación de placas de colesterol en las arterias puede predecir su mortalidad. Ahora, un estudio recién publicado muestra que la carga de aterosclerosis silente y su progresión en las arterias en personas asintomáticas se asocia de forma independiente con la mortalidad por todas las causas.
Los investigadores querían determinar el valor predictivo independiente de la carga de aterosclerosis silente y su progresión en relación con la mortalidad general
Así lo indica el estudio que ha realizado el Mount Sinaí Fuster Heart Hospital de Nueva York en colaboración con el Centro Nacional de Investigaciones Cardiovasculares (CNIC), liderado por el Dr. Valentín Fuster, que dirige el Instituto Cardiovascular y es el director médico del Mount Sinai, además de dirigir el CNIC. El trabajo se ha publicado en la revista The Journal of the American College of Cardiology (JACC).
Los investigadores querían determinar el valor predictivo independiente de la carga de aterosclerosis silente y su progresión, más allá de los factores de riesgo cardiovascular, en relación con la mortalidad general. El Dr. Fuster fue el primero en demostrar el valor de la ecocardiografía 3D y otras tecnologías de imagen para detectar la aterosclerosis mucho antes de que aparezcan síntomas. Esta enfermedad presenta una fase prolongada asintomática, lo que “constituye una ventana de oportunidad no explorada en edades tempranas”, afirma el investigador.
El estudio recién publicado incluye a 5.716 adultos asintomáticos que pasaron por una ecografía vascular y una tomografía computerizada
El estudio recién publicado incluye a 5.716 adultos asintomáticos con una edad media de 69 años. De ellos, el 56,7% son mujeres. Estas personas fueron examinadas entre 2008 y 2009 como parte del estudio BioImage, una investigación en población americana, liderada también por el Dr. Fuster, diseñada para evaluar los factores involucrados en la progresión de la aterosclerosis.
A los participantes les realizaron una ecografía vascular, que permite visualizar en detalle el interior de los vasos sanguíneos para cuantificar la carga de placa carotídea, y una tomografía computerizada para evaluar la calcificación de las arterias coronarias. Además, 732 de los participantes se sometieron a una segunda prueba de ecografía vascular, más de ocho años después del examen inicial. Todos los participantes fueron seguidos para determinar la mortalidad por todas las causas, principal resultado del estudio.
Tanto la carga de placa carotídea como la calcificación de las arterias coronarias al inicio del estudio se asociaron con la mortalidad por todas las causas
Durante un seguimiento de 12,4 años, fallecieron 901 participantes, el 16%. Tanto la carga de placa carotídea como la calcificación de las arterias coronarias al inicio del estudio se asociaron con la mortalidad por todas las causas. Es más, la progresión de la placa carotídea aportó información pronóstica adicional a la placa basal y se asoció de forma independiente con la mortalidad por todas las causas.
“La placa carotídea es una acumulación de colesterol, calcio y otras sustancias presentes en la sangre que se deposita en las paredes de la arteria. Cuando estas placas se forman, pueden estrechar o bloquear las arterias carótidas, reduciendo el flujo sanguíneo al cerebro y aumentando el riesgo de eventos cardiovasculares graves, como el accidente cerebrovascular o ictus”, explica la Dra. Ana García Álvarez, coprimera firmante del estudio del CNIC y jefa de servicio de cardiología en el Hospital Clínic Barcelona.
El Dr. Fuster concluye que el estudio subraya que es importante detectar pronto y monitorizar la aterosclerosis subclínica para mejorar la predicción y prevención de la mortalidad general
El estudio, concluye el Dr. Valentín Fuster, subraya la importancia de la detección temprana y la monitorización de la aterosclerosis subclínica para mejorar la predicción y prevención de la mortalidad general, ofreciendo una herramienta valiosa para la práctica clínica. Una prueba no invasiva y económica como la ecografía vascular puede proporcionar información pronóstica adicional significativa, de forma que se pueda estratificar mejor a los pacientes e individualizar las recomendaciones de estilo de vida y el control de los factores de riesgo cardiovascular, destaca el Dr. Borja Ibáñez, director científico del CNIC, cardiólogo en la Fundación Jiménez Díaz, y miembro del CiberCV.