Gema Maldonado
El Consejo Económico y Social de España (CES) advierte en un informe de que si no se descarga de “presión” el sistema sanitario haciendo que la salud se aborde en todas las políticas y desde otros ámbitos, no “no podrá asumir” todas las necesidades sanitarias de la población. Además, propone que sanitarios no facultativos, como las enfermeras, puedan ganar en productividad y aportar más al sistema dotándolos de aplicaciones de inteligencia artificial (IA) que poder consultar y utilizar. Una propuesta que podría acarrear cierta controversia por entrar en las competencias entre profesiones sanitarias.
El componente de salud tiente que estar en todas las políticas, hay que descargar al sistema sanitario de la presión que tiene haciendo que la prevención sea también labor de otras políticas, de lo contrario es imposible”, expuso este jueves el presidente del Consejo Económico y Social de España, Antón Costas, a los miembros de la Comisión de Sanidad del Congreso de los Diputados durante la presentación del informe El Sistema Sanitario: situación actual y perspectivas para el futuro.
Antón Costas: “Hay que descargar al sistema sanitario de la presión que tiene haciendo que la prevención sea también labor de otras políticas, de lo contrario es imposible”
Uno de los ejemplos a los que se refirió es la obesidad infantil, un problema que “si no se aborda desde políticas sociales y educativas, el sistema sanitario no lo podrá asumir ni en recursos ni en capacidades”. La visión que propone es “ir a una sola salud, pero viéndola como resultado de vectores muy diferentes que no son solo el sistema sanitario”.
Las algo más de 300 páginas del documento tratan de ofrecer un diagnóstico sobre el sistema sanitario en el momento actual y habla del futuro, con propuestas para mejorarlo. El trabajo analiza el sistema desde el punto de vista de la equidad y desde la eficiencia y el impacto en la economía. En su diagnóstico, identifica una serie de “señales de alerta” que está lanzado el sistema sanitario acerca de su funcionamiento.
El documento identifica una serie de “señales de alerta” que está lanzado el sistema sanitario acerca de su funcionamiento
Las más preocupantes son las listas de espera, tanto en atención primaria como en especializada, que han crecido exponencialmente a partir de la pandemia de Covid-19; una serie de “barreras invisibles” que impiden a determinados colectivos acceder al sistema, los sesgos de edad y de género en el propio sistema, el incremento de los problemas de salud mental y la crisis de recursos humanos de todo el personal sanitario “de una magnitud excepcional”, ha valorado Costas. Para paliar esta última, el presidente del Consejo Económico y Social propone aprovechar mejor a los profesionales. “¿Por qué un cirujano que hoy baja a quirófano y opera bien mañana ya no puede bajar porque ha cumplido los 65 años?”, se pregunta.
Antón Costa: “¿Por qué un cirujano que hoy baja a quirófano y opera bien mañana ya no puede bajar porque ha cumplido los 65 años? Hay que aprovechar mejor los recursos”
La segunda propuesta, más novedosa, es la utilización de la inteligencia artificial para aumentar la productividad en profesionales sanitarios que no son médicos. Antón Costa cree que la crisis de recursos humanos del sistema sanitario “se va a agudizar mucho”, y propone la incorporación de aplicaciones de inteligencia artificial que permitan a los sanitarios no médicos hacer más cosas. “Cambiando la regulación, tienen capacidad de aumentar su aportación al sistema. Con Apps sanitarias basadas en inteligencia artificial pueden incrementar su productividad segmentos como cuidadores y enfermeras”. El informe también propone descentralizar la gobernanza del sistema favoreciendo la autonomía de los profesionales y diseñar nuevos incentivos específicos para los sanitarios que cubran zonas de difícil cobertura.
“Cambiando la regulación, tienen capacidad de aumentar su aportación al sistema. Con Apps sanitarias basadas en inteligencia artificial pueden incrementar su productividad segmentos como cuidadores y enfermeras”
Costas ha hecho hincapié en el riesgo que suponen las listas de espera, más allá del posible perjuicio para la salud del paciente que espera, y es la huida del sistema de una clase media que puede presionar para mejorar las cosas. “Sabemos que los sistemas públicos funcionan bien cuando dentro hay actores que están levantando la voz para advertir de los deterioros y generar presión para repararlo. Si salen muchos ciudadanos del sistema estaríamos perdiendo capacidad de voz y por tanto de presión”, explicó.
En la base de las medidas que ha explicado Antón Costas se encuentran los datos. “Hay que medir y evaluar, necesitamos datos para mejorar y, para medir, hay que decidir qué variables se miden”, incidió, “y en esto tenemos un problema”.
