Juan León García
Leptospirosis, gastroenteritis, hepatitis A o meningo-encefalitis agudas son solo algunas de las enfermedades infecciosas a las que están expuestos los miles de vecinos valencianos y voluntarios que se encuentran en las zonas anegadas tras la DANA. Un temporal que ha dejado más de 210 fallecidos, decenas de desaparecidos y unos daños materiales cifrados en miles de millones de euros. Ya ha pasado más de una semana y muchas zonas siguen anegadas de agua. Un caldo de cultivo para multitud de patologías transmisibles de todo tipo. Desde las alimentarias o hídricas, pasando por las respiratorias u otros cuadros clínicos de gravedad.
De ahí que una de las claves en contextos de emergencia humanitaria sea la comunicación. “En un primer momento lanzamos una infografía para definir los riesgos a los que están expuestas las personas que en la zona cero de la catástrofe”, subraya el Dr. Manuel Linares, presidente de la Fundación iO, entidad que elaboró una imagen ilustrativa de las posibles infecciones que pueden aparecer en las poblaciones damnificadas.
El riesgo inicial, destaca el también médico de familia y microbiólogo clínico en el Hospital Universitario Príncipe de Asturias durante el nuevo episodio del podcast de iSanidad, es la presencia de “cadáveres y de animales muertos” que pueden contaminar las aguas. La salubridad es delicada. El barro tampoco ayuda, ya que propicia la transmisión de toxinas como el tétanos, “por contagio directo con heridas” que podrían hacerse debido a cortes con objetos afilados que estén sepultados.
España cuenta con un “sistema sanitario robusto” y buenos mecanismos de prevención que permiten “generar protocolos” para reducir los riesgos, destaca el Dr. Linares
Otro de los patógenos que preocupa es la leptospira, una bacteria presente en el agua donde haya eyecciones de animales como roedores y que cualquier voluntario que entre en contacto con esos charcos puede contagiarse. E.coli, salmonela o campylobacter también alertan a las autoridades, cuyas actuaciones deben ser dinámicas a medida que los escenarios cambien en paralelo al “control de la salubridad”.
Ya hay casos de gastroenteritis, como anunció la minsitra de Sanidad, Mónica García. El Dr. Linares avanza que, de comenzar el invierno y las temperaturas frías, virus como el de la gripe podrían propagarse rápidamente.
Los vectores como mosquitos, en concreto el Aedes albopictus, endémico en la región valenciana, encuentran el hábitat perfecto en los charcos, y son transmisores de diversas enfermedades. A largo plazo, explica el Dr. Linares, los escenarios producidos por el cambio climático serán más habituales.
Esos son los peligros. Pero el experto también recalca que España cuenta con un “sistema sanitario robusto” y buenos mecanismos de prevención que permiten “generar protocolos” para reducir los riesgos.
“Es clave el acceso a fuentes fiables”
Por esta razón destaca en especial, y en estos momentos de ruido informativo y bulos sobre todo en las redes sociales, la importancia de incidir en el “acceso a fuentes fiables e información que protocolice las formas de actuar. Hay que colaborar de forma ordenada y segura”.
También importa, y mucho, la coordinación multidisciplinar con el sanitario como “punto clave” en estrecha comunicación con medioambientalistas o salubristas. Todos los profesionales centrados en garantizar la salud pública. Un objetivo que tiene, entre sus principales cometidos, prevenir lo máximo posible potenciales epidemias. Y para disminuir los peores escenarios, la vacunación es crucial. “Es fundamental cuidar a la gente que esté allí para saber cómo evoluciona el proceso”, concluye el Dr. Linares.