Dr. Jacobo Formigo, responsable de la Unidad de Rehabilitación Intervencionista del Hospital Universitario de A Coruña (CHUAC) y vicepresidente de la Sociedade Galega de Rehabilitación e Medicina Física (SOGARMEF)
El Proceso Asistencial Integrado (PAI) de Daño Cerebral Adquirido (DCA) aplicado en el Servicio Gallego de Salud (SERGAS) constituye un avance crucial en la atención a una de las principales causas de discapacidad en Galicia. Como médico rehabilitador, soy testigo directo de los desafíos que enfrentan los pacientes con DCA y de la importancia de contar con un plan integral que garantice una atención adecuada, equitativa y coordinada para estos pacientes.
En Galicia, es una realidad alarmante: aproximadamente 35.000 personas viven con daño cerebral adquirido y, cada año, aparecen 7.000 nuevos casos de ictus, principal causa de DCA. Sin embargo, la ausencia de codificación que englobe las distintas causas de daño cerebral dificulta que tengamos una visión más precisa de la prevalencia real, lo que supone un reto para la planificación de recursos asistenciales. Este código diagnóstico es precisamente uno de los objetivos de este PAI, que nos permitirá asignar mejor los procedimientos necesarios en todas las fases evolutivas y obtener una mayor eficiencia en la atención sanitaria.
La ausencia de codificación que englobe las distintas causas de daño cerebral dificulta que tengamos una visión más precisa de la prevalencia real
La variedad de sistemas que pueden verse afectados ante un DCA hace necesario que se lleve a cabo un abordaje interdisciplinar. De ahí la importancia de un proceso asistencial que coordine a todas las especialidades asistenciales involucradas y que ofrezca a los pacientes un itinerario claro y estructurado en su proceso de recuperación. Para ello, se han establecido planes individualizados de atención (PIA) de cada uno de los profesionales, así como un plan global que el profesional responsable de la persona afectada debe ir revisando, garantizando un seguimiento constante y adaptado a la evolución de cada caso.
El corazón del PAI es el paciente y su bienestar y mejora de la calidad de vida son nuestras prioridades como profesionales sanitarios. Por eso, todo el proceso está diseñado en torno a sus necesidades y, por supuesto, han tenido voz y voto en su elaboración. Así, ha sido imprescindible la participación de los pacientes y sus familias a través de Fegadace (Federación Galega de Dano Cerebral), lo que ha enriquecido de forma sustancial el documento, garantizando una revisión exhaustiva del mismo y contribuyendo a su difusión y aplicación en el día a día. Además, a través de la metodología “Patient Journey”, hemos podido analizar la experiencia de los pacientes desde su propia perspectiva, lo que ha permitido mejorar la comunicación con ellos y definir las mejoras en los circuitos asistenciales.
El objetivo fundamental de este PAI es lograr la máxima autonomía funcional, participación social y calidad de vida de los pacientes, de acuerdo a la extensión del daño cerebral y a su situación previa. Es un reto ambicioso, pero necesario, puesto que nuestra principal premisa es garantizar la equidad en la evaluación y atención y asegurar la coordinación y continuidad asistencial en todas las fases evolutivas, incluyendo el concepto de tiempos de demora máximos.
El objetivo fundamental del Proceso Asistencial Integrado es lograr la máxima autonomía funcional, participación social y calidad de vida de los pacientes
Asimismo, en este Proceso Asistencial Integrado se han especificado las características de lo que debe considerar un tratamiento intensivo, las que deben poseer los centros donde se presta y las características clínicas de los pacientes que, con su aplicación, obtienen mejoras funcionales adicionales. Igualmente se ha definido los parámetros para los tratamientos no intensivos y de secuelas y se han establecido criterios específicos para las personas afectadas en situación de hospitalización, seguimiento ambulatorio o en situación de cronicidad, que serán seguidas por sus equipos de atención primaria.
Por otro lado, en el desarrollo de todo el PAI se ha prestado especial atención al cuidado de la información que se le transmite en cada fase tanto a los pacientes como a sus familiares/cuidadores, en el contenido y en las características del lugar para transmitirla. Esta cuestión ha sido priorizada en respuesta a las experiencias transmitidas por los afectados.
Con este documento, el Servizo Galego de Saúde promueve la garantía de la calidad de los servicios sanitarios de forma segura y eficiente y, como decía anteriormente, la equidad en el acceso a las personas afectadas por el daño cerebral adquirido en Galicia. Este PAI establece una línea de trabajo de enfoque integral que permite identificar nuestras fortalezas y debilidades, ofreciendo un marco para la mejora continua de los servicios, la atención y dotar de los recursos necesarios que, a día de hoy, son mejorables. Sin embargo, no debemos quedarnos aquí. La implementación de este tipo de procesos debería ser un estándar en todas las comunidades autónomas de España. La unificación de criterios y la adopción de PAIs similares en otras regiones sería un gran paso hacia la equidad en el acceso a la neurorrehabilitación y mejoraría la calidad asistencial a nivel nacional.
La unificación de criterios y la adopción de PAIs similares en otras regiones sería un gran paso hacia la equidad en el acceso a la neurorrehabilitación y mejoraría la calidad asistencial a nivel nacional
Es cierto que en otras comunidades existen guías clínicas y modelos de actuación en ictus, pero este PAI va más allá, abarcando todas las causas de daño cerebral. Es el primer plan de este tipo en España, y sus beneficios potenciales son incuestionables. No se trata solo de garantizar que todos los pacientes reciban el mismo nivel de atención, sino también de facilitar la coordinación entre los diferentes servicios y profesionales implicados.
En definitiva, el PAI de DCA del SERGAS es un modelo a seguir. Su enfoque interdisciplinar, su compromiso con la equidad y su capacidad para adaptarse a las necesidades individuales de cada paciente lo convierten en una herramienta esencial para mejorar la atención sanitaria. La difusión de este PAI y su implementación efectiva en el día a día de los profesionales es clave para que se convierta en una realidad tangible para los pacientes, marcando un antes y un después en la atención al daño cerebral adquirido en España.