Fátima Del Reino
Las diferencias de salud entre mujeres y hombres no solo derivan de sus rasgos biológicos, sino también de distintos factores sociales y de la atención sanitaria recibida. Actuar frente a indicadores como la percepción de la propia salud, las costumbres sociales o la predisposición a ciertas enfermedades es clave para mejorar la salud integral de las mujeres. En concreto, se estima que las mujeres sufren un retraso en el diagnóstico con respecto a los hombres en al menos 700 enfermedades.
Así se puso de manifiesto durante la presentación del documento Mirada: Una nueva visión en el modelo asistencial hacia la salud con perspectiva, promovido por Organon. La periodista Marta Reyero, que condujo este martes el acto de presentación, explicó que tradicionalmente ha habido una falta de reconocimiento de las mujeres en todos los ámbitos de la vida, incluido el de la salud. “Existe una falta de conciencia de tratar la salud desde una perspectiva de sexo y género, también por parte de quienes atienden a los pacientes”, apuntó.
“Existe una falta de conciencia de tratar la salud desde una perspectiva de sexo y género, también por parte de quienes atienden a los pacientes”
Este proyecto, nacido del consenso de un grupo de expertos, tiene el objetivo de mejorar la práctica clínica y hacer más equitativa la atención médica entre mujeres y hombres, teniendo en cuenta sus diferencias biológicas y el impacto de los factores sociales y sanitarios en salud.
“Cada cambio en la atención sanitaria tiene un efecto multiplicador en la salud de las mujeres. En este sentido, el rol de los profesionales sanitarios es fundamental. Perfeccionar la asistencia sanitaria y ajustar los protocolos de forma personalizada, convierten a estos profesionales en motores para la mejora continua en la atención de salud”, puntualizó María Teresa Ruiz Cantero, catedrática de Medicina Preventiva y Salud Pública de la Universidad de Alicante.
“Cada cambio en la atención sanitaria tiene un efecto multiplicador en la salud de las mujeres”
Por su parte, Juan Vera Prieto, director general de Organon en España, destacó la importancia de este documento y afirmó que “la salud de la mujer ha sido infraestudiada“. Además, subrayó que la falta de investigación y la baja inversión en patologías específicas de mujeres, como la endometriosis o los trastornos relacionados con la menopausia, han llevado a peores resultados de salud para ellas.
“Menos del 4 % de la inversión en salud se dirige a patologías específicas de las mujeres”, comentó Vera, recordando también que hombres y mujeres no solo son biológicamente diferentes, sino que las mismas enfermedades pueden evolucionar de manera distinta en ambos sexos. “Es un problema complejo, pero la realidad es que el premio es grande. Hablamos de incidir directamente en la salud de la población”, destacó.
Cuatro áreas clave de mejora
El documento Mirada identifica cuatro áreas fundamentales en las que se debe aplicar una perspectiva de género para mejorar la salud de las mujeres: prevención, diagnóstico, tratamiento y seguimiento. Estas fases del proceso asistencial son clave para eliminar los sesgos en la atención médica y garantizar una atención equitativa.
“Avanzar en equidad requiere poner el foco en las diferencias y desigualdades en salud”
Durante la primera mesa redonda, la Dra. María Estrella López Pardo, subdirectora de Humanización y Calidad del Servicio Gallego de Salud (Sergas), destacó la importancia de visibilizar las patologías que afectan a las mujeres. “Avanzar en equidad requiere poner el foco en las diferencias y desigualdades en salud. El proyecto Mirada nos ayuda a construir una atención más igualitaria y a favorecer el cambio”, afirmó.
Por su parte, Cristina González Hernández, matrona del Hospital Universitario 12 de Octubre, de Madrid y presidenta de la Asociación Madrileña de Matronas reforzó la importancia de “potenciar la investigación” en áreas que aborden las diferencias de género en salud.
“El proyecto Mirada nos ayuda a construir una atención más igualitaria y a favorecer el cambio”
Necesidad de un nuevo enfoque transversal
En la segunda mesa redonda, se abordaron las barreras que enfrentan las mujeres a la hora de acceder a un tratamiento adecuado y los problemas de adherencia en el seguimiento de sus condiciones. La Dra. María Jesús Cancelo Hidalgo, jefa del Servicio de Ginecología y Obstetricia del Hospital Universitario de Guadalajara, insistió en la importancia de planificar los tratamientos teniendo en cuenta el sexo, la edad y el contexto vital de cada paciente, ya que estos factores pueden influir significativamente en la eficacia del tratamiento. “Cada mujer recibirá el tratamiento con condicionantes específicos, incluso en tratamientos destinados exclusivamente a mujeres“, añadió.
Asimismo, el farmacéutico Héctor Castro Bernardino, expresidente del Colegio de Farmacéuticos de A Coruña, explicó que uno de los problemas más comunes en la atención farmacológica es que las dosis de los medicamentos se calculan en función de bibliografía que no siempre incluye a mujeres en sus ensayos clínicos. “Esto afecta a la eficacia y seguridad del fármaco”, señaló. Además, recordó que la falta de representación femenina en investigaciones farmacológicas lleva a mayores tasas de abandono en los ensayos clínicos.
El director general de Salud Pública y Equidad en Salud, Pedro Gullón, fue el encargado de clausurar el evento, destacando que el sistema sanitario tiene una deuda histórica en cuanto a la incorporación de la perspectiva de género en la atención médica. “Proyectos como Mirada nos ayudan a repensar la asistencia sanitaria para que nuestro sistema sea más equitativo y justo con las desigualdades de género“, concluyó.
