Paula Baena
La Asociación Española Contra el Cáncer (AECC) ha puesto de relieve la necesidad de brindar un apoyo constante a las mujeres que han superado el cáncer de mama. Durante la presentación del informe Necesidades y calidad de vida en supervivientes de cáncer de mama este 15 de octubre en Madrid, la organización ha insistido en la importancia de acompañar a las pacientes, incluso después de haber sido declaradas libres de la enfermedad. “Necesitan ayuda para volver al punto cero”, ha afirmado el Dr. Rafael Martínez Monge, investigador de la asociación en la Clínica Universidad de Navarra. El investigador ha subrayado que muchas mujeres son incapaces de recuperar su vida previa al diagnóstico sin contar con un apoyo emocional, físico y social adecuado.
El estudio, presentado con motivo del Día Mundial Contra el Cáncer de Mama, recoge las respuestas de 1.293 mujeres mayores de 18 años que han finalizado el tratamiento y se encuentran libres de la enfermedad. Entre sus hallazgos principales, el informe destaca que el 67% de las supervivientes sigue conviviendo con el miedo a la recaída, un temor que no disminuye con el tiempo. Además, 7 de cada 10 mujeres expresan una preocupación frecuente porque algún miembro de su familia sea diagnosticado con cáncer, lo que refleja el impacto emocional persistente en su entorno.
7 de cada 10 mujeres temen que algún miembro de su familia sea diagnosticado con cáncer
La AECC ha insistido en que es fundamental no considerar a las pacientes como ‘curadas’ simplemente porque el tumor haya desaparecido. Las secuelas físicas, emocionales y sociales que arrastran muchas supervivientes requieren un acompañamiento prolongado. Además, el Dr. Martínez ha enfatizado la necesidad de rigurosidad tanto en las revisiones médicas como en los tratamientos de mantenimiento, que pueden reducir –aunque no eliminar por completo– el riesgo de recaída.
Además del miedo a la recaída, el informe pone de manifiesto la mala calidad de vida que experimenta un tercio de las mujeres que han superado el cáncer de mama. Estas mujeres sufren una combinación de síntomas físicos, problemas económicos, dificultades para reincorporarse al trabajo y un impacto significativo en sus relaciones personales y familiares. El informe también ha recalcado que uno de los problemas que persisten con mayor frecuencia es la afectación a la vida sexual de las pacientes.
El momento más difícil para las pacientes puede llegar tras la curación
La Dra. Ana Monroy, psicóloga de la AECC, ha señalado que se ha de poner en valor la inseguridad y el miedo a retomar la vida cotidiana, puesto que, a pesar de haber superado la enfermedad, “no vuelve a ser como antes”. Además, ha puesto de manifiesto que en ocasiones la fase de supervivencia implica, a su vez, la aceptación del proceso oncológico y el impacto que ha causado en sus vidas, por lo que “a veces, el momento más difícil puede llegar tras la curación”, ha explicado.
El acto, además, ha contado con los testimonios de María Ferrer, paciente superviviente de cáncer y Sandra Cerrata, paciente de cáncer de mama. Ambas han resaltado, desde su propia experiencia, la importancia de la disciplina y rigurosidad a la hora de mantener las revisiones y mantener una rutina de autocuidado. La Dra. Monroy, a su vez, ha señalado que la actitud, a pesar de ser fundamental para acompañar el proceso “ayuda, pero no cura”.
La sexualidad, un tema pendiente
El estudio revela que el 53% de las mujeres encuestadas sufren problemas relacionados con su vida sexual después del tratamiento. Las causas son tanto físicas como psicológicas. Muchas supervivientes enfrentan cambios en su imagen corporal que afectan su autoestima, además de los efectos directos de los tratamientos, como la sequedad vaginal o la falta de lubricación, que interfieren en su bienestar sexual.
Estos problemas, lejos de desaparecer con el tiempo, tienden a mantenerse. “Es sorprendente que los problemas de sexualidad persistan a largo plazo”, ha reseñado Belén Fernández, responsable del Observatorio del Cáncer de la AECC. La imagen corporal deteriorada y los síntomas físicos se entrelazan, afectando no solo a la satisfacción sexual, sino también a la capacidad de estas mujeres de retomar una vida plena y gratificante. Belén Fernández también ha destacado la importancia de que las pacientes reciban una atención integral que contemple estos aspectos de su salud y bienestar, más allá de lo estrictamente oncológico.
Asimismo, el informe también ha advertido sobre la falta de información que reciben las pacientes en este ámbito. Algunas afectadas han señalado que no se les explicó con suficiente claridad cómo los tratamientos afectarían su vida cotidiana, incluyendo su salud sexual. Por tanto, la AECC recalca la importancia de que las mujeres reciban información clara y herramientas para afrontar las secuelas como parte de un enfoque holístico en el tratamiento.
Así, el estudio de la AECC reitera que un apoyo continuo y un enfoque integral son esenciales para ayudar a las supervivientes a recuperar su calidad de vida y bienestar.