Más de la mitad de los jóvenes españoles admiten sentirse solos

Un estudio de la Fundación Atalaya revela la creciente crisis de soledad en los jóvenes y la necesidad de intervenciones accesibles para promover el bienestar emocional

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Paula Baena
El estudio ‘Inquietudes y preocupaciones de la salud mental’ de la Fundación Atalaya ha mostrado que más del 50% de los jóvenes españoles de entre 15 y 29 años sufre de soledad no deseada. Este problema no solo impacta a su salud mental, sino que amenaza su desarrollo emocional y social. Durante la presentación del informe este lunes en Madrid, el comité de expertos de la fundación ha analizado la situación. Así, ha aprovechado para subrayar la importancia de abordar esta crisis con acciones concretas y accesibles.

El Dr. Javier Urra, director clínico de Recurra Ginso, ha explicado que el estudio muestra que esta soledad no deseada, lejos de ser exclusiva de personas mayores, se ha convertido en una realidad común entre adolescentes y jóvenes adultos. Además, el informe ha reflejado que en muchos casos se encuentran sin redes de apoyo sólidas. “Es muy duro ver llegar el viernes y saber que tus amigos han hecho planes y a ti nadie te ha llamado”, ha ejemplificado el especialista. Además, ha resaltado también cómo esta exclusión social lleva a los jóvenes a refugiarse en las redes y construir “una imagen digital que no necesariamente representa lo que realmente sienten”.

Dr. Urra: “El día a día se convierte en una lucha entre lo que muestran en redes y lo que realmente experimentan”

Durante la presentación del estudio, los especialistas han señalado que las redes sociales, aunque parecen conectar a las personas, pueden reforzar la sensación de aislamiento, especialmente entre los jóvenes. Estos entornos digitales, a menudo dominados por imágenes de vidas perfectas, fomentan comparaciones y aumentan la presión por cumplir con expectativas irreales. “Aunque existen programas de apoyo como headspace, que ofrecen recursos emocionales, muchos no están diseñados para los jóvenes, que buscan ayuda de forma diferente en plataformas como Instagram o TikTok”, ha señalado el Dr. Celso Arango, director del Instituto de Psiquiatría y Salud Mental y jefe del Servicio de Psiquiatría del Niño y Adolescente del Hospital Universitario Gregorio Marañón.

A su vez, el Dr. Urra también ha reseñado el riesgo de crear una dependencia de esta identidad digital y el impacto en la autoestima. “Para muchos, el día a día se convierte en una lucha entre lo que muestran en redes y lo que realmente experimentan, lo que a menudo agudiza el sentimiento de desconexión y soledad”, ha agregado el psicólogo.

Ansiedad, depresión y suicidio: las caras más graves de la crisis

La soledad no deseada está directamente relacionada con un aumento en los niveles de ansiedad, depresión e incluso pensamientos suicidas entre los jóvenes. Los expertos en salud mental han destacado que este aislamiento social es, a menudo, el detonante de episodios de ansiedad y cuadros depresivos. Estos, sin un apoyo adecuado, pueden derivar en situaciones críticas.

Además, los datos del estudio han reflejado que menos de la mitad de las personas encuestadas (el 47,7%) se encuentra en un nivel leve o ausente de ansiedad, mientras que el 52,3% señala un estado de moderado a grave. Por otra parte, más de la mitad de los jóvenes ha admitido tener dificultades relacionadas con el bajo estado de ánimo (54%). De ellos, un 28,5% se encuentra en los dos niveles más preocupantes.

Según ha señalado el Dr. Urra, “una de cada cuatro personas experimentará un trastorno mental en algún momento de su vida”. Además, los especialistas han añadido que las tasas de suicidio entre los adolescentes y adultos jóvenes son alarmantes, subrayando la necesidad de intervención temprana y recursos accesibles en salud mental para evitar desenlaces trágicos.

Los jóvenes se sienten solos, pero también apoyados

El estudio también ha resaltado que muchos jóvenes en España cuentan con apoyo social. Los datos señalan que el 22,5% de los encuestados percibe un apoyo social bajo, un 42,5% un nivel moderado y el 35% admite contar con un nivel alto de apoyo. Esto denota que, a pesar del preocupante sentimiento de soledad, los jóvenes gozan de apoyo social en su vida diaria. Además, se señala que el grupo de jóvenes de 25 a 29 años son quienes sienten mayor apoyo de sus seres queridos, mientras que el grupo de 15 a 19 años percibe menos respaldo.

Los expertos han destacado que el apoyo de la familia, amistades y ciertas comunidades locales sigue siendo un recurso esencial. Así, esta red de apoyo actúa como un pilar fundamental. Sin embargo, los datos del estudio han expuesto que, a pesar de que muchos jóvenes se sienten apoyados, no disminuye la soledad no deseada. Tanto es así que quienes perciben más respaldo también experimentan una mayor soledad. “Es un tema que debemos abordar en profundidad”, han señalado los especialistas.

Las mujeres mayores de 25 años, especialmente insatisfechas con la propia vida

Otro aspecto destacado en el informe es la insatisfacción con la propia vida, que afecta a un porcentaje significativo de jóvenes. Además, es especialmente notable entre las mujeres de 25 a 29 años. Según los datos, este grupo experimenta con mayor frecuencia sentimientos de descontento con su situación vital. Los datos reflejan así una combinación de factores. Entre ellos se incluyen la presión social, la comparación con modelos irreales en redes sociales y las expectativas profesionales y personales. Esta situación genera en muchas mujeres un conflicto entre lo que aspiran a alcanzar y lo que perciben como su realidad. Se intensifica así su vulnerabilidad ante problemas como la ansiedad y la depresión.

Ante esta situación, los especialistas han enfatizado la importancia de implementar servicios de salud mental accesibles que ofrezcan apoyo inmediato y directo a los jóvenes. “Los adolescentes necesitan espacios de intervención temprana donde puedan expresar sus preocupaciones y obtener ayuda sin necesidad de un largo proceso de derivación médica. La salud mental debería ser tratada con la misma facilidad con que se aborda cualquier otra necesidad de bienestar”, ha concluido el Dr. Arango.

De esta manera, la Fundación Atalaya planea continuar su labor a través de su Observatorio de Salud Mental Infanto-Juvenil, buscando monitorear esta situación y proponer políticas y programas que respondan a las necesidades de la juventud española, promoviendo un desarrollo emocional y social que permita a los jóvenes enfrentar los desafíos de su entorno sin caer en el aislamiento.

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