Redacción
La enfermedad de Kawasaki representa la principal causa de cardiopatía adquirida infantil. En la actualidad, esta patología afecta a entre cinco y diez personas de cada 100.000 habitantes menores de cinco años.
A raíz de esta enfermedad aparecen problemas cardíacos y fiebre alta (alrededor de 39º) y, por ello, es necesario la identificación rápida y precoz para evitar complicaciones. Cierto es que el pronóstico de cada paciente depende de la gravedad y extensión de la afectación de las arterias coronarias en el momento del diagnóstico.
Es imprescindible la identificación rápida y precoz de la enfermedad de Kawasaki para evitar complicaciones
La Dra. Paz Collado, jefa de Servicio de Reumatología del Hospital Universitario Severo Ochoa, destaca la importancia de un diagnóstico precoz, afirmando que “ante la misma sospecha se debe de realizar una ecocardiografía y que el uso de inmunoglobulinas intravenosas en los primeros 10 días puede ser idóneo, y ante una falta de respuesta al tratamiento, se pueden administrar otros fármacos”. Es una de las especialistas que participan en una reciente campaña de sensibilización.
La Sociedad Española de Reumatología (SER) y la Asociación Enfermedad de Kawasaki (Asenkawa) han presentado una campaña de información sobre las enfermedades reumáticas bajo el lema Ponle nombre al reuma. Con ella, tratan de sensibilizar al público sobre esta afección y dar a conocer lo que suponen las enfermedades reumáticas. Existen 200 patologías de este tipo, pero la población no conoce la mayoría de ellas.
Existen más de 200 enfermedades reumáticas descritas y la mayoría son grandes desconocidas
Marianela Pintos, la presidenta de Asenkawa, subraya la necesidad de visibilizar la enfermedad de Kawasaki y dice que “no solo salva vidas, sino que mejora los resultados a largo plazo para niños y sus familias”. Así, los médicos y padres estarán mejor preparados para reconocerla y aprender a identificar los síntomas. Con el diagnóstico y tratamiento a tiempo pueden prevenir complicaciones graves.
“Los niños con enfermedad de Kawasaki pueden llevar vida normal teniendo en cuenta que, si mantiene la dilatación coronaria, habrá que estar muy pendientes de la posible aparición del dolor torácico súbito”, explica la Dra. Paz Collado para aclarar que aquellos que desarrollen aneurismas deberán seguir un control cardiológico más estricto.