Paula Baena (Bilbao)
Durante años, el cáncer ha sido una enfermedad rodeada de silencio, metáforas, estigmatización y un aura de derrota inevitable. La palabra misma, en su momento, era evitada en las consultas médicas y en las conversaciones familiares. Sin embargo, el Dr. Juan Fueyo, profesor y director de investigación del Servicio de neuro-oncología del Hospital Oncológico MD Anderson en su conferencia inaugural del 46º Congreso Semergen, ha lanzado un mensaje claro y contundente. “El cáncer ya no se calla, porque cuanto antes hablemos de él, mejor. Callarlo no protege, pero hablar claro puede salvar vidas”, ha señalado.
El Dr. Fueyo, con más de 25 años dedicados a la investigación oncológica, ha destacado la necesidad de desmitificar la enfermedad y evitar el uso de metáforas bélicas que, lejos de ayudar, cargan emocionalmente al paciente. “Decir que alguien ‘perdió la batalla’ contra el cáncer sugiere que no luchó lo suficiente, y eso es profundamente injusto”, ha afirmado el científico. Según el Dr. Fueyo, este tipo de lenguaje transforma el cáncer en una prueba moral o un desafío de carácter, cuando en realidad es una enfermedad que debe ser enfrentada con ciencia, apoyo emocional y tratamiento adecuado. “No culpamos a nadie por sufrir un infarto, pero sí lo hacemos con el cáncer”, añadió, criticando el uso de términos que convierten al paciente en un héroe o en alguien que ha fallado.
Dr. Fueyo: “No culpamos a nadie por sufrir un infarto, pero sí lo hacemos con el cáncer”
A lo largo de su intervención, el Dr. Fueyo ha recordado a la escritora Susan Sontag, quien ya denunció en su obra La enfermedad y sus metáforas cómo los términos usados para describir el cáncer tienden a estigmatizar al paciente. En esa misma línea, el oncólogo ha reseñado que el cáncer no es una lucha personal, ni una batalla perdida o ganada por la actitud de quien lo padece. “El cáncer no es un enemigo que se derrota con fuerza de voluntad, es una enfermedad que requiere tratamiento, ciencia, y sí, hablar claro”, ha incidido el especialista.
Este enfoque, según el investigador, es esencial para cambiar la forma en que la sociedad afronta la enfermedad, ofreciendo a los pacientes un entorno en el que puedan manejar su diagnóstico sin la carga de culpa o miedo que las metáforas imponen. Para respaldar este planteamiento, el Dr. Fueyo ha presentado datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), que predicen que en 2040 la incidencia mundial de cáncer alcanzará los 30 millones de personas, lo que hará aún más urgente el desarrollo de enfoques empáticos y basados en la realidad.
Además, el Dr. Fueyo también ha explicado el trabajo que está llevando a cabo junto a su equipo con el virus Delta-24, una terapia que ataca específicamente a las células tumorales sin dañar el tejido sano, marcando una diferencia significativa con los tratamientos tradicionales como la quimioterapia. “Este adenovirus modificado destruye las células tumorales y, al mismo tiempo, estimula la respuesta inmune del paciente”, ha detallado el oncólogo, añadiendo que este tratamiento se está probando en estudios clínicos en varios países, incluidos Estados Unidos y España, con resultados muy prometedores.
La importancia del médico de familia en el tratamiento del cáncer
El Dr. Fueyo también ha querido reseñar la relevancia del médico de familia en la detección, tratamiento y apoyo al paciente con cáncer. A lo largo de su carrera, el especialista admite haber colaborado estrechamente con médicos de atención primaria y, según ha explicado, estos juegan un rol crucial en la primera línea de defensa contra esta enfermedad. “El médico de familia es el primer contacto que tiene el paciente cuando sospecha que algo no va bien. No solo gestionan los síntomas iniciales, sino que acompañan al paciente durante todo el proceso, ayudando en la toma de decisiones y brindando el apoyo emocional que tantas veces es necesario”, ha afirmado.
El Dr. Fueyo ha subrayado la importancia de que estos médicos reciban formación continua y estén capacitados para ofrecer información clara y precisa sobre el cáncer y sus tratamientos, ya que el médico de familia es quien a menudo traduce los complejos términos médicos a un lenguaje comprensible para el paciente y sus familiares. “En muchos casos, los pacientes llegan con miedo o confundidos, y el médico de familia es quien debe aclarar sus dudas y ayudarlos a tomar el control de su salud”, ha agregado.
Dr. Fueyo: “Los sistemas sanitarios no podrán enfrentar la demanda si no empoderamos a los médicos de atención primaria para que jueguen un papel activo en el diagnóstico temprano y el seguimiento de los pacientes con cáncer”
Además, ha destacado que, a medida que la incidencia del cáncer aumenta a nivel mundial, los médicos de familia tendrán un papel aún más relevante en la gestión de la enfermedad. “Los sistemas sanitarios, especialmente en países con menos recursos, no podrán enfrentar la creciente demanda si no empoderamos a los médicos de atención primaria para que jueguen un papel activo en el diagnóstico temprano y el seguimiento de los pacientes con cáncer”, ha advertido.
“Yo mismo soy paciente y tengo un médico de familia que siempre ha estado ahí, no solo gestionando mis problemas de salud, sino también acompañándome en cada paso del camino. Ese tipo de atención integral es lo que necesitamos extender a todos los pacientes”, ha expuesto el Dr. Fueyo, sirviéndose de su experiencia personal.
El Dr. José Manuel Calleja Pascual, presidente del Comité Organizador de Semergen, encargado de presentar al Dr. Fueyo, ha destacado la capacidad del neurocientífico para combinar el rigor con la sensibilidad literaria y humanista. Para el investigador, la ciencia y la palabra “son las mejores herramientas para enfrentar esta enfermedad”. “El cáncer ya no es el cáncer de antes, pero aún tenemos que hacer mucho para cambiar la forma en que lo enfrentamos. Hablemos claro, porque hacerlo salva vidas”, ha concluido el especialista.