Fátima Del Reino
El Dr. Álvaro Juárez, jefe del Servicio de Urología del Hospital de Jerez y recién nombrado presidente de la Asociación Andaluza de Urología, ha abordado los avances en el tratamiento del cáncer de próstata. Aunque el cáncer de próstata avanzado “sigue siendo incurable“, los nuevos enfoques están permitiendo “cronificar la enfermedad” y mejorar la calidad de vida de los pacientes. El Dr. Juárez ha destacado que el futuro del tratamiento radica en perfilar el cáncer desde un enfoque molecular, lo que permitirá personalizar las terapias y optimizar los resultados clínicos.
Además, en su nuevo rol como presidente de la Asociación Andaluza de Urología, ha revelado a iSanidad las líneas estratégicas que impulsará desde la entidad, poniendo énfasis en la investigación y formación de los profesionales en el tratamiento de este tumor. Durante el 36º Congreso de la Asociación, se presentaron avances significativos, incluyendo nuevos enfoques hormonales y moleculares que prometen cambiar el panorama de esta enfermedad.
“Aún no podemos curar el cáncer de próstata avanzado, pero estamos logrando cronificar la enfermedad con los nuevos tratamientos”
¿Cuáles han sido los principales avances o novedades presentadas en el Congreso de la Asociación Andaluza de Urología respecto al tratamiento del cáncer de próstata? ¿Qué mejoras se han presentado en las técnicas de diagnóstico?
En relación con el cáncer de próstata localizado, se ha presentado una ponencia de gran interés sobre cómo, en un futuro, algunos pacientes que hasta ahora no eran candidatos a cirugía podrían beneficiarse de esta intervención. Además, se ha destacado la intensificación del tratamiento con nuevas terapias hormonales. Es decir, los mismos tratamientos que actualmente utilizamos en el cáncer de próstata avanzado o metastásico, se podrían emplear durante un corto periodo de tiempo en casos de cáncer de próstata localizado de alto riesgo. Esto podría mejorar la supervivencia libre de metástasis, permitiendo que la enfermedad no progrese durante más tiempo.
En cuanto al cáncer de próstata avanzado, se ha comunicado la publicación de nuevos fármacos, como la darolutamida, basada en un ensayo clínico reciente. Este fármaco añade una herramienta más para el tratamiento de pacientes con cáncer metastásico.
“Los nuevos tratamientos hormonales tienen un impacto significativo en la supervivencia global de los pacientes”
Desde su perspectiva, ¿cuáles son las mayores necesidades o desafíos que enfrenta el tratamiento de esta enfermedad hoy en día?
El mayor desafío es que, desafortunadamente, el cáncer de próstata avanzado sigue siendo incurable. Sin embargo, con los nuevos tratamientos, estamos logrando cronificar la enfermedad. Un segundo reto importante es la falta de perfiles genéticos definidos, como ocurre en el cáncer de mama. En este tipo de cáncer, el estudio de las mutaciones permite personalizar el tratamiento. En el cáncer de próstata, estamos comenzando a dar los primeros pasos en este sentido, y en el futuro podremos caracterizar mejor la enfermedad a nivel molecular, lo que permitirá afinar más en los tratamientos
Con relación al cáncer de próstata metastásico, ¿qué avances se han discutido en el congreso para mejorar la calidad de vida y supervivencia de estos pacientes?
El avance más destacado ha sido el fármaco darolutamida, que tiene la ventaja de presentar menos interacciones farmacológicas en comparación con otros tratamientos. Esto es crucial, ya que la mayoría de los pacientes con cáncer de próstata avanzado son de edad avanzada y suelen presentar múltiples comorbilidades y tratamientos. Un fármaco con menos interacciones mejora significativamente la calidad de vida de estos pacientes.
“El tratamiento óptimo del cáncer de próstata metastásico no debe limitarse a la privación androgénica, sino incluir las nuevas terapias hormonales”
En cuanto a los tratamientos disponibles para el cáncer de próstata metastásico, ¿hay algún nuevo enfoque que pueda cambiar las perspectivas de tratamiento en los próximos años?
En la actualidad, los nuevos enfoques van dirigidos hacia una caracterización molecular de la enfermedad. Es decir, identificar qué alteraciones genéticas tiene el tumor para poder seleccionar el tratamiento más adecuado. Además, desde hace aproximadamente un año, se ha incorporado al tratamiento la combinación de fármacos hormonales con quimioterapia, que ha demostrado beneficiar a ciertos subgrupos de pacientes. Estos avances, junto con los nuevos tratamientos hormonales, han mostrado impacto en la supervivencia global y en la mejora de la calidad de vida.
¿Qué mejoras se han visto en la combinación de la terapia de privación de andrógenos (TPA) con otros tratamientos?
Aunque ha sido el tratamiento más utilizado durante años, sabemos desde 1973 que la TPA, por sí sola, no tiene impacto en la supervivencia global de los pacientes con cáncer de próstata metastásico. Sin embargo, en 2019, se publicaron estudios que demostraron que los nuevos tratamientos hormonales, como apalutamida y darolutamida, sí tienen un gran impacto en la supervivencia global, comparados con la TPA. Desde mi punto de vista, hoy en día el tratamiento del cáncer de próstata metastásico debe centrarse en estos nuevos tratamientos hormonales, y tratar exclusivamente con TPA es subóptimo.