Redacción
La ministra de Sanidad, Mónica García, ha advertido este miércoles de la aparición de “algún caso de gastroenteritis” en las zonas afectadas por la DANA que golpeó la provincia de Valencia la pasada semana, con graves inundaciones y aguas estancadas. Durante su intervención en la rueda de prensa posterior al Consejo Internacional del Sistema Nacional de Salud (Cisns), la ministra ha señalado que tanto el Ministerio de Sanidad como la Conselleria están trabajando de manera conjunta para establecer un “rastreo profundo” en la región y asegurar un protocolo de detección precoz que permita responder rápidamente ante posibles brotes infecciosos.
“La evidencia científica nos dice que hay riesgo de patógenos, sobre todo en las aguas estancadas, que desencadenaría diversas infecciones por diferentes microorganismos, como trastornos gastrointestinales o neumonías”, ha explicado García en una entrevista para Cadena Ser, según recoge Europa Press. Aunque hasta el momento, no se ha detectado ningún brote generalizado, la ministra ha confirmado la existencia de algunos casos de gastroenteritis y ha señalado la necesidad de estar atentos a síntomas como fiebre, vómitos, diarrea y heridas infectadas.
La ministra también ha mencionado que están en constante comunicación con expertos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) para seguir de cerca el “riesgo evidente” de nuevas infecciones. La estrategia, indicó, es priorizar el diagnóstico precoz para anticiparse a cualquier foco infeccioso que pudiera surgir en la zona. “No tenemos que bajar la guardia ni mucho menos. Aunque no hay brotes activos, la aparición de casos es un recordatorio de que debemos actuar rápido y con protocolos claros”, añadió García.
Las condiciones tras la DANA, un foco potencial de enfermedades
Las condiciones derivadas de las inundaciones aumentan el riesgo de diversas infecciones y enfermedades que suelen aparecer en ambientes cálidos y con aguas estancadas. Según expertos en salud pública, la presencia de agua sin circular y en zonas cálidas propicia la proliferación de enfermedades como la legionelosis, una infección bacteriana que afecta el sistema respiratorio y que en situaciones extremas puede derivar en neumonía. Aunque no se ha detectado ningún foco de legionela hasta el momento, las autoridades sanitarias subrayan la necesidad de mantener una vigilancia constante.
Otra enfermedad que preocupa es la leptospirosis, una infección bacteriana que se contrae a través del contacto con aguas contaminadas y puede causar fiebre alta, dolores musculares, y, en casos graves, afectar órganos vitales. Además, las enfermedades transmitidas por vectores, como el dengue o el chikunguña, transmitidas por picaduras de mosquitos, también se encuentran entre los riesgos asociados con la DANA, especialmente en zonas con alta presencia de aguas estancadas.
García ha recordado a la población afectada que, ante cualquier síntoma como fiebre, diarrea, dificultad respiratoria o heridas infectadas, acudan “inmediatamente” al centro de salud de referencia. La ministra ha destacado que el protocolo vigente busca garantizar una detección rápida y eficiente de cualquier enfermedad que pudiera derivarse de la exposición a aguas contaminadas. Con el riesgo de patógenos en aumento, las autoridades sanitarias han subrayado la importancia de actuar con rapidez para evitar que las infecciones se propaguen entre la población.