Paula Baena
El IV Congreso de RRHH y Salud, celebrado bajo la organización de la Alianza de la Sanidad Privada Española (ASPE), ha sido un espacio clave para abordar los desafíos que enfrenta el sistema sanitario español, especialmente en términos de recursos humanos y su sostenibilidad. Durante el evento, Carlos Rus, presidente de ASPE, ha planteado la creación de un ciclo de formación profesional (FP) de grado superior en el ámbito sanitario. Según el presidente, barajan esta medida para así hacer frente a las crecientes necesidades de personal. “El sector supone casi el 40% de la sanidad, pero solo forma al 3% de los Médicos Internos Residentes (MIR)”, ha señalado.
Rus ha subrayado que, a pesar de que la apertura de plazas MIR ha sido una respuesta positiva, no es suficiente para resolver los problemas de especialización y formación, especialmente en las áreas más demandadas como anestesiología y pediatría en el ámbito privado. Según el presidente de la patronal de sanidad privada, es fundamental que las medidas adoptadas incluyan la creación de programas formativos más ágiles y adaptados a la realidad del mercado laboral actual, donde se necesita personal especializado de manera urgente y no en un plazo de diez años, que es el tiempo que tarda en formarse un médico especialista.
“Creemos firmemente que la colaboración entre el sector público y privado es clave para abordar de manera efectiva los retos en la gestión de los recursos humanos en salud. No debemos por más tiempo permitir que el sistema de salud funcione en compartimentos estancos”, ha señalado el presidente de la patronal.
Carlos Rus: “En la sanidad privada faltan anestesistas y pediatras, mientras que en los números oficiales no se refleja esta escasez”
Además, el congreso también ha abordado los problemas relacionados con la falta de especialistas. Carlos Rus ha explicado que, a pesar de las cifras oficiales, en la sanidad privada existe una gran carencia de estos profesionales, lo que está creando una dicotomía entre las necesidades del sector y los datos administrativos. “En la sanidad privada faltan anestesistas y pediatras, mientras que en los números oficiales no se refleja esta escasez. Es un problema que debemos abordar unificando criterios a nivel nacional”, ha apuntado Rus.
En paralelo, la mesa institucional moderada por José Manuel Baltar ha puesto sobre la mesa otro de los grandes problemas del sistema sanitario: la jubilación de los profesionales. Celia Gómez, directora de Ordenación Profesional del Ministerio de Sanidad, ha destacado la importancia de la jubilación activa como medida paliativa. “En la actualidad, un 65% de los médicos que llegan a la edad de jubilación optan por continuar en activo, lo que ha sido crucial para cubrir las vacantes en especialidades con alta demanda”, ha indicado, poniendo como ejemplo la atención primaria en áreas rurales. Sin embargo, Gómez ha incidido en que esta solución es meramente temporal, ya que el verdadero reto supone implementar planes de retención y captación de talento que ofrezcan estabilidad y mejores condiciones laborales.
Celia Gómez: “En la actualidad, un 65% de los médicos que llegan a la edad de jubilación optan por continuar en activo”
Las diferencias en las medidas adoptadas por las comunidades autónomas fueron otro punto de debate. Mientras algunas regiones ofrecen incentivos para que los profesionales sigan en activo, otras comunidades enfrentan una mayor fuga de talentos debido a la falta de políticas claras de retención. Según Íñigo Cortázar, director general de Recursos Humanos del Servicio de Salud de Castilla-La Mancha, el mercado laboral en el sector sanitario está generando una competencia feroz no solo entre el sector público y privado, sino también entre las diferentes comunidades autónomas, lo que añade presión sobre los sistemas de salud regionales.
La estabilización de las condiciones laborales fue un tema recurrente a lo largo del congreso. Los participantes coincidieron en que, para mantener una sanidad eficiente y de calidad, es imprescindible que los profesionales cuenten con espacios de trabajo adecuados y un clima laboral favorable. En palabras de Esther Monzón, consejera de Sanidad de Canarias, “tener profesionales felices redunda en el bienestar del paciente y de la organización”. Esto refuerza la idea de que el cuidado de los recursos humanos en la sanidad no solo tiene un impacto directo en los trabajadores, sino también en la calidad de la atención que reciben los pacientes.
El cuidado de los recursos humanos en la sanidad impacta en la calidad de la atención que reciben los pacientes
Por otra parte, Carina Escobar, presidenta de la Plataforma de Organizaciones de Pacientes (POP), ha señalado la importancia de que trabajadores con enfermedades crónicas puedan mantener su actividad laboral. “Trabajar genera salud”, ha añadido. A raíz de esto, se ha discutido también acerca de la incapacidad temporal flexible, que consiste en que los pacientes continúen trabajando mientras reciben tratamiento. Respecto a ello, Carlos Rus ha señalado que “la flexibilidad es esencial para que estos pacientes mantengan su autoestima y su puesto de trabajo”, a pesar de que se haya “criminalizado” la medida.
Así, el Congreso hace un llamamiento a la cogobernanza entre las diferentes administraciones y el sector privado. Los expertos han coincidido en que la situación actual del sistema sanitario español requiere un enfoque multidisciplinar que aborde los problemas desde varias perspectivas: la formación, la retención de talento, la mejora de las condiciones laborales y la implementación de políticas que permitan una mayor estabilidad.