La transformación del Sistema Nacional de Salud es urgente y una prioridad impostergable

Entre los puntos clave de la transformación la inversión en atención primaria, mejora de la adherencia de los pacientes y reducción de las listas de espera

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Luis de Haro. Director general de iSanidad
El Sistema Nacional de Salud necesita una transformación que asegure su sostenibilidad y eficacia de forma urgente e impostergable. Solo la combinación de ineficiencia en el gasto público, la baja adherencia terapéutica y las largas listas de espera evidencia la urgencia de esta transformación. Invertir en atención primaria, mejorar la adherencia de los pacientes y acortar las listas de espera son pasos clave para transformar el sistema. Ya no solo hay que responder a las necesidades actuales, sino que también hay que garantizar la viabilidad en el futuro.

La transformación del Sistema Nacional de Salud tiene que responder a las necesidades actuales y tiene que garantizar la viabilidad en el futuro

El Sistema Nacional de Salud enfrenta desafíos profundos que requieren una transformación urgente. Hay que actuar en las listas de espera, la ineficiencia en el gasto público y la falta de adherencia terapéutica. La necesidad de una revisión exhaustiva de los procesos y políticas sanitarias es cada vez más evidente. Los datos son alarmantes: el gasto sanitario público total alcanzó los 115.458 millones de euros en 2019, un 9,3% del PIB, de los cuales un 19% —20.000 millones de euros— fue calificado como gasto ineficiente. Esto plantea una pregunta crítica: ¿es sostenible nuestro sistema sanitario sin una reforma estructural?

La Fundación Economía y Salud, en su informe sobre eficiencia del gasto público, destaca cómo se desperdician recursos por falta de coordinación entre distintos niveles. Según su presidente, Alberto Giménez, uno de los mayores problemas radica en las hospitalizaciones evitables. Aumentan el gasto en los hospitales debido a una atención insuficiente en el ámbito de la atención primaria. En España, el coste diario de una cama ocupada por un paciente que ya no requiere hospitalización asciende a unos 800 euros. Este gasto podría reducirse drásticamente con una mejora en la coordinación de los servicios sanitarios.

Implementar soluciones de atención primaria más eficientes y fomentar la coordinación entre las distintas especialidades evitaría hospitalizaciones innecesarias

Implementar soluciones de atención primaria más eficientes y fomentar la coordinación entre las distintas especialidades evitaría hospitalizaciones innecesarias, ahorrando millones de euros. Este ahorro podría reinvertirse en mejorar la calidad y accesibilidad de los servicios de salud, en lugar de engrosar un gasto público ineficiente.

Adherencia terapéutica: un reto que afecta a la salud y al bolsillo
La adherencia a los tratamientos médicos, o el cumplimiento de las pautas terapéuticas, es otro de los factores que generan ineficiencia en el sistema. Según el Libro Blanco de la Adherencia en España, mejorar en un 10% las tasas de adherencia en el tratamiento de solo cuatro enfermedades podría suponer un ahorro superior a los 500 millones de euros en costos sanitarios directos y evitar miles de muertes prematuras. La baja adherencia afecta tanto la economía del sistema de salud como la calidad de vida de los pacientes. El OAT estima que cuesta a Europa hasta 125.000 millones de euros cada año debido a hospitalizaciones, atención en urgencias y consultas ambulatorias evitables.

La implementación de programas que promuevan la adherencia y educación al paciente se presenta como una necesidad urgente

La implementación de programas que promuevan la adherencia y educación al paciente se presenta como una necesidad urgente. Una intervención integral en este aspecto no solo reduciría costes, sino que mejoraría la salud pública en general, disminuyendo hospitalizaciones y atenciones de urgencia evitables.

La asignatura pendiente de las listas de espera
El informe más reciente del Ministerio de Sanidad muestra cifras preocupantes: al 30 de junio de 2024, casi 850.000 pacientes estaban en listas de espera para intervenciones quirúrgicas no urgentes, un incremento del 3,4% en comparación con el mismo periodo del año anterior. El tiempo medio de espera para una intervención no urgente subió a 121 días, mientras que el 20,5% de los pacientes ha tenido que esperar más de seis meses. Estos tiempos no solo ponen en riesgo la salud de las personas, sino que también minan la confianza de los ciudadanos en el sistema de salud pública.

La reducción de las listas de espera no solo es esencial para la satisfacción del paciente, sino también para el funcionamiento adecuado del sistema sanitario. Estrategias como la redistribución de recursos, la inversión en tecnología para agilizar diagnósticos y tratamientos, y la implementación de políticas preventivas son cruciales para reducir estos tiempos de espera.

El cambio de modelo, la transformación del Sistema Nacional de Salud se presenta como única opción. Sin una acción decidida y un compromiso real por parte de las autoridades, el sistema sanitario español corre el riesgo de llegar a quebrar. La transformación no puede esperar más; el momento de actuar es ahora.

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