Resistencia al cambio y rigidez en los procesos, principales barreras para la compra pública basada en valor

Sedisa presenta un documento de posicionamiento sobre la compra pública basada en valor en tecnología sanitaria

compra-pública-valor

Redacción
La compra pública basada en valor se ha convertido en una herramienta clave para mejorar la eficiencia del sistema sanitario y garantizar un acceso equitativo a tecnologías innovadoras y de calidad. Sin embargo, según un reciente posicionamiento publicado por Sedisa en colaboración con Johnson & Johnson MedTech, las barreras como la resistencia al cambio, las trabas jurídicas, la rigidez de los procesos de compra y la medición insuficiente de resultados están obstaculizando su plena implementación.

José Manuel Pérez Gordo, tesorero de Sedisa y coordinador del Comité de Gestión Económica de la entidad, subraya que para avanzar en la implementación de la compra pública basada en valor es crucial abordar cinco grandes propuestas: la difusión de un plan estratégico, la formación de todos los agentes involucrados, la creación de una estructura de compras inteligente, y el desarrollo de soluciones culturales y metodológicas.

Compra pública basada en valor, herramienta para la eficiencia

“Permite adquirir productos y servicios que no solo responden a criterios económicos, sino que también garantizan los mejores resultados en salud para los pacientes y una mayor eficiencia para el sistema”, explica Pérez Gordo. En este sentido, la colaboración público-privada resulta esencial para superar las barreras mencionadas. Además, se ha insistido en la necesidad de evaluar correctamente los indicadores antes y después de la compra, así como en la importancia de innovar en los sistemas de información y en el marco regulatorio.

Lisa Hill, directora general de Johnson & Johnson MedTech España, recalca que es una herramienta eficaz para garantizar mejores resultados en salud y un impacto positivo en la sociedad. “Un enfoque basado en el valor debe contar con evidencia científica sólida y asumir riesgos financieros para demostrar su efectividad”, destaca Hill.

El posicionamiento también pone de relieve que, para superar las rigideces del sistema y garantizar el éxito de la compra pública basada en valor, es necesario formar a los profesionales involucrados y crear estructuras de compras que permitan una mayor flexibilidad y adaptación a las necesidades del sistema. En esta línea, se sugiere la externalización o participación de agentes independientes especializados para llevar a cabo mediciones y evaluaciones.

Pérez Gordo: “La compra pública basada en valor permite adquirir productos y servicios que no solo responden a criterios económicos, sino que también garantizan los mejores resultados en salud”

Pablo Crespo, secretario general de Fenin, señala que la compleja labor de los equipos de contratación en la adquisición de productos y servicios para el cuidado de los pacientes solo puede mejorarse mediante modelos basados en valor, que garanticen el acceso a tecnologías innovadoras de calidad.

Sedisa también ha impulsado un sondeo de percepción entre directivos del sector sanitario, en el que se reflejó que el 82% de los directivos está interesado en implementar un sistema de gestión basado en el valor. Las áreas prioritarias para su implementación incluyen el diagnóstico de equipos médicos, tecnologías de alto impacto, medicamentos, material quirúrgico y servicios generales.

Pérez Gordo insiste en que, aunque la compra pública conlleva ventajas como una mayor eficiencia y la satisfacción del paciente, es necesario un esfuerzo conjunto para superar barreras como el desconocimiento, la adaptación a la normativa de contratación pública y la resistencia al cambio. “Es imprescindible la formación en esta materia, la medición de resultados y una mayor implicación de todas las partes, especialmente de los pacientes”, concluye.

Opinión

Multimedia

Economía

Accede a iSanidad

Síguenos en