Pablo Malo Segura
La pandemia provocada por el Covid-19 en el año 2020 supuso un punto de inflexión en la salud mental en España y sus efectos todavía persisten en la actualidad. En una entrevista concedida a iSanidad, en el marco del Día Mundial de la Salud Mental, el Dr. Javier Quintero, jefe de Servicio de Psiquiatría y Salud Mental del Hospital Universitario Infanta Leonor y divulgador en redes sociales @DrJQuintero, reclama aumentar los recursos humanos. “Vamos a necesitar al menos 1.000 psiquiatras más en los próximos años y no hay una planificación real para cubrir esas necesidades”, señala Quintero. Además, apuesta por consolidar la especialidad de psiquiatría de la infancia y de la adolescencia, mejorar el acceso y destinar inversión a planes de prevención y promoción de la salud mental. Por otro lado, resalta el potencial de las redes sociales para acceder a información veraz de salud mental.
¿Cuál es la situación actual de la salud mental en la población y entre el colectivo sanitario en España?
La situación de la salud mental en España se ha complicado en los últimos años, con un punto de inflexión en la pandemia. En un estudio sobre “La situación de la salud mental en España”, realizado por la Confederación Salud Mental España y la Fundación Mutua Madrileña, nos encontramos que tres de cada cuatro encuestados consideraban que su salud mental había empeorado. Este cambio se está produciendo a base de un incremento de problemas emocionales, sobre todo estamos viendo que la ansiedad y la depresión están impactando notablemente en la población, especialmente en los más jóvenes.
“El personal sanitario aún está sufriendo las consecuencias de la pandemia, al menos en los aspectos emocionales”
En relación al personal sanitario, la pandemia nos impactó de manera muy significativa. No debemos olvidarnos de la presión a la que nos vimos sometidos en 2020, y me temo que aún no nos hemos recuperado del todo, en parte porque el propio sistema tampoco ha sabido reorganizarse. Aún estamos sufriendo las consecuencias de la pandemia, al menos en los aspectos emocionales.
¿Se dedican suficientes recursos a la atención en salud mental en el sistema público?
Siempre se ha dicho que la psiquiatría es la “hermana pobre” de las especialidades médicas. A pesar de los recientes esfuerzos para mejorar los recursos en salud mental, arrastramos carencias de mucho tiempo, como la ratio de profesionales por habitantes, si nos comparamos con los países de nuestro entorno. Pero tampoco es fácil cubrir un incremento de profesionales a corto plazo, ya que hay una carencia significativa de profesionales especializados. A esto hay que sumar un notable incremento de la demanda de atención por parte de la población, lo que está tensionando las listas de espera. Hace falta una reflexión amplia sobre la salud mental que queremos y a partir de ahí pensar en cómo financiarla.
“Es fundamental dedicar inversión a planes de prevención y promoción de la salud mental”
¿Cuáles son las principales áreas de mejora?
Por un lado, los recursos humanos. Se estima que vamos a necesitar al menos 1.000 psiquiatras más en los próximos años y no hay una planificación real para cubrir esas necesidades. Se debería avanzar y consolidar la especialidad de psiquiatría de la infancia y de la adolescencia, que cada día es más necesaria. Desde el punto de vista asistencial, sería importante trabajar en mejorar el acceso, buscando soluciones para las listas de espera, que no solo deberían pasar por incrementar el numero de profesionales. Sin lugar a duda, es fundamental dedicar inversión a planes de prevención y promoción de la salud mental.
¿Qué impacto tiene el diagnóstico temprano de la depresión y la ansiedad?
Es necesario trabajar en prevención. Sin duda, como en cualquier otro proceso en salud, el diagnóstico precoz es clave en la evolución. Cuando el diagnóstico es temprano se mejora la repuesta a los tratamientos y, por tanto, la evolución y pronóstico, así como el impacto funcional en los pacientes.
“Cuando el diagnóstico es temprano, se mejora la respuesta a los tratamientos y, por tanto, la evolución y pronóstico, así como el impacto funcional en los pacientes”
Una encuesta realizada por Pfizer revela que el 40% de los españoles no sabe cómo pedir ayuda ante un problema de depresión y que el 62% querría ayudar a alguien cercano con problemas de salud mental, pero no saben cómo hacerlo. ¿Qué factores explican este desconocimiento y cómo pueden contribuir los profesionales para ayudar solucionarlo?
Lo ideal es la combinación de educación, accesibilidad y promoción de la salud. Por ejemplo, acciones como esta tienen un claro impacto en la sensibilización y en dar a conocer aspectos clave de la salud mental. Asimismo, es interesante tener canales accesibles, disponibles y claros, con información contrastada, basada en las evidencias científicas sobre la salud mental y evitando la desinformación, que también afecta a la salud. Hay programas interesantes de educación emocional disponibles. Aunque parezca un poco “Francisco Umbral”, nuestro equipo ha desarrollado un programa de gestión emocional, llamado Emociones360, con una visión clara y accesible de las emociones y su gestión.
“Es interesante tener canales accesibles, disponibles y claros, con información contrastada, basada en las evidencias científicas sobre la salud mental”
Usted también realiza una importante labor de divulgación en las redes sociales. ¿Qué potencial ofrecen estas herramientas para promover el acceso de los ciudadanos a una información veraz y científica sobre salud mental?
No todo es negativo en las redes sociales y pueden tener un enorme potencial para promover el acceso a información veraz, basada en las mejores evidencias y útil sobre salud mental, con un potencial alcance enorme, y si utilizan bien los algoritmos, adecuar la información a las necesidades concretas de cada uno.
“Las redes sociales pueden tener un enorme potencial para promover el acceso a información veraz y útil sobre salud mental, así como ayudar a reducir el estigma”
Además, permiten hablar y normalizar la salud mental, lo que ayuda a reducir el estigma, y acceder a programas de educación o contenido educativo de calidad. Algunos perfiles que me merecen un respeto son por ejemplo: @dr.rosamolina, @dr.beamartinez, @doctormora_, @miguelalvarezdemon y @marianrojasestape, entre otros.
