J. L. G.
El plazo para presentarse al nuevo concierto de la Mutualidad General de Funcionarios Civiles del Estado (Muface) para los dos próximos años (2025-2026) ha expirado este martes y ha quedado desierto. Ninguna de las tres aseguradoras que hasta ahora habían prestado servicio en este modelo de mutualismo administrativo ha querido postularse debido a la insuficiente oferta económica que propuso el Gobierno. El 17,12% de la subida de la prima por mutualista ponía en peligro el modelo, tal como advirtieron desde hace tiempo todos los actores del sector privado. Llegados a este punto, los 1,5 millones de empleados públicos y familiares que se acogían a Muface pasan a engrosar las listas de la sanidad pública.
Adeslas, DKV y Sanitas, las tres aseguradoras que hasta ahora habían participado del actual concierto (2022-2024), consideraba que la única manera de paliar las “pérdidas millonarias” (la Fundación IDIS las cifró en torno a unos 200 millones por aseguradora, 600 millones en total) era elevar la cuantía de la prima un 40%.
Actualmente, la prima media de Muface es de 984 euros, según los datos que maneja la propia fundación, frente a los 1.608 euros por ciudadano en el sistema público. La subida del 17% permitiría superar levemente los 1.000 euros de inversión por mutualista, algo que a juicio de su directora general, Marta Villanueva, no solucionaba las pérdidas económicas que genera a los prestadores de servicios. Por eso, durante su participación en el podcast de iSanidad propuso que la cuantía per cápita debería “llegar al equilibrio” con la de los pacientes del sistema público.
El 17,12% de la subida de la prima por mutualista ponía en peligro el modelo, tal como advirtieron desde hace tiempo todos los actores del sector privado
Según ha publicado El País, en un 72% de los casos los empleados públicos optan por la sanidad concertada. En lo que va de año, de hecho, un 34% eligió Adeslas; un 25%, por Asisa y otro 13,2% por DKV. Del colectivo de funcionarios, un 28% escogió acudir a la sanidad pública. Esta última será la única opción para todos ellos a partir de este momento, ya que sin candidatos a recibir el contrato público de la bianualidad de Muface, es la única manera de que reciban asistencia sanitaria.
Se pone de relieve así otro de los grandes problemas del Sistema Nacional de Salud (SNS) con la inclusión repentina de millón y medio de potenciales pacientes. A 30 de junio de 2024, un total de 848.340 pacientes se encontraban en lista de espera para una intervención quirúrgica no urgente, un 0,14% menos que en diciembre de 2023 y un 3,4% más que en junio del pasado año, según el último balance ofrecido por el Ministerio de Sanidad.
Respecto a las listas de espera para consultas externas, también creció la demora para la primera visita. A 30 de junio de 2024, 84 de cada 1000 personas estaban en espera, con un tiempo medio de 94 días. El 54,6% de los pacientes tenía una cita asignada para más de 60 días.
La decisión de las aseguradoras
Europa Press informa que Adeslas sí ha decidido que se presentará a los conciertos de los funcionarios de Justicia (Mugeju) y del Ejército (Isfas). En estas dos mutualidades, los beneficiarios alcanzan a nivel total los 650.000 beneficiarios.
“Con esta decisión, Adeslas mantiene su compromiso con el sistema del mutualismo administrativo para aquellas mutualidades que permiten hacerlo sostenible, por los beneficios que ofrece a los funcionarios y sus familiares y las ventajas que supone para el conjunto del sistema sanitario español”, explica la aseguradora.
La decisión de DKV es no presentarse ni a Muface ni Mugeju. En el comunicado donde informa de su decisión, la aseguradora detalla que tendría unas pérdidas de 77 millones de euros en dos años, casi las mismas que en el anterior concierto, que fue de tres años.
La compañía asegura que el modelo está infrafinanciado, ya que el gasto de prestaciones médicas en el último concierto ha sido más de un 10% superior a la prima que ha recibido.
De su parte, Asisa ha decidido presentarse únicamente a los conciertos de Isfas y Mugeju, por lo que también evitará el de Muface.
Modelo “insostenible”
No solo eran las aseguradoras las que no veían viabilidad a Muface con las cantidades que se ofrecían hasta ahora por mutualista. Los prestadores de servicios, los finalistas (centros sanitarios y médicos que ejercen en la privada) venían advirtiendo de que parte de la subida, “al menos la mitad de lo que se suba al sector asegurador”, de la prima debía trasladarse al sector privado, como ya afirmó hace unas semanas Carlos Rus, presidente de ASPE.
Todos los actores implicados en el funcionamiento del mutualismo administrativo planteaban que, de no llegar a buen puerto este nuevo concierto, el Estado debería plantear una prórroga del actual contrato público para que Muface no desaparezca de golpe.
De consumarse este hecho, “se vería afectado sensiblemente” el modelo asistencial, alertaron desde la Fundación IDIS. Según un informe elaborado por esta entidad, el trasvase de funcionarios supondría el incremento de un 2% en el total nacional de visitas en atención primaria (el equivalente a más de 5 millones de visitas).
Igualmente, se vería afectada la ratio de urgencias. “Pero, además, absorber la asistencia a mutualistas provocaría un incremento del 266% en el número de paciente en listas de espera para consultas externas y un 115% en cirugías”, añaden. Con todo, el cambio del modelo actual supondría un aumento del gasto sanitario público de 1.214 millones de euros anuales, un 1,3% más.