Redacción
El gasto público en medicamentos ha experimentado una notable reducción en las últimas tres décadas, pasando de representar una porción significativa del gasto estatal a consolidarse en torno al 3,4% en 2023. Aunque el gasto en tratamientos farmacológicos ha disminuido en relación con el total de los recursos públicos destinados a la salud, el reciente informe de Farmaindustria, ‘La industria farmacéutica y su contexto en España 2024’, destaca que esta partida ha mantenido una sorprendente estabilidad en los últimos años. Este equilibrio en la inversión farmacéutica permite a la sanidad pública española responder a la creciente demanda de tratamientos, sin comprometer el acceso a los medicamentos ni la sostenibilidad financiera del sistema, incluso en tiempos de alta inflación.
La inflación genera sobrecostes de más de 1.500 millones de euros al sector
Uno de los factores que han puesto a prueba esta estabilidad en el gasto farmacéutico ha sido la inflación de los últimos años. Ha supuesto un sobrecoste de más de 1.500 millones de euros para la industria farmacéutica en 2021 y 2022. Esta presión inflacionaria ha afectado a toda la cadena de producción y distribución de medicamentos, incrementando el coste de materias primas, transporte y servicios logísticos esenciales. Según el informe de Farmaindustria, estos incrementos de costes no han impedido que la industria mantenga el acceso a medicamentos en España. No obstante, han requerido importantes ajustes operativos y financieros por parte de los laboratorios.
La capacidad de la industria para afrontar estos sobrecostes, manteniendo el acceso a tratamientos y el abastecimiento, ha sido posible gracias a una inversión pública que se ha mantenido estable en términos de PIB. Farmaindustria subraya que esta estabilidad es vital para que el sistema sanitario continúe siendo accesible para todos los ciudadanos en tiempos de alta inflación. Además, la constancia en el gasto público facilita la planificación a largo plazo en la industria farmacéutica. Esta requiere una previsión y una seguridad financiera para mantener sus procesos de investigación y desarrollo.
El sector farmacéutico genera más de 54.000 empleos de manera directa
Así, la industria farmacéutica en España se ha consolidado como un sector estratégico en términos de generación de empleo y de valor añadido a la economía nacional. En la actualidad, emplea de forma directa a más de 54.000 personas y genera en total más de 210.000 empleos cuando se incluyen los puestos indirectos e inducidos. La mayoría de estos puestos son altamente cualificados, con un 70% del personal dedicado a tareas técnicas y científicas. Además, el sector destaca por su compromiso con la igualdad de género. El 56% de los empleados en la industria farmacéutica son mujeres, de las cuales un 45% ocupan posiciones de responsabilidad.
La inversión en investigación y desarrollo (I+D) es otro de los pilares de la industria farmacéutica en España. Según el informe, el sector destina aproximadamente el 20% de la inversión nacional en I+D a la innovación en medicamentos, lo que le permite ser uno de los líderes en registro de patentes en el país. Este esfuerzo en innovación no solo impulsa la economía, sino que amplía el acceso a nuevas opciones terapéuticas que mejoran la calidad de vida de los pacientes. La combinación de estabilidad en el gasto público y una industria orientada a la innovación ha permitido que España cuente con un sector farmacéutico altamente competitivo y productivo.
Acceso asequible y competitividad en el mercado internacional
El informe de Farmaindustria subraya también el compromiso de la industria con el acceso a medicamentos asequibles. Más del 86% de las unidades de medicamentos dispensadas en farmacias en 2023 estaban incluidas en el Sistema de Precios de Referencia o en agrupaciones homogéneas, lo cual facilita que los fármacos sean accesibles para la población general y mantiene el gasto bajo control. Este sistema de precios permite a las familias acceder a los tratamientos que necesitan sin que el gasto en medicamentos suponga una carga financiera excesiva.
Además, la industria farmacéutica en España ha conseguido una posición destacada en el ámbito internacional, consolidándose como el quinto mayor sector exportador del país. Este dato evidencia la competitividad de la industria española en el mercado global y su capacidad para contribuir significativamente a la balanza comercial de España.